El presidente ejecutivo de Nestlé México, Fausto Costa, calificó de complicado, costoso e inoportuno el cambio de etiquetado en alimentos y bebidas en el país.
Al participar en el foro “México Cumbre de Negocios”, señaló que faltó sensibilidad en la etapa final de la implementación y consideró que no debió ser prioridad en un año de pandemia.
Agregó que mientras Brasil va a dar tres años para un proceso similar, el gobierno mexicano solo dio seis meses y en medio del COVID-19.
En el mismo foro, analistas de Bank of America (BofA) y Citi consideraron que el gobierno debe dar un golpe de timón para acelerar la recuperación económica y evitar perder el grado de inversión en los próximos meses o años.
Carlos Capistrán, economista en jefe para México de BofA, y Ernesto Revilla, economista en jefe para América Latina de Citi, comentaron que la economía nacional va a regresar a los niveles previos a la pandemia hasta 2025 o después, mientras que para el Producto Interno Bruto (PIB) per cápita pinta una década perdida.
Durante su participación en la mesa “Una economía global post-COVID y las implicaciones para México”, coincidieron que si bien el crecimiento la economía mexicana y del resto del mundo está en función de la vacuna y de otros tratamientos contra el COVID-19, se debe dar mayor certidumbre a la inversión, porque sin ésta no hay expansión.
También, agregaron, se deben dar mayores estímulos para familias y empresas con el objetivo de acelerar la recuperación económica.
En su opinión, sí hay espacio fiscal para contratar deuda a través de mecanismos como la Línea de Crédito Flexible que tiene el gobierno de México con el Fondo Monetario Internacional y tener una política de estímulos más agresiva.
Aunque la administración federal se mantenga en su posición de no contratar más deuda de la aprobada, ésta va a aumentar por la depreciación del peso y el menor crecimiento, agregaron.
Revilla comentó que, en su escenario central, no está el que México pierda la calificación en 2021 o 2022, pero que sí existen riesgos para que ello ocurra, entre ellos un menor crecimiento y alto costo que representa Pemex.
Capistrán destacó que la dirección es clara: Pemex ya perdió el grado de inversión, mientras que a México ya le recortaron la calificación las tres agencias financieras.
Fuente: El Heraldo de México