Conecta con nosotros

Salud y Bienestar

El CBD puede ser una gran arma para combatir las superbacterias

Las bacterias resistentes a antibióticos son uno de los mayores problemas de salud pública a los que nos enfrentamos en la actualidad. Sí, ahora mismo la pandemia de coronavirus es mucho más grave, pero en algún momento, mucho más tarde de lo que nos gustaría, pasará. En cambio, las superbacterias seguirán ahí cuando eso ocurra. Por eso, es importante seguir buscando sustancias bactericidas que puedan sustituir a esos antibióticos a los que han aprendido a evadir. Se han localizado en los lugares más inesperados, desde la leche del demonio de Tasmania hasta el té verde. Ahora, a esa peculiar lista, se une también el hallazgo del papel del cannabis contra las bacterias resistentes antibióticos.

Si por tu cabeza se está pasando la posibilidad de fumar un porrito por cada infección diagnosticada, sentimos la decepción. El tema no funciona así. De hecho, no es toda la planta la que tiene este poder, sino una de las sustancias que contiene: el cannabidiol (CBD). Y no, tampoco tiene nada que ver con los efectos psicoactivos de la marihuana. Esos los provoca el tetrahidrocannabinol (THC).

En realidad, los efectos del cannabis contra las bacterias resistentes a antibióticos ya se habían estudiado antes. Sin embargo, parecían existir solo para una cantidad muy limitada de estos microorganismos.

Es importante saber que las bacterias se dividen en dos grandes grupos, en base a la presencia o ausencia de una membrana externa a la pared celular. Si la contienen serán bacterias gram negativas. Si no, positivas. Este nombre responde al modo en que se colorean al someterlas a una tinción, conocida como tinción de Gram.

Ahora bien, estudios anteriores ya habían señalado el poder del CBD contra las gram positivas. No obstante, las negativas, al estar más protegidas, no parecían sucumbir a sus efectos. Pero la cosa podría ser muy diferente.

Es la conclusión de un estudio, recién publicado en Nature Communicatons Biology, de la mano de científicos de la Universidad de Queensland. En él, analizan el poder del CBD sintético, así como de algunos análogos ligeramente alterados, sobre muestras de piel de cerdo infectadas con diferentes bacterias. Los resultados apoyaron lo que ya habían apuntado otros estudios, pero fueron incluso más allá.

El primer resultado positivo del estudio fue que el CBD fue capaz de matar una gama de gram positivas más amplia de lo que se pensaba. Por ejemplo, pudo sin problema con algunas cepas resistentes, como la Staphylococcus aureus resistente a meticilina, conocida por haber causado ya numerosas muertes en el mundo, especialmente en hospitales.

Pero incluso venció a algunas gram negativas. Por ejemplo, fulminó sin problemas colonias de Neisseria gonorrhoeae, causante de la gonorrea, y Neisseria meningitides, responsable de la meningitis.
Es pronto para hablar de los efectos del cannabis contra las bacterias resistentes a antibióticos. No obstante, este podría ser el inicio del desarrollo de un prometedor fármaco contra superbacterias gram negativas. De ser así, sería el primer fármaco contra este tipo de microbios desde los años 60.

Y lo mejor es que no es el único papel antimicrobiano que se ha detectado al CBD. Muy recientemente se demostró también que podría detener el crecimiento del moho en fresas, ampliando su vida útil. Sería un nuevo superpoder para esta sustancia proveniente del cannabis, que no te hará ver las estrellas, pero podría salvarte la vida.

Revista

La grasa abdominal profunda: el enemigo silencioso que envejece tu cuerpo y tu mente

Oculta bajo la piel y rodeando órganos vitales como el corazón, el hígado y los riñones, la grasa visceral representa una de las amenazas más serias para la salud metabólica y cerebral, incluso en personas delgadas. Más que un problema estético, esta grasa activa procesos inflamatorios que pueden desencadenar enfermedades como la diabetes tipo 2, el hígado graso, problemas cardiovasculares y, a largo plazo, deterioro cognitivo.

De acuerdo con el Dr. Andrew Freeman, especialista en prevención cardiovascular, la grasa visceral es un marcador de múltiples riesgos de salud, aun en quienes aparentan estar en forma. El fenómeno conocido como “skinny fat” —personas con peso normal pero con alta proporción de grasa interna— evidencia que la salud no siempre se refleja en el espejo.

El impacto va más allá del metabolismo. La neuróloga preventiva Kellyann Niotis advierte que este tipo de grasa libera compuestos inflamatorios que aceleran la atrofia cerebral y favorecen la aparición de placas beta-amiloides y ovillos de tau, señales asociadas con la enfermedad de Alzheimer, incluso desde los 40 o 50 años.

¿Cómo saber si la grasa visceral está fuera de control? La medida de la cintura es un primer indicio: más de 88.9 cm en mujeres y 101.6 cm en hombres eleva el riesgo, según los CDC. La masa muscular también importa: quienes tienen más grasa que músculo tienden a acumular esta grasa profunda. Estudios como la DEXA o básculas con medición de grasa corporal pueden ayudar a evaluar estos indicadores.

La buena noticia: es reversible. Freeman insiste en un enfoque integral con ejercicio cardiovascular diario (como caminatas rápidas de al menos 30 minutos) y entrenamiento de fuerza con resistencia. Ejercicios como desplantes, sentadillas, lagartijas y peso muerto movilizan grandes grupos musculares, aceleran el metabolismo y estimulan hormonas que mejoran la composición corporal.

Una alimentación basada en plantas, como la dieta mediterránea, también es clave. Rica en frutas, vegetales, granos enteros, aceite de oliva y pescado, esta dieta ha demostrado reducir la grasa abdominal y el riesgo de muerte por enfermedades crónicas, especialmente en mujeres.

El ayuno intermitente —comer solo durante una ventana de seis horas al día— puede ser un complemento efectivo, aunque no es apto para todos. La combinación de alimentación natural, entrenamiento funcional y periodos de ayuno puede “hacer magia” en la reducción de grasa visceral, señala Freeman.

En resumen, mantener el músculo, eliminar alimentos ultraprocesados, moverse cada día y reorganizar los horarios de comida no solo combate la grasa abdominal profunda, sino que extiende la salud física y mental hacia el futuro. Porque el verdadero “elixir de la juventud” no se compra: se construye con hábitos.

Continuar Leyendo
Publicidad
Publicidad
Publicidad

Más visto