Para marcar el 31.º aniversario de su lanzamiento, el telescopio Hubble mostró una impresionante imagen de AG Carinae, una de las estrellas más brillantes que se ven en nuestra galaxia, rodeada por un halo resplandeciente de gas y polvo. Lanzado el 24 de abril de 1990 en una misión conjunta entre la NASA y la ESA, el famoso observatorio espacial ha realizado hasta la fecha más de 1,5 millones de observaciones de unos 48.000 objetos celestes.
La estrella observada tiene unos pocos millones de años de edad, es unas 70 veces más masiva que el Sol y se encuentra a 20.000 años luz de distancia. Pertenece a una rara clase de estrellas llamadas variables azules luminosas y aparece rodeada por una enorme capa de material, de cinco años luz de ancho, que la estrella expulsó al espacio hace miles de años.
La estrella permanece inestable y para evitar la autodestrucción libra un pulso constante entre la presión de la radiación que intenta salir hacia fuera y la gravedad que empuja hacia adentro. «Me gusta estudiar este tipo de estrellas porque me fascina su inestabilidad. Están haciendo algo extraño», indicó Kerstin Weis, experta en variables azules luminosas de la Universidad del Ruhr en Bochum, Alemania, citada por la NASA.
Estas estrellas se encuentran entre las más masivas y brillantes conocidas, y tienen una esperanza de vida relativamente corta. Debido a sus formas masivas y temperaturas extremadamente altas, las estrellas como AG Carinae están en una batalla constante para mantener la estabilidad. Se supone que muchas de ellas terminarán sus vidas en explosiones titánicas de supernovas.
En la imagen, que fue tomada con luz visible y ultravioleta, los gases de hidrógeno y nitrógeno se observan en rojo, mientras que el color azul corresponde a las masas de polvo iluminadas por la luz reflejada de la estrella.