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El Necaxa muestra su fuerza en la final 

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Rayos de Necaxa sacó un valioso empate a un gol en su visita a Dorados de Sinaloa, en el primer partido de la final por el ascenso a la Liga MX, que se jugó en el estadio Carlos González y González de esta ciudad.

Por Dorados marcó al minuto 40 Raúl Enríquez y por Necaxa lo hizo el hondureño Roger Rojas al 55.

En los primeros 15 minutos de acción, Necaxa se vio propositivo en busca de llevarse el partido, mientras Dorados se esforzó y tuvo en Jonathan Lacerda al líder de su defensa, que cortó todo lo que pudo. En este mismo lapso, el cuadro local tuvo una descolgada por conducto del venezolano Jesús Gómez, que no fructificó.

Dorados mostró fuerza en la media cancha y aprovechó algunos descuidos de Necaxa. Desdobló bien con velocidad en las jugadas de contraataque, que la zaga visitante cortó de manera acertada.

Un cuarto de hora más tarde, el encuentro se tornó ríspido, ya que Dorados, que espera regresar a la Primera División tras nueve años de ausencia, trató de apoderarse el duelo, pero sin toque de talento a la hora de cerrar la jugada.

Tanto Necaxa como Dorados se trenzaron en jugadas de aproximación, que, sin embargo, los atacantes eran incapaces de concretar. Por los visitantes el hondureño Roger Rojas apretó la pierna y por los locales Carlos Pinto intentó de larga distancia.

Ni el ecuatoriano Segundo Castillo, de los sinaloenses, ni el hondureño Rojas, de Necaxa, encontraron el camino para abrir el marcador. Fue hasta el minuto 40, tras un rebote dentro del área tras cabezazo de Vinicio Ángulo, cuando Raúl Enríquez inauguró el marcador por Dorados.

Era fundamental que el once «culichi» anotara primero, ya que con ello tuvo la oportunidad de mejorar su sistema táctico y en los minutos finales se fue con todo para amarrar el marcador ante un desconcertado Necaxa.

Para el complemento, el cuadro hidrocálido salió con la necesidad de empatar para aprovechar su localía en el segundo partido y aspirar a la Primera División. Pero Dorados mostró mayor dinamismo en busca de aumentar el marcador e ir a Aguascalientes con ventaja.

Sin embargo, al minuto 55, Necaxa sacó su estilo de primera, cuando desde su campo inició la jugada con José Martínez, quien envió trazó al hondureño Roger Rojas para elevar el esférico ante la salida del arquero Alberto Frausto y marcar el empate.

Con esta anotación, el partido fue más vistoso, el cuadro sinaloense despertó del breve letargo y comenzó a fraguar jugadas de peligro con el venezolano Gómez por la banda; en tanto los hidrocálidos lograron generar contragolpes vía Gorocito.

De nuevo, el cuadro local tomó las riendas del juego, sin embargo, no pudo llegar con claridad a la meta de Gallardo, quien cuando fue exigido respondió de buena manera.

Por lo que Bustos movió sus líneas y sacó a Vinicio Ángulo por Christian López, quien se mostró con mayor movilidad para abrir la zaga visitante. Al 70, Alejandro Molina tuvo la puerta abierta y su disparo se fue desviado tras un error de Gallardo.

Dorados comenzó a jugar con trazos largos a López, quien en menos de cinco minutos fue más peligroso. A 10 minutos del final, los sinaloenses intentaron de todo para lograr el segundo gol.

El silbante Fernando Hernández sacó cartón preventivo a Segundo Castillo de Dorados y a Daniel Cervantes y el chileno Luis Gallegos de Necaxa.

Alineaciones:

Sinaloa.- Alfredo Frausto, Jonathan Lacerda, Uriel Álvarez, Carlos Pinto, Alejandro Molina, Diego Mejía, Segundo Castillo, Vinicio Angulo, (Christian López, 73), Jesús Gómez (Guillermo Rojas, 81), Rodrigo Prieto y Raúl Enríquez. DT Carlos Bustos.

Necaxa.- Jesús Gallardo, Carlos Ramos, Daniel Cervantes, Luis Alberto Padilla, Luis Felipe Gallegos, Luis Ernesto Pérez, Michel García (Abraham Riestra, 84), Jorge Sánchez, José Martínez, Roger Rojas (Jesús Isjara, 72) y Luis Gorocito (Hugo Lojero, 98). DT Miguel de Jesús Fuentes.

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Joshua impone jerarquía y detiene a Jake Paul en una pelea que dividió al boxeo

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Anthony Joshua dejó en claro la diferencia entre un excampeón mundial y una celebridad convertida en boxeador. El británico venció por nocaut técnico a Jake Paul en el sexto asalto de un combate de peso completo celebrado la noche del viernes en Miami, una pelea que desde su anuncio generó polémica por el contraste de experiencia, tamaño y trayectoria entre ambos contendientes.
El enfrentamiento, pactado a ocho rounds profesionales, despertó críticas por los riesgos que implicaba para Paul, quien llegó con marca de 12 triunfos y una derrota frente a Joshua, dos veces campeón del mundo y con récord de 28 victorias y cuatro caídas. Sin embargo, contra la mayoría de los pronósticos, el estadounidense resistió más de lo esperado y logró extender la contienda hasta bien entrada la segunda mitad.
Desde el inicio, Paul optó por el movimiento constante y el amarre, una estrategia evidente para consumir tiempo y evitar los golpes de poder del británico. Joshua, por momentos impreciso y visiblemente frustrado, tardó en encontrar su distancia, aunque poco a poco fue imponiendo su físico y su alcance.
En el quinto episodio llegaron los primeros momentos realmente críticos para Paul. Joshua conectó combinaciones más limpias, provocó dos caídas y estuvo cerca de finalizar el combate, aunque su rival logró sobrevivir con esfuerzo y algo de teatralidad, incluso recurriendo a gestos provocadores hacia el británico.
El desenlace llegó en el sexto round. Joshua salió decidido, conectó una derecha contundente que envió a Paul a la lona y, tras reincorporarse en evidente mal estado, el estadounidense recibió un uppercut y una nueva derecha al mentón que obligaron al réferi a detener la pelea. Paul terminó con el labio inferior partido, pero consciente y sonriente, reconociendo el cierre inevitable.
Más allá del resultado, el combate dejó sensaciones encontradas. Para Joshua, la victoria confirmó su superioridad sin que el análisis técnico vaya mucho más allá. Para Paul, haber llegado al sexto asalto frente a un peso completo de élite fue visto por algunos como una muestra de valentía y por otros como una peligrosa puesta en escena.
El debate sobre este tipo de cruces seguirá abierto, pero en el ring no hubo discusión. La experiencia y el poder de Anthony Joshua marcaron el final.

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