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México

En medio de la pandemia, el gobierno federal organiza una subasta

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En medio de la emergencia sanitaria que vive el país por la pandemia del coronavirus COVID-19, el Instituto para Devolver al Pueblo lo Robado (Indep) anunció que llevará a cabo la segunda subasta con sentido social de este 2020, en la que se ofertarán 201 lotes con un precio total de salida de 130.1 millones de pesos.

Se trata de una venta de bienes inmuebles, joyas y vehículos, cuya convocatoria fue publicada este domingo, que se llevará a cabo el próximo 3 de mayo en el Complejo Cultural Los Pinos, en la que se restringirá el acceso de participantes, acompañantes y medios de comunicación, explicó el organismo dependiente de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).

En esta subasta se ofertarán al mejor postor 107 lotes de joyería diversa, 71 lotes de automóviles aptos para circular, seis lotes de vehículos no aptos para circular, siete lotes de mercancía diversa, cinco aeronaves y cinco inmuebles.

El lote de mayor monto inicial es de 53.7 millones de pesos y le corresponde el número 235, que consta de una residencia ubicada en la colonia Jardines del Pedregal, alcaldía Álvaro Obregón, en la Ciudad de México.

Mientras que el lote de menor precio es el número nueve, y es un dije en oro blanco de 14 kilates con 25 diamantes, con un valor de salida de 5,300 pesos.

El organismo aclaró que en este proceso comercial el monto a recaudar en la subasta es de 130.1 millones de pesos, pero la cifra final dependerá del número de lotes vendidos y del precio final con el que los concursantes “compren un bien para hacer un bien”.

Fuente: Expansión

México

Senado aprueba Ley General de Aguas en medio de acalorado debate y críticas de oposición

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El Senado mexicano aprobó este jueves, con 85 votos a favor y 36 en contra, el proyecto de decreto que expide la Ley General de Aguas y reforma diversas disposiciones de la Ley de Aguas Nacionales, en un contexto de creciente presión sobre los recursos hídricos del país por sequías, conflictos por concesiones, crecimiento urbano y alta demanda del sector agrícola.
La minuta fue remitida al Senado por la Cámara de Diputados, que la aprobó tras 24 horas de acaloradas discusiones