Conecta con nosotros

Opinión

El milenial. Por Raúl Saucedo

Desafíos y Respuestas en tiempos obscuros  

Ecuador se encuentra inmerso en una crisis de seguridad sin precedentes, el presidente milenian Daniel Noboa (1987) respondiendo con firmeza mediante una ofensiva militar y la declaración de un estado de emergencia de 60 días. La nación sudamericana ha sido sacudida por una serie de eventos violentos que van desde la interrupción de una transmisión de televisión en vivo hasta la toma de rehenes en cárceles, explosiones en varias ciudades y asesinatos selectivos, tales como fiscales.

El recrudecimiento de la violencia se atribuye a una combinación de factores, siendo la pandemia del COVID-19uno de los principales catalizadores. La crisis sanitaria no solo ha afectado la salud de la población, sino también la economía dolarizada de Ecuador, contribuyendo así al aumento de las muertes violentas, alcanzado cifras alarmantes de mas 8 mil muertos en el 2023, una cifra alarmarte para un país con de 18 Millones de personas.

La violencia política también ha cobrado vidas, destacándose el asesinato del candidato presidencial Fernando Villavicencio el año pasado. El gobierno señala directamente al creciente poder de las bandas del narcotráfico como el origen de la desestabilización en vastas regiones de Sudamérica. Dentro de las cárceles ecuatorianas, estas bandas han encontrado un terreno propicio para expandir su influencia.

Guayaquil, la ciudad más grande de Ecuador, ha emergido como un punto crítico, considerándose la más peligrosa del país, con sus puertos operando como centros neurálgicos para el tráfico de drogas. El presidente Noboa, quien asumió el cargo en noviembre del 2023, ha presentado el «Plan Fénix», destinado a fortalecer la seguridad mediante la creación de una nueva unidad de inteligencia, el suministro de armas tácticas a las fuerzas de seguridad, la construcción de prisiones de alta seguridad y un control militar estricto en puertos y aeropuertos, con un costo estimado de 800 millones de dólares, parte de los cuales será proporcionado por el gobierno de los Estados Unidos.

La explosión de violencia de este mes tiene sus raíces en la desaparición del líder de la banda Los Choneros, Adolfo Macías (Aliado de carteles mexicanos) de una prisión donde cumplía una condena de 34 años. Este incidente desencadenó una serie de eventos violentos, incluida la fuga de otros reclusos, toma de rehenes, asesinatos de policías y la irrupción armada en un estudio de televisión.

Frente a esta crisis, el presidente Noboa ha declarado un estado de emergencia, permitiendo patrullas militares, toques de queda nacionales y la identificación de bandas criminales como grupos terroristas. A pesar de obtener respaldo legislativo para sus medidas de seguridad, Noboa se enfrenta a desafíos políticos internos, ya que algunos cuestionan la efectividad y la dureza de sus acciones.

La figura de Daniel Noboa, el presidente más joven en la historia democrática de Ecuador, se presenta como un líder pragmático y de «mano dura». Su enfoque en la seguridad, plasmado en el «conflicto armado interno» y la catalogación de bandas criminales como terroristas, refleja su determinación para abordar el problema. El presidente ha buscado respaldo en la población a través de redes sociales, mostrando un estilo desenfadado y pragmático, alejado de la formalidad tradicional.

El futuro de Ecuador se encuentra en una encrucijada, con un presidente principiante en politica que enfrenta una prueba decisiva en su capacidad para restaurar la paz y la seguridad en medio de una situación tan compleja. La consulta popular planeada para abordar temas de seguridad será clave para medir el respaldo ciudadano a las acciones del gobierno y determinar el rumbo del país en los próximos meses.

La visión sudamericana de los presidentes milenians como en Chile, Ecuador y Honduras varían en el ejercicio de la política públicas, sin embargo en algunas regiones es imperativo el tener una agenda común, me pregunto a inicios de este 2024 si en México esta lista la generación milenian para asumir los retos y desafíos de la agenda local, porque hasta ahorita en el desfile de registros federales no hay posibilidades reales de perfiles que aglutinen el sentir de la mayoría de la pirámide poblacional y las que hay llegan a ser mas estridentes que capaces, tiempo al tiempo.

 

Opinión

Diálogos. Por Raúl Saucedo

El Eco de la Paz

En el crisol de la historia, las disputas bélicas han dejado cicatrices profundas en el tejido de
la humanidad. Sin embargo, en medio del estruendo de los cañones y las balas metrallas, ha
persistido un susurro: El Diálogo. A lo largo de los siglos, las mesas de negociación han
emergido como esperanza, ofreciendo una vía para la resolución de conflictos y el cese de
hostilidades entre grupos, ideas y naciones.
Desde la antigüedad, encontramos ejemplos donde el diálogo ha prevalecido sobre la espada.
Las guerras médicas entre griegos y persas culminaron en la Paz de Calias, un acuerdo
negociado que marcó el fin de décadas de conflicto. En la Edad Media, los tratados de paz
entre reinos enfrentados, como el Tratado de Verdún, establecieron las bases para una nueva
configuración política en Europa.
En tiempos más recientes, la Primera Guerra Mundial, un conflicto de proporciones
colosales, finalmente encontró su conclusión en el Tratado de Versalles. Aunque
controvertido, este acuerdo buscó sentar las bases para una paz duradera. La Segunda Guerra
Mundial, con su devastación sin precedentes en el mundo moderno, también llegó a su fin a
través de negociaciones y acuerdos entre las potencias.
La Guerra Fría, un enfrentamiento ideológico que amenazó con sumir al mundo en un
conflicto nuclear, también encontró su resolución a través del diálogo. Las cumbres entre los
líderes nucleares, los acuerdos de limitación de armas y los canales de comunicación abiertos
permitieron evitar una posible catástrofe global.
En conflictos más recientes, y su incipiente camino en las mesa de negociación ha sido un
instrumento crucial para lograr el cese de hostilidades de momento, esta semana se ha
caracterizado por aquellas realizadas en Arabia Saudita y París.
Estos ejemplos históricos subrayan la importancia del diálogo como herramienta para la
resolución de conflictos. Aunque las guerras pudieran parecer inevitables e interminables en
ocasiones, la historia nos muestra que siempre existe la posibilidad de encontrar una vía
pacífica. Las mesas de negociación ofrecen un espacio para que las partes en conflicto
puedan expresar sus preocupaciones, encontrar puntos en común y llegar a acuerdos que
permitan poner fin.
Sin embargo, el diálogo no es una tarea fácil. Requiere voluntad política, compromiso y la
disposición de todas las partes para ceder en ciertos puntos. También requiere la participación
de mediadores imparciales que puedan facilitar las conversaciones y ayudar a encontrar
soluciones mutuamente aceptables.
En un mundo cada vez más complejo e interconectado, el diálogo se vuelve aún más crucial.
Los conflictos actuales, ya sean guerras civiles, disputas territoriales o enfrentamientos
ideológicos, exigen un enfoque pacífico y negociado. La historia nos enseña que la guerra
deja cicatrices profundas y duraderas, mientras que el diálogo ofrece la posibilidad de
construir un futuro más pacífico y próspero para todos.
Los diálogos siempre serán una vía, aunque el diálogo más importante será con uno mismo
para tener la paz anhelada.
@RaulSaucedo
rsaucedo@uach.mx

Continuar Leyendo
Publicidad
Publicidad
Publicidad

Más visto