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En el cuarto día la nueva normalidad, México llegó a nuevo máximo de contagios de COVID-19

La Secretaría de Salud (SSa) reportó este jueves 4 de junio que los contagios por COVID-19 acumulados son 105,680. Además, desde el inicio de la epidemia, México ha sufrido 12,545 fatalidades.

En el país hay 18,377 casos confirmados activos, los cuales representan la epidemia activa en el país. Hay 161,724 casos negativos, 46,659 sospechosos, y un total de 314,063 personas estudiadas. José Luis Alomía, Director General de Epidemiología, informó que la conferencia vespertina de hoy es la número 97, y que es el cuarto día de la “Nueva normalidad”.

En el panorama internacional, los casos confirmados y activos (del 22 de mayo al 4 de junio) por región de la Organización Mundial de la Salud se concentran en América: 833,072 casos o 55.5 por ciento. Europa registra 264,811 casos o 17.7 por ciento. El total de casos confirmados a nivel mundial es de 6,416,828, pero aquellos confirmados en los últimos 14 días son 1,500,166 o el 23 por ciento. La tasa de letalidad global es de 6.0 por ciento.

En el mapa de casos confirmados acumulados se informó que 82.7 es la tasa de incidencia acumulada por 100,000 habitantes. Por entidad federativa, la mayoría de casos registrados se concentran en la Ciudad de México con 28,389, el Estado de México con 17,158, y Baja California con 5,604. La minoría está en Durango con 498, Zacatecas con 341, y Colima con 180.

En la distribución de la epidemia activa, del 22 de mayo al 4 de junio los casos confirmados en la Ciudad de México son 3,945, el Estado de México con 2,424, y Tabasco con 1,003. Las tres entidades con menor cantidad son Chihuahua con 95, Zacatecas con 81, y Colima con 43.

La tasa de incidencia de casos activos por 100,000 habitantes en México es de 14.4. En base poblacional, las tasas más altas de incidencia de casos activos están en la Ciudad de México, Tabasco, y Aguascalientes. Las menores están en Guerrero, Zacatecas, y Chihuahua.

La gráfica de defunciones acumuladas por fecha de defunción informa que se incluyen 1,033 defunciones sospechosas. Las tres entidades con el mayor registro de defunciones acumuladas son la Ciudad de México, el Estado de México, y Baja California. Por el contrario, Aguascalientes, Baja California Sur, y Colima, son las tres con el menor registro.

La curva epidémica en el país al 4 de junio mantiene una tendencia ascendente cuando se combinan los casos confirmados con los casos sospechosos. La mayoría de los casos sospechosos, dijo Alomía, se concentran en los últimos 10 días. Recordó que ha habido un incremento en la cifra, pero que es un número “móvil” porque “todos los días se modifica en función de los que pasan a ser descartados” o confirmados o los que demandaron atención médica.

La carga acumulada informa que existen 4,442 casos nuevos confirmados en 24 horas: un incremento del 4.4% al día anterior.

En la ocupación y disponibilidad hospitalaria, al 3 de junio, la Red IRAG reportó que existen 12,431 camas IRAG disponibles y 10,131 (45%) ocupadas. De los 792 hospitales notificantes, 760 o el 96% sí notificaron al sistema.

Fuente: Infobae

Opinión

Emilia Pérez: Una Mirada Cuestionada sobre México Por: Sigrid Moctezuma

En un mundo donde el cine es tanto un arte como una poderosa herramienta de representación cultural, las películas que abordan la identidad de un país llevan consigo una gran responsabilidad. Tal es el caso de Emilia Pérez, una cinta que, aunque prometía ser un relato innovador, ha generado un torrente de críticas por su visión estereotipada y su superficialidad al retratar la cultura nacional.

Descrita por sus creadores como un “narco-musical”, Emilia Pérez sorprendió al ganar cuatro Globos de Oro, lo que dejó en evidencia una desconexión entre las audiencias internacionales y la percepción mexicana. Mientras en el extranjero se celebra como un experimento cinematográfico audaz, aquí ha sido criticada por perpetuar clichés culturales que parecen sacados de una postal turística, ignorando las complejidades del México actual. Aunque su mezcla de comedia, drama y música despertó curiosidad inicial, para muchos terminó siendo un recordatorio de cómo los estereotipos siguen dominando la narrativa global.

Uno de los puntos de mayor desagrado ha sido la manera en que la película aborda temas sensibles como la identidad de género y la narcocultura. Si bien es positivo que estas cuestiones tengan espacio en la narrativa cinematográfica, en Emilia Pérez se sienten tratadas con una ligereza que no honra su trascendencia. Los personajes, en lugar de reflejar matices reales, se convierten en caricaturas que difícilmente conectan con el público.

Las críticas no solo vienen de los espectadores, sino también de sectores especializados en cine y cultura. Se ha señalado que la película parece diseñada para un público extranjero que consume el «México pintoresco», mientras ignora las voces y experiencias auténticas que definen al país. Lo que representa una oportunidad desperdiciada para proyectar un discurso que sea fiel a nuestra riqueza cultural y social.

Este fenómeno no es nuevo en el cine. Muchas producciones internacionales han intentado capturar supuestamente nuestra esencia, pero terminan cayendo en la trampa: el mariachi omnipresente, las cantinas llenas de tequila y la violencia gratuita. Emilia Pérez, desafortunadamente, parece sumar su nombre a esta lista.

No obstante, este tipo de reacciones también abre un espacio importante para la reflexión. La discusión que surge de estas películas pone sobre la mesa la necesidad de que seamos nosotros quienes contemos nuestras propias historias, desde múltiples perspectivas. Es imperativo que el relato cinematográfico internacional comience a escuchar más atentamente las voces locales y trabajen en colaboración para evitar simplificaciones que diluyan nuestra esencia.

En un mundo donde las plataformas digitales hacen que el cine viaje más rápido que nunca, la responsabilidad de representar adecuadamente a un país se vuelve aún más crucial. La recepción de Emilia Pérez debería servir como un recordatorio de que no somos un concepto único y fácil de definir, sino una amalgama compleja de historias, tradiciones y modernidades.

Quizá, en el futuro, podamos ver más producciones que tomen este desafío en serio, dejando de lado las visiones simplistas. Porque México, con todas sus luces y sombras, merece ser contado con verdad y profundidad.

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