El Universo se está expandiendo más rápido de lo que se creía, concluyeron astrónomos dirigidos por el Premio Nobel estadounidense Adam Riess tras realizar una serie de investigaciones con el telescopio espacial «Hubble».
La tasa de expansión cósmica es por ello en torno a un cinco y un nueve por ciento más alta de la considerada hasta ahora, según el análisis que se publica en la próxima edición de la revista especializada «The Astrophysical Journal».
Con el telescopio espacial, el equipo de Riess calculó con la mayor exactitud conocida hasta ahora la velocidad de expansión del Universo y situó la conocida como constante de Hubble en 73,2 kilómetros por segundo por megapársec. Un megapársec equivale a 3,26 millones de años luz.
Ello significaría que dos puntos separados por un megapársec se separan cada segundo 73,2 kilómetros más.
Los astrónomos compararon ese valor con la tasa de expansión que resultó de las mediciones del eco del bing bang con los satélites WMAP y Planch.
Esa comparación es como construir un puente entre los dos valores, explicó Riess en un comunicado del instituto del telescopio espacial STScI en Baltimore, en el estado de Maryland.
En un extremo se encuentran las mediciones del «Hubble» del Universo local y del otro las mediciones satelitales del eco del bing bang que dio origen al cosmos.
«Se empieza por los dos finales esperando que se encuentren en el medio, si todas las mediciones son correctas», contó el astrónomo. «Pero los dos extremos no se encuentran ahora realmente en el medio y nos gustaría saber por qué».
Una posibilidad podría ser la existencia de una partícula elemental, hasta ahora sólo hipotética, que hubiera cambiado el balance de energía en el joven Universo, la llamada radiación oscura, explicó el centro de información europeo Hubble en Garching, cerca de Múnich.
Los nuevos análisis podrían también dar pistas sobre la naturaleza de otros componentes «oscuros» que se sabe que existen, pero que están aún rodeados de misterio, como son la materia y la energía oscuras, señaló Riess.
«Este sorprendente descubrimiento podría ser una importante clave para comprender esa parte secreta del Universo, que supone el 95 por ciento del total, y que no emite luz, como son la materia oscura, la energía oscura y la radiación oscura».
Vanguardia