Tras acudir a una serie de protestas para exigir agua en el estado de Chihuahua una pareja fue rafagueada la noche del miércoles presuntamente por elementos de la Guardia Nacional, en el lugar murió Yesica Silva, en tanto que su esposo Jaime T. fue llevado en estado grave al hospital.
Yesica tenía 36 años de edad, era originaria de Estación Consuelo, municipio de Meoqui, murió por impacto de bala al interior de una camioneta Ford y su esposo Jaime quedó lesionado, después de que se dirigía a su vivienda en la población de Lázaro Cárdenas.
Ambos habían participado en la manifestación para recuperar la presa La Boquilla, la cual estaba resguardada por elementos de la Guardia Nacional.
Testigos acusan a los elementos federales de dispararles por la espalda, por su parte la corporación federal aceptó su participación en el incidente pero sostuvo que fue un enfrentamiento armado con civiles que intentaron liberar a unos detenidos y que ellos trataron de repeler la agresión.
“Ella era una mujer muy valiente y muy trabajadora”, afirmó al portal local El Diario de Chihuahua una tía de la víctima.
Para apoyarse económicamente, Yesy elaboraba y vendía pasteles, pero su principal fuente de ingresos era el trabajo en el campo, confió.
“Hacía trabajos en la labor, era una mujer de campo como muchas de nosotras en Chihuahua”, agregó la familiar que exige que el crimen no quede impune.
La participación de las mujeres en la lucha por el agua en Chihuahua ha sido destacada por los propios manifestantes que han identificado a las productoras del campo como “Adelitas”.
Desde hace tiempo, productores agrícolas del estado de Chihuahua han protestado por la falta de agua para sus riegos, pero la semana pasada llegaron a un acuerdo que la Comisión Nacional de Agua (Conagua) incumplió al aumentar la extracción de la presa La Boquilla para cumplir con el Tratado Internacional de Aguas entre México y Estados Unidos.
Como resultado, los campesinos tomaron la presa por la fuerza y obligaron a los elementos de la Guardia Nacional que resguardaban la zona a desalojar el recinto, no sin antes tener un enfrentamiento en el que los uniformados trataron de disipar al colectivo con gas lacrimógeno.
En la mesa de diálogo que tuvo lugar anteriormente, la Conagua aceptó cesar la extracción agua, luego de que se obtuviera una cierta cantidad. Sin embargo, el pasado domingo aumentó la cantidad de líquido extraído de la presa.
Los protestantes aseguran que 52 de los 67 municipios del estado padecen sequía gracias a dicho tratado. Por ello tomaron la presa y esta madrugada se mantienen alerta ante la posible llegada de la Guardia Nacional.
El gobernador de Chihuahua, Javier Corral, se había comprometido con los campesinos a acompañarlos a una reunión con el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO) para tocar el tema. Sin embargo, el mandatario estatal denunció ante la Alianza Federalista que el ejecutivo federal se habría negado a recibirlo o tomarle la llamada.
México se ha retrasado en la cantidad de agua que debe enviar al norte de su frontera desde sus presas en conformidad con un tratado de 1944. Pero los productores agropecuarios del estado de Chihuahua, fronterizo con Estados Unidos, quieren conservar el agua para sus propios cultivos.
El tratado de aguas se ha convertido en un delicado tema político en el norte de México, donde se acumulan las protestas violentas y las teorías de conspiración.
Agencias