El expresidente Enrique Peña Nieto presumió durante su sexenio que una nueva generación de gobernadores del PRI movería a México. Como testimonio quedó una emblemática foto que hoy en día, tras el asesinato de Aristóteles Sandoval, parece la premonición de una tragedia.
Presos, prófugos y ejecutados. Así terminaron varios de los ex gobernadores que posaron sonrientes junto al mandatario priista, señalado por una andanada de casos de corrupción de sus subalternos.
La madrugada del viernes 18 de diciembre, el ex gobernador de Jalisco, Aristóteles Sandoval, fue ejecutado por la espalda cuando acudió al baño del restaurante Distrito/5 en Puerto Vallarta. “Fue el narco”, estableció el Fiscal General del estado, Gerardo Octavio Solís, sin precisar si se trataba del CJNG, organización que había amenazado de muerte al ex mandatario en 2018.
Roberto Sandoval, César Duarte, Javier Duarte y Roberto Borge, dejaron de ser el ejemplo de un tricolor renovado, para dejar un legado de excesos, corrupción e impunidad. Vale la pena señalar que en la foto “maldita” también aparece Rafael Moreno Valle, ex gobernador de extracción panista, que murió trágicamente el 24 de diciembre de 2018 en un accidente aéreo junto a su esposa Martha Érika Alonso, entonces mandataria de Puebla.
Fuente: Infobae