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Chihuahua

El secretario Edibray Gómez recibe los nombramientos de Parral y Guachochi como “pueblos mágicos”

Las ciudades de Hidalgo del Parral y Guachochi, recibieron oficialmente el nombramiento que los reconoce como Pueblos Mágicos, con lo que suman ya cinco las poblaciones chihuahuenses que cuentan con esta distinción.


La noticia fue dada a conocer en rueda de prensa por el secretario de Turismo del gobierno de la república, Miguel Torruco Marqués, en el marco de la reunión nacional de la Unión de Secretarios de Turismo de México A.C. (Asetur).

El evento tuvo lugar en Ciudad de México, donde autoridades locales y estatales se congregaron para celebrar esta distinción. El secretario de Turismo del Estado, Edibray Gómez Gallegos, estuvo presente durante la ceremonia, mostrando su apoyo y entusiasmo por la nueva designación.

En esta ocasión, estuvieron nominadas 123 poblaciones de 27 estados del país y solo 45 obtuvieron el nombramiento, con lo que son ya 177 las localidades mexicanas con esta denominación, cinco de las cuales se ubican en territorio chihuahuense (Creel, Casas Grandes, Batopilas, Parral y Guachochi).

Durante la ceremonia estuvieron también presentes el presidente de la Asetur y secretario de Turismo de Nayarit, Juan Enrique Suárez del Real Tostado, así como el subsecretario de Turismo de México, Humberto Hernández Haddad.

El programa de Pueblos Mágicos fue creado en 2001 para promover a los poblados del país que ofrecen experiencias especiales a sus visitantes, ya sea por sus bellezas naturales, su riqueza cultural, su folklore, tradiciones, relevancia histórica, arte, gastronomía y hospitalidad en general.

Chihuahua

Contra los adelantados: Rafa Loera y otros políticos ya no serán candidatos: Sheinbaum impone orden y frena el oportunismo electoral

La presidenta Claudia Sheinbaum ha reafirmado su compromiso con la legalidad y el orden político al frenar en seco las campañas anticipadas de varios aspirantes dentro y fuera de Morena. Entre ellos destaca Andrea Chávez, quien se perfilaba como una figura fuerte en el norte del país, pero cuya visibilidad en actos públicos, brigadas móviles y mensajes en redes encendió las alertas en Palacio Nacional.

El mensaje fue claro: gobernar no es lo mismo que promoverse. Y el momento actual exige trabajar por el país, no por los reflectores. Sheinbaum decidió marcar un alto a cualquier intento de adelantarse en la sucesión de 2030, priorizando la estabilidad, el respeto institucional y la concentración en los grandes retos nacionales.

Otro caso que quedó contenido fue el de Rafael Loera, político chihuahuense que había comenzado a posicionarse como aspirante a la presidencia municipal de Chihuahua. Su nombre empezó a circular en encuestas telefónicas, anuncios estratégicos y reuniones territoriales. Sin embargo, la instrucción fue contundente: no es tiempo de precampañas disfrazadas ni de ambiciones personales.

Loera, junto a otros políticos que también empezaban a alzar la mano —como legisladores locales, exalcaldes y operadores regionales— entendieron el mensaje presidencial: quien no respete los tiempos, queda fuera del juego.

Esta acción refuerza la autoridad de Claudia Sheinbaum como líder nacional. Su decisión no solo evita una guerra interna en Morena, sino que protege al movimiento de desgastes innecesarios. Su liderazgo queda ratificado como firme, disciplinado y enfocado en la transformación, no en la improvisación política.

La presidenta gobierna con temple y visión, y con este movimiento estratégico, demuestra que el futuro de México no será definido por prisas personales, sino por proyectos colectivos.

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