Samuel García y Mariana Rodríguez en Gómez Palacio (Estado de Durango), el 25 de noviembre.Cuartoscuro
La batalla entre los dos gobernadores de Nuevo León se ha acabado. El Congreso estatal ha aprobado este lunes el regreso de Samuel García como gobernador. En un acuerdo de último minuto, primero Luis Enrique Orozco anunció su renuncia como mandatario sustituto. Ha argumentado que lo hace por falta de condiciones y para preservar la gobernabilidad en la entidad. En una sesión que ha durado poco menos de 20 minutos, los diputados neoloneses han aprobado por unanimidad la renuncia del sustituto. Acto seguido, han aprobaron por mayoría de votos la reincorporación del gobernador electo a sus funciones tras declinar la licencia de seis meses para contender como candidato a la presidencia de México. De este modo, se cierra la crisis política vivida durante los últimos días en el Estado norteño.
“El gobernador interino, en un acto de profundo compromiso con Nuevo León, teniendo el aval de la Suprema Corte de Justicia y anteponiendo el interés público, ha decidido hacerse a un lado a fin de que se pueda procesar el regreso de Samuel García”, ha anunciado el presidente del Congreso, Mauro Guerra, esta tarde. A pesar de aceptar el traspaso de poderes al anterior en el cargo, Guerra ha responsabilizado a García de la situación de tensión que ha vivido el Estado durante la última semana. “Para darle certeza a esta crisis de ingobernabilidad a la que nos llevó Samuel García, estamos haciendo un frente común para trabajar para y por Nuevo León”, le ha lanzado, muy lejos de las palabras de reconocimiento que le ha dedicado a Orozco por su “sus ganas de servir” y “su pronta respuesta al llamado del Congreso”.
El bloqueo por parte de la oposición para designar un sustituto afín mientras García se ocupaba de la precampaña fue el pistoletazo de salida a unos días de mucha incertidumbre. El aspirante emecista anunció a finales de la semana pasada su regreso fugaz para tratar de desbloquear la situación, pero el embrollo se fue complicando cada vez más. El PAN y el PRI hicieron valer su mayoría en el Congreso de Nuevo León y nombraron como gobernador interino a Luis Enrique Orozco, exvicefiscal de entidad, cercano al PRI. En medio de este jaloneo, el Tribunal Electoral dio una buena noticia para los intereses de García, al reiterar que sus sustituto debía ser emanado de MC para dar continuidad al gobierno. Sin embargo, el día siguiente la Suprema Corte de Justicia de la Nación avaló el nombramiento y ordenó que Orozco jurase el cargo como gobernador interino de Nuevo León.
La respuesta de García a ese revés judicial fue abandonar formalmente la carrera presidencial, renunciar a la licencia y atrincherarse en el Palacio de Gobierno. El mandatario emecista acusó a los dirigentes nacionales del PAN y el PRI de haberle exigido altos mandos en la Administración y hasta la condonación de impuestos en las negociaciones para desbloquear a su sustituto. En concreto, la Fiscalía General de Justicia y la Auditoría Superior del Estado. El aval definitivo del Congreso se antojaba lejano al depender de una nueva negociación entre las mismas partes. Durante el fin de semana llegó incluso a retomar la agenda habitual de gobernador, inaugurando por ejemplo un puente en un municipio de la capital, Monterrey.
Durante todo el fin de semana, dos gobernadores reclamaron su puesto en Nuevo León. El elegido por las urnas, que defendía que una vez renunciado a su licencia ya estaba autorizado a regresar; y el sustituto, avalado por la Suprema Corte. El propio presidente, Andrés Manuel López Obrador, salió al paso este lunes acusando a la oposición de torpedear a García y calificando de “golpe de Estado” la posible caída del gobernador electo en favor del sustituto. Finalmente, Orozco se ha echado a un lado y las aguas han vuelto a su cauce.
Hasta el 2050 se terminará de pagar el Fobaproa, asegura Sheinbaum
Al exhibir la Auditoría Superior de la Federación (ASF) que indica que la revisión internacional al Fobaproa, que destaca el expresidente Ernesto Zedillo, fue una simulación, la presidenta Claudia Sheinbaum dijo que fue una «situación grave» el presunto rescate a los bancos ya que dicha deuda se terminará de pagarse hasta el 2050.
«El problema no solo fue convertir deudas privadas en públicas, sino hacerlo sin reglas de operación», señaló la presidenta al exhibir que la Auditoría Superior, en su momento, evidenció que el comité técnico operó sin criterios claros ni mecanismos de rendición de cuentas.
En la conferencia matutina de este viernes, Claudia Sheinbaum indicó que la deuda del Fobaproa terminará de pagarse hasta el 2050, de lo contrario se tendrían implicaciones económicas para el país.
La titular del Ejecutivo reiteró que en el mundo hubo casos similares, pero sólo en México el gobierno rescató a los particulares, sin reglas de operación y con corrupción, lo cual afectó a millones de familias en el país.
La presidenta citó directamente párrafos del documento, destacando que tanto el contrato constitutivo como las modificaciones del Fondo Bancario de Protección al Ahorro carecían de políticas prudenciales y reglas de operación, lo cual permitió un manejo discrecional del Comité Técnico.
«Fue completamente discrecional a quién se le pagaba, cómo y cuánto. Ahí hubo una enorme corrupción», aseguró.
«Ni siquiera lo pudo auditar completamente la Auditoría Superior por resoluciones de la Suprema Corte de Justicia de la Nación en aquel momento», sostuvo.
Sheinbaum anunció que el secretario de Hacienda, Edgar Amador, acudirá próximamente para explicar cuánto se ha pagado hasta ahora por el rescate y cuánto se seguirá pagando.
«Esto le cuesta al pueblo de México todos los días (…) hasta el 2050», puntualizó.