Meses de trabajo que se prolongan, temperaturas de 30 grados bajo cero… La gran ganadora de la pasada edición de los Globos de Oro tuvo un rodaje de lo más extenuante. Te lo contamos a continuación.
“Puedo señalar unas 30 o 40 escenas de esta película como las tomas más difíciles que he rodado jamás. Desde entrar y salir de ríos congelados pasando por meterme dentro del cuerpo de algún animal y hasta lo que tuve que comer en el set” dijo el vegetariano Leonardo DiCaprio al respecto de las dificultades que vivió mientras trabajaba en ‘El Renacido’ en una entrevista.
“Estaba totalmente congelado, posiblemente en un constante estado de hipotermia”, puntualizaba el actor sobre este rodaje que define como “el más difícil de los que he vivido hasta la fecha, probablemente de los que haya vivido cualquier miembro del equipo que estuvo allí”. Pero no es simplemente el punto de vista del intérprete, o unas dificultades vividas sólo por el área actoral de la película.
No, son varias las fuentes que indican que el último proyecto de Alejandro Iñárritu pasará al olimpo de las producciones más apoteósicas y agotadoras de la historia del cine, un “auténtico infierno en vida”, como sentenció uno de los miembros del equipo de rodaje y cuyos problemas empiezan directamente por los de su presupuesto, que escaló de un saldo inicial de 60 millones de dólares en julio de 2015 a pasar en unos pocos meses a los 135 que finalmente ha costado producir ‘El Renacido’.
Según informaciones recogidas en The Hollywood Reporter, la cosa se puso tan seria que llegado cierto punto Iñárritu se vio forzado a prohibirle el acceso al set al productor Jim Skotchdopole, con quien el mexicano ya había trabajado cómodamente durante ‘Birdman’ pero que fue desbancado de su trabajo en ‘El Renacido’ por su “incapacidad para hacer un buen plan de rodaje o mantener informado de lo que sucedía al director”.
Después de que le mandase en una de las caravanas de vuelta del equipo a Canadá, fue reemplazado en la fase final de la película por la productora Mary Parent, que se acomodaba mucho más a las peticiones de Iñárritu.
Y la cosa sigue, porque una de las condiciones que el cineasta impuso fue la de rodar las escenas de la película siguiendo un orden cronológico de los acontecimientos, algo extremadamente raro dentro del mundo del séptimo arte (incrementó en 7 millones de gasto el presupuesto) y razón por la que el rodaje se extendió en el tiempo durante meses.
Este requisito fue tan duro que hasta Tom Hardy, uno de los actores principales de la película, tuvo que cancelar su compromiso de participación en ‘El escuadrón suicida’. No importaron las amargas quejas del intérprete que esperaba que se ajustase mejor el calendario de rodaje para dejarle marchar en las fechas inicialmente previstas, Iñárritu siguió en sus trece.
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