A raíz de la emergencia sanitaria del nuevo coronavirus, una de las medidas que se ha planteado una vez que las personas puedan realizar viajes en avión de manera cotidiana es la de no ocupar el asiento de en medio para mantener algunos centímetros de distancia entre pasajeros; no obstante, esto tendría un importante impacto tanto en los balances financieros de las aerolíneas como en el costo de los boletos.
De acuerdo con Alexandre de Juniac, director general de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA, por sus siglas en inglés), esta medida representaría un golpe a los bolsillos de los pasajeros, pues dejar vacío el asiento de en medio podría incrementar entre un 43 y 54% el costo del boleto, dependiendo de la región en donde opere la aerolínea.
Según el directivo, el índice de carga máxima se reduciría al 62%, muy por debajo de la cifra de equilibrio del sector, actualmente del 77 por ciento. “Con menos asientos para vender, los costos unitarios aumentarían notablemente (…) sólo para cubrir los gastos de la falta de esos asientos”, comentó en un comunicado el directivo de la IATA, la cual representa a 290 aerolíneas en todo el mundo.
Además, desde su perspectiva, esta medida no sería suficiente para mantener la sana distancia de entre uno y dos metros que las autoridades sanitarias han recomendado para evitar la propagación de la Covid-19, pues entre el primer y tercer asiento únicamente hay 50 centímetros de separación.
“Las aerolíneas están luchando por su supervivencia. Eliminar el asiento del medio elevará los costos. Si eso se puede compensar con tarifas más altas, la era de los viajes asequibles llegará a su fin. Por otro lado, si las aerolíneas no pueden recuperar los costos en tarifas más altas, éstas se irán a la quiebra”, declaró.
Por otra parte, el directivo también mencionó que mantendrán un control cotidiano de la temperatura de los pasajeros, trabajadores y tripulaciones, así como reducir el contacto en los procesos de embarque y desembarque. Incluso analizan la posibilidad de realizar pruebas para detectar casos de Covid-19 en los aeropuertos, una vez que haya mayor disponibilidad.
Una de las razones por las que no será necesaria la medida del asiento de en medio es que los pasajeros se ubican mirando hacia adelante, con una mínima interacción cara a cara con la persona contigua, en tanto los asientos constituyen una barrera ‘per se’ respecto a quienes viajan adelante.
Además, el flujo de aire que circula desde el techo hacia abajo reduce el riesgo de contagio, y “no favorece la condensación de gotas (de agua)”, como en los ambientes interiores normales.