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Salud y Bienestar

Emite IMSS recomendaciones para reconocer síntomas de embolia cerebrovascular

El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), a través de la Delegación Chihuahua, emitió una serie de recomendaciones para detectar y poder atender de manera oportuna un accidente cerebrovascular, también conocido como embolia cerebral o trombosis.

El coordinador en Salud Pública, doctor Ismael Rodríguez Chávez, explicó que este padecimiento presenta síntomas como: dolor intenso de cabeza, adormecimiento de la mitad del cuerpo, pérdida de sensibilidad en un brazo o una pierna, dificultad para hablar, disminución de la visión, cambios en la audición, trastornos sensitivos, alteración del nivel de conciencia, trastornos de la memoria, cambios en la función motora, demencia y crisis convulsivas.

Advirtió que la embolia es una condición médica seria que requiere ayuda de médicos expertos de forma inmediata; por lo tanto recomendó lo siguiente en una situación de crisis:

• Hay que pedirle a la persona que presenta los síntomas que hable y diga una oración simple y coherente
• Además de que levante los dos brazos
• Que sonría
• Que muestre la lengua para verificar si está torcida, o se va de un lado a otro.

Señaló que en caso de que la persona tenga dificultad con cualquiera de estas tareas, se debe de acudir de inmediato a solicitar ayuda médica.

El doctor Rodríguez Chávez detalló que las enfermedades cerebrovasculares comprenden un conjunto de trastornos de la vasculatura cerebral, que conllevan a una disminución del flujo sanguíneo al cerebro afectando de manera transitoria o permanente alguna función del cerebro o de una zona más pequeña o focal.

Indicó que padecer alguna enfermedad cerebrovascular genera falta de sangre en el cerebro o puede generar un derrame; causando la subsecuente aparición de la sintomatología o secuelas neurológicas.

Señaló que la hipertensión arterial es una de los principales factores de riesgo para sufrir este padecimiento, junto con la diabetes, la hipercolesterolemia, la obesidad y el sedentarismo, sin descartar el consumo de alcohol, tabaco y drogas.

Finalmente, manifestó que el IMSS pone a su disposición sus áreas de urgencias al dar a conocer que la atención médica a los pacientes afectados por esta enfermedad cardiovascular debe ser urgente y especializada.

Este es un padecimiento prevenible con acciones de consejería nutricional y detección oportuna de factores de riesgo.

En los módulos PrevenIMSS en cada Unidad de Medicina Familiar se otorgan 12 acciones “Chécate, Mídete, Muévete” para que la prevención y la filosofía del autocuidado permita a la derechohabiencia aspirar una máxima expectativa de vida y productividad.

Revista

La grasa abdominal profunda: el enemigo silencioso que envejece tu cuerpo y tu mente

Oculta bajo la piel y rodeando órganos vitales como el corazón, el hígado y los riñones, la grasa visceral representa una de las amenazas más serias para la salud metabólica y cerebral, incluso en personas delgadas. Más que un problema estético, esta grasa activa procesos inflamatorios que pueden desencadenar enfermedades como la diabetes tipo 2, el hígado graso, problemas cardiovasculares y, a largo plazo, deterioro cognitivo.

De acuerdo con el Dr. Andrew Freeman, especialista en prevención cardiovascular, la grasa visceral es un marcador de múltiples riesgos de salud, aun en quienes aparentan estar en forma. El fenómeno conocido como “skinny fat” —personas con peso normal pero con alta proporción de grasa interna— evidencia que la salud no siempre se refleja en el espejo.

El impacto va más allá del metabolismo. La neuróloga preventiva Kellyann Niotis advierte que este tipo de grasa libera compuestos inflamatorios que aceleran la atrofia cerebral y favorecen la aparición de placas beta-amiloides y ovillos de tau, señales asociadas con la enfermedad de Alzheimer, incluso desde los 40 o 50 años.

¿Cómo saber si la grasa visceral está fuera de control? La medida de la cintura es un primer indicio: más de 88.9 cm en mujeres y 101.6 cm en hombres eleva el riesgo, según los CDC. La masa muscular también importa: quienes tienen más grasa que músculo tienden a acumular esta grasa profunda. Estudios como la DEXA o básculas con medición de grasa corporal pueden ayudar a evaluar estos indicadores.

La buena noticia: es reversible. Freeman insiste en un enfoque integral con ejercicio cardiovascular diario (como caminatas rápidas de al menos 30 minutos) y entrenamiento de fuerza con resistencia. Ejercicios como desplantes, sentadillas, lagartijas y peso muerto movilizan grandes grupos musculares, aceleran el metabolismo y estimulan hormonas que mejoran la composición corporal.

Una alimentación basada en plantas, como la dieta mediterránea, también es clave. Rica en frutas, vegetales, granos enteros, aceite de oliva y pescado, esta dieta ha demostrado reducir la grasa abdominal y el riesgo de muerte por enfermedades crónicas, especialmente en mujeres.

El ayuno intermitente —comer solo durante una ventana de seis horas al día— puede ser un complemento efectivo, aunque no es apto para todos. La combinación de alimentación natural, entrenamiento funcional y periodos de ayuno puede “hacer magia” en la reducción de grasa visceral, señala Freeman.

En resumen, mantener el músculo, eliminar alimentos ultraprocesados, moverse cada día y reorganizar los horarios de comida no solo combate la grasa abdominal profunda, sino que extiende la salud física y mental hacia el futuro. Porque el verdadero “elixir de la juventud” no se compra: se construye con hábitos.

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