La reina Isabel II dice sentir “un gran vacío en su vida” tras la muerte el viernes de su esposo el príncipe Felipe, a los 99 años, en el Reino Unido, indicó este domingo su hijo, el príncipe Andrés. “Ella lo describe como un gran vacío en su vida”, declaró Andrés en diálogo con los periodistas al término de una misa en homenaje al fallecido duque de Edimburgo.
“Como cabía esperar, la reina es una persona increíblemente estoica”, describió el duque de York, que afirmó que la muerte del duque, el viernes a los 99 años, representa “prácticamente la desaparición del abuelo de la nación”.
Andrés aseguró que “es una pérdida terrible” y recordó una conversación que tuvo con su padre por teléfono hace unos meses: “Me dijo que todos estamos en el mismo barco y que debemos recordar que a nosotros, la familia, se nos pide que nos levantemos y mostremos compasión y liderazgo”.
“Y, por desgracia, la muerte de mi padre me ha hecho comprender, no sólo nuestra pérdida, sino también la pérdida que todo el mundo ha sentido, por tanta gente que ha muerto y ha perdido a sus seres queridos durante la pandemia. Y así, todos estamos en el mismo barco, en circunstancias ligeramente diferentes porque él no murió de Covid, pero todos tenemos un gran sentimiento de pérdida”, agregó.
El príncipe Felipe, duque de Edimburgo, murió el viernes a los 99 años. El Palacio de Buckingham confirmó su fallecimiento a través de un comunicado: “Es con profundo pesar que Su Majestad la Reina anuncia la muerte de su amado esposo, Su Alteza Real el Príncipe Felipe, Duque de Edimburgo”. El monarca se casó con Isabel en 1947, años antes de que fuera coronada reina. Al contraer matrimonio con un miembro de la familia real, renunció a su título de Príncipe de Grecia y Dinamarca, y le fueron concedidos los títulos de Duque de Edimburgo, Conde de Merioneth y Barón de Greenwich.
El príncipe Felipe murió tras haberse convertido en el consorte monárquico más longevo de la Corona británica, con más de 70 años junto a la reina Isabel II. Estuvo siempre a la sombra de su esposa, con gran lealtad y una propensión a mostrarse poco respetuoso de lo políticamente correcto. “Es mejor desaparecer que alcanzar la fecha de caducidad”, había dicho hace unos años con su particular sentido del humor.
Andrés, de 61 años y considerado a menudo como el hijo preferido de Isabel II, se apartó de la familia real en 2019 por su amistad con el fallecido financiero estadounidense Jeffrey Epstein, acusado de explotación sexual de menores. Una estadounidense, Virginia Roberts, afirma que fue obligada a mantener relaciones sexuales con el príncipe cuando ella era menor de edad y estaba bajo el control de Epstein.
Su hermano, el príncipe Eduardo, describió por su parte “un terrible shock”. “Todavía estamos tratando de asimilarlo, es muy muy triste”, agregó. Según su esposa Sophie, la condesa de Wessex, la reina “piensa en los demás antes que en sí misma, como siempre”.
El sábado, el heredero de la corona Carlos, de 72 años, rindió un homenaje a su padre, declarando que su familia lo extraña “enormemente” y destacando su “servicio” a la reina, a la familia y al país.
El funeral tendrá lugar el próximo sábado en la capilla de San Jorge, adyacente al castillo de Windsor. Y se confirmó la presencia de Harry pero no asistirá su esposa, Meghan Markle, quien está embarazada. La ceremonia privada comenzará a las 14:00 GMT, cuando se pedirá a la nación que guarde un minuto de silencio en tributo al esposo de la reina Isabel II, y será retransmitida por televisión.
El Reino Unido rindió este sábado un primer homenaje solemne a la figura del marido de la reina Isabel II, el príncipe Felipe, con 41 salvas de cañonazos, una por minuto, en diferentes puntos de la geografía británica. Desde las 12:00 hora local (11:00 GMT) y hasta 41 minutos después, los cañones en emplazamientos militares de Londres, Edimburgo, Cardiff, Belfast o Gibraltar, así como desde los destructores HMS Diamond y HMS Montrose, lanzaron disparos que fueron ofrecidos en directos por las televisiones.
La muerte del marido de la reina Isabel II llegó en un momento especialmente delicado para la monarquía británica, debido, sobre todo, a la explosiva entrevista que ofrecieron recientemente el príncipe Harry y la duquesa de Sussex, Meghan Markle, en la que acusaron de racismo a miembros de la realeza.
Fuente: Infobae