China dio este lunes otro duro golpe diplomático a Taiwán tras firmar el establecimiento de relaciones con El Salvador, la tercera nación latinoamericana que ha decidido romper lazos con la isla en poco más de un año.
El acuerdo fue firmado por los ministros de Exteriores de ambos países, Wang Yi y Carlos Castaneda, en un encuentro celebrado en la Residencia de Jefes de Estado de Diaoyutai.
En poco más de un año Taiwán ha perdido a otros dos destacados aliados latinoamericanos, Panamá y la República Dominicana, además de a Burkina Faso y a Santo Tomé y Príncipe, países que han establecido relaciones diplomáticas con China.
La ruptura de lazos con estos cinco países se ha producido desde que en 2016 llegará al poder la presidenta taiwanesa Tsai Ing-wen, del independentista Partido Demócrata Progresista (PDP), quien se negó a aceptar el «Consenso de 1992».
De hecho, las relaciones bilaterales entre Taiwán y China se encuentran en un momento de estancamiento y tensión debido a la exigencia de Pekín de no negociar ni establecer contactos de alto nivel hasta que la presidenta declare que Taiwán es parte de China.
La firma se realizó frente a los medios de comunicación, quienes fueron convocados al palacio para la ceremonia, que se celebró en la villa número doce del recinto y que concluyó con un brindis con champán.
En unas breves declaraciones, Castaneda señaló que lo firmado ha sido «el camino correcto», que será beneficioso para los dos pueblos y es un paso estratégico para la nación latinoamericana.
Este anuncio se ha producido cuando la presidenta taiwanesa acaba de realizar un viaje oficial a los países aliados de Belice y Paraguay, donde el pasado día 15 asistió a la toma de posesión del nuevo presidente de ese país, Mario Abdo Benitez.
El viaje despertó la ira de Pekín, ya que la presidenta hizo dos escalas en Estados Unidos, en las ciudades de Los Ángeles y Houston.