A sus 40 años, Jesús Zavala no ve el tiempo de pensar en su vejez, sino todo lo contrario. Sabe que tendrá que trabajar muchos años y quién sabe si le alcance para dejar de trabajar algún día. “A estas alturas no se puede pensar en el retiro porque los problemas están ahora”, dice. Fue despedido a finales de marzo del call center donde llevaba trabajando un par de años y no cuenta con otro ahorro más que el que tiene en su Afore (Administradora de Fondo para el Retiro), por lo que decidió hacer una solicitud para retirar dinero por desempleo. En un par de semanas, si todo sale bien, recibirá 9.500 pesos (unos 420 dólares). “Eso apenas me alcanzará para pagar un mes de renta”, detalla.
El desempleo ha orillado a 267.610 personas en México a retirar de su fondo de pensión, en el mes de abril, un monto total de 1.591 millones de pesos (casi 36 millones de dólares). Se trata de una cifra sin precedentes desde que se creó este sistema, en 1997. “Estamos esperando que estas cifras se disparen y se dupliquen en el mes de mayo y junio, ya que todavía no se ven reflejados los efectos de la pandemia”, dice a EL PAÍS Abraham Vela Dib, presidente de la Comisión Nacional de Ahorro para el Retiro (Consar), el organismo de Gobierno que regula a las diez instituciones financieras que concentran los ahorros de 66,7 millones de trabajadores.
La crisis del coronavirus ha dejado a 555.247 trabajadores sin empleo, tan solo en el mes de abril, según datos de la seguridad social. Aunque el panorama ha desembocado en un retiro de efectivo masivo e histórico, las administradoras aseguran tener el dinero suficiente para hacer frente a las peticiones de los desempleados. “Las Afores cuentan con liquidez por 47.000 millones de pesos”, dice Bernardo González, presidente de la Amafore, la asociación que agrupa a las entidades financieras que invierten los recursos destinados al retiro de los mexicanos. “Con esa liquidez somos capaces de soportar un escenario de hasta tres millones de retiros por desempleo en los próximos meses”, dice el director de la Consar.
Pero la contingencia sanitaria puso el ahorro de los trabajadores como una salida rápida para la urgencia financiera de millones de mexicanos sin empleo o que vieron una reducción de sus ingresos. Gerhard Flores llamó al agente de su Afore buscando retirar por segunda ocasión de su fondo de jubilación. “Todo está cerrado y tuve que aceptar que me pagaran la mitad por fuera, sin contrato”, dice el empleado. Sin embargo, la ley contempla que solo se pueda retirar una vez cada cinco años y por un monto no mayor al 10% del total ahorrado. “Aquí no hay seguro de desempleo y lo que gano apenas me alcanza”, comenta.
En semanas pasadas varios partidos políticos han propuesto modificaciones a la ley para que se pueda retirar montos más altos y que el periodo se reduzca a tres años. “Sería un riesgo grave que los ahorros para el retiro se reduzcan de manera significativa y que afecte de manera importante el monto de su jubilación”, considera el presidente de la Consar.
Fuente: EL País