En días pasados preguntamos qué le habían dado a Miguel Jurado para que abandonara al PAN y se fuera con el PRI. Pues bien, los juradistas nos contactaron y nos ofrecieron su versión de los hechos.

El hecho inicial es que Jurado prácticamente no tenía competencia en Parral, llevaba las de ganar al menos 50 puntos de cualquier otro candidato. Cosa sencilla. Fue entonces cuando el gobernador Duarte, al saberse derrotado en su tierra, hizo una hábil maniobra y lo contactó para ofrecerle ir en alianza con el PRI, y a cambio, dar todo el respaldo institucional no solo a su candidatura, sino a su proyecto de gobierno, algo que acabaría beneficiando sobre todo a los parralenses.

Una de las principales ventajas sería que no habría campaña, sino que iniciaría, desde ya, un plan de desarrollo municipal para conocer las condiciones en las que se recibe el municipio y cuáles son las necesidades más urgentes. Tampoco habría gastos ni desgaste de campaña. El proyecto de Jurado, dicen, es tan bueno, que sumaría a todos los partidos, en un ánimo real por mejorar la situación de Parral, y mejorar así los réditos políticos de todos.

Un punto muy destacable, es que el gobernador le ofreció a Jurado su amor sin condiciones, ya que sería este último el encargado de configurar, a su gusto, el equipo que llevaría a la alcaldía, las empresas a las que licitaría y sus regidores, algo que en el PAN no le hubieran permitid ni en sueños.

El único interés de Duarte, es que el logo del PRI saliera del lado de los vencedores, sin importar que llevara al lado una miríada de partidos, ya que perder en la llamada “tierra santa” parralense, hubiera sido una goliza en casa, como le pasó a los Baeza en Delicias.

Fue entonces cuando Duarte tuvo la genial idea de convocar a Jurado. Lo citó en un restaurante en la Ciudad de México, acompañado de Gustavo Madero, líder nacional del PAN. Ambos recibieron con agrado la propuesta y se comprometieron a plancharla para que personajes como Javier Corral, uno de los radicales del PAN, no interfirieran.

Cuando Miguel habla con Javier, este último lo ofende y lo acusa de vendido y le vomita todo su discurso antipriísta, en términos por demás ofensivos. Miguel siente en este momento una gran decepción, pues consideraba que la buena relación que hasta entonces había entre ambos podría facilitar la apertura, o cuando menos la tolerancia a su decisión.

Ya en Chihuahua, Miguel habla con su sobrino, Erik Jurado, quien fue coordinador de la campaña de Corral para la senaduría y le expone el proyecto. Erik lo ve con agrado y trata de mediar entre Miguel y Javier, pero este último sataniza al gobernador, al PRI y remata diciéndole a Erik “lo creo de Miguel, pero no de ti”. No hubo argumento que valiera.

Ante la rotunda negativa de Corral, Madero se echa para atrás y no admite la alianza con el PRI. Le da línea a Mario Vázquez de no aceptar, pero días después vuelve a cambiar de opinión y da luz verde a la alianza.

En este momento, Mario Vázquez habló con varios directores de medios y periodistas para denunciar que el gobernador quiere comprar a sus candidatos, a fin de echar por tierra cualquier posible alianza, pero los comunicadores, en vez de publicarlo, dieron aviso a Juan Ramón Flores, coordinador de Comunicación Social. Al enterarse Duarte, llama a Jurado y le pide que juegue limpio, pues había negociaciones en curso que podían aceptarse o no, pero sin necesidad de ventilarlas hasta que hubieran tomado una decisión. Jurado, en este punto, reclama a Vázquez por la trampa que pretendió tenderle al mandatario, y asustado al ver que no tuvo efecto por la influencia de Duarte, recula y acepta la alianza.

Luego de haber aceptado, Mario Vázquez vuelve a cambiar de opinión, e indica a Carmen Cano “Camelo”, presidenta del Comité Directivo Municipal del PAN de Parral, que rechace la alianza y que divulgue el rumor de que Jurado recibió un millón de dólares y la promesa de una secretaría federal al terminar su alcaldía, por aceptar ir en alianza con el PRI. Camelo accede.

