De nuevo, el gobernador de Chihuahua, César Duarte, llamó a los casi 300 aspirantes a alcaldías, a mantener la unidad y aceptar la decisión del partido, en aras de mantener la fortaleza electoral que ha caracterizado al PRI.
Los aspirantes se reunieron en el edificio del PRI estatal de la ciudad de Chihuahua, para recibir terapia previa al “dedazo” que es inminente. Los terapeutas fueron, además del gobernador, Leonel de la Rosa, dirigente estatal del PRI, y Julián Luzanilla, delegado general del Comité Ejecutivo Nacional.
El mandatario le recordó a los presentes, que él mismo debió disciplinarse en el sexenio de Patricio Martínez, cuando le negaron la diputación y destacó que aunque no habrá espacios para todos, la disciplina, tarde o temprano, será recompensada.
Destacó además que no serán la amistad o las relaciones, las que definan quién será candidato y quien no, sino el trabajo partidista, la capacidad y la trayectoria.
Destacó que en mientras en una mesa estaban Enrique Serrano, Carlos Salas, Jorge Quintana y Héctor Arcelús, aspirantes a la alcaldía de Juárez, en otra estaban Marcelo González, Javier Garfio, Maurilio Ochoa, Ricardo Boone y Alejandro Domínguez, quienes buscan la alcaldía de Chihuahua. Todos como buenos hermanitos.
La convocatoria será emitida en el transcurso de esta semana y los “elegidos” podrán registrarse hasta el 22 de marzo, si no hay cambio de planes de último momento.
Pese a los llamados de unidad y la foto juntos, como en la escuelita, las puñaladas por la espalda se desataron, y eso que aún no se ha hablado de las candidaturas a diputaciones. Aunque el triunfo del PRI ha sido rotundo en los últimos años, el pastel no alcanza para todos.
Trascendió además que quienes de plano ya están descartados, son cerca de 20 aspirantes quienes aparecen en una “lista negra” realizada por la Procuraduría General de la República, la cual consigna sus relaciones con criminales, un lastre con el que el PRI no quiere cargar, o no tanto.
Para poder asistir a este evento, el gobernador Duarte debió cancelar su viaje a la presentación de los resultados por los primeros 100 días de gobierno de Enrique Peña Nieto, donde destacó que van 3,157 homicidios dolosos relacionados con delitos federales.
Esto refleja que los esfuerzos por contener la violencia que heredó Felipe Calderón, no han bastado, e incluso en lagunas regiones de Chihuahua y el país los picos de criminalidad empiezan a subir de manera más que preocupante.
El mayor cambio que se ha notado durante el sexenio de Peña, ha sido la estrategia de comunicación, mucho más efectiva, centrada y madura que la de su antecesor, quien no perdía oportunidad para presumir la captura de acusados, como si fueran un trofeo de caza.
El hecho más importante de lo que va del sexenio ha sido sin duda la captura de Elba Esther, aunque hay otros relevantes como la Ley de Víctimas, la iniciativa para eliminar el arraigo y tratar con respeto a los acusados y los esfuerzos para combatir la pobreza, infructuosos hasta el momento.
También infructuosos han sido los esfuerzos de Francisco Barrio, exgobernador de Chihuahua, para mantenerse como embajador en Canadá. Según lo que le ofrezcan, decidirá si vuelve a Juárez o a la ciudad de México.
En contraparte, Fernando Baeza, también exgobernador, podría irse de embajador a Costa Rica, país que adora tanto que pasa la mayor parte de su tiempo allá, mientras que a China sería enviado Jesús Macías.
Estos nombramientos, de concretarse, serían motivo de festejo, al igual que el 60 cumpleaños de Héctor Murguía, quien se festejará a lo grande el próximo miércoles 13 de marzo. Los achichincles ya andan pasando la charola para organizar una gran fiesta.
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