Jurado, a verse embarrado por la guerra sucia de Mario Vázquez, le reclama. Acude con Madero pero sigue indeciso, y tras haber cambiado seis veces de opinión, al final decide que no hay alianza. En ese momento Camelo recibe un e-mail de Cinthia Chavira, esposa y operadora de Javier Corral, el cual leyó íntegramente como si fuera su discurso durante la junta informativa del miércoles antepasado y pregunta a Corral si será candidato únicamente por Acción Nacional, frente a todos.

En ese momento Miguel cuenta toda su versión, algunos panistas lo respaldan y otros se escandalizan. Ahí acabó la escasa paciencia del “Hulk Hogan” parralense y les espeta: Yo no veo nada de malo en que el gobernador y los priistas se sumen a nuestro proyecto, la politica es de acuerdos, que bueno sería llegar unidos a la presidencia municipal…

La presidenta del PAN le dice a Miguel: a ti te hizo el PAN. Como si le hubieran jalado los bigotes, enfurece y responde que a él no lo hizo el PAN, sino el movimiento ciudadano que encabezó para proteger a los parralenses contra los abusos financieros y, en todo caso, los valores que aprendió de su familia, “así que no me vengan con que a mí me hizo el PAN, y si quieren saber si seré únicamente el candidato del PAN, sepan que no, yo voy a ser el candidato de los parralenses. Entonces salió del recinto, acompañado por más de la mitad de los presentes.

Ahora Miguel ya tiene lista su candidatura, respaldada por prácticamente todos los partidos, menos el PAN, desde luego. Pero no es allí donde están más inconformes, sino en el propio PRI, donde la decisión del gobernador los dejó sin ninguna oportunidad de ocupar hueso.

De haber sido candidato por el PAN, a estos no les hubiera ido mucho mejor, ya que del comité directivo municipal únicamente dos tienen carrera: un profe de secundaria y un abogado que no litiga, por lo que Corral sentenció que solo quería personas capaces, es decir, ellos estaban fuera.

Pero es tanta el hambre de hueso en el PRI, que algunos ya prefieren irse preparando y arrancaron una huelga de hambre, como Jesús Manuel Muñoz Cereceres, secretario de la Comisión de Procesos Internos en Parral, coordinador de zona y suplente del síndico.

Según alegó, su huelga es en apego a su “pensamiento crítico y filosófico”, pues acusó a Jurado de tener inocultables raíces panistas, e incluso amenazó con radicalizar su postura este lunes. A ver cómo se pone.

Tan lastimosa es la situación en el PAN, que algunos no temen ya el “carro completo” del PRI, que quizá con algunos rayones, pero llegará sin duda. El temor ahora es incluso perder el registro, pues, por ejemplo, años atrás Acción Juvenil tenía casi mil miembros plenamente activos, cuando hoy no alcanza ni 100 y de los 64 municipios, menos de 15 tienen representación.

De haber permitido la alianza, Corral se hubiera convertido en el candidato natural a la gubernatura en 2016, un candidato con probabilidades de arrebatarle el poder al PRI, pues todos dan ya por un hecho la derrota de Teresa Ortuño en Chihuahua y María Antonieta en Juárez. Delicias es ahora su única esperanza.

Pero aquí no acaba la tragicomedia del PAN. En Juárez muchos panistas han cerrado filas y se han unido, pero contra su candidata, María Antonieta Pérez Reyes, en un movimiento encabezado por Arturo Ayala, quien se registró con la bendición de Cruz Pérez Cuellar, Raúl García Ruiz y Héctor Hernández, entre otros mapaches azules.

Lo sorprendente, fue que María Antonieta, en vez de hacer su esperado llamado a la unidad y la concordia, arremetió contra su rival quien, también contra lo esperado, se mostró sereno y mesurado. A ver qué pasa.

En Chihuahua se repitió la misma obra, pero con diferentes actores: La protagonista, la candidata, enfrenta de último momento la oposición de un aspirante salido sepa Dios de dónde, pero bendito por quienes ejercen el poder tras bambalinas.

Se trata de Miguel Riggs Baeza, hijo de la conocida panista Carolina Baeza, quien acudió al CEN a registrarse, con Rocío Reza como madrina, y aseguró que no participó en el proceso de selección interna, pues se basaba más en nombres (y padrinos) que en propuestas, y asegura carecer de compromisos con los sectores radicales del panismo. ¿Le cree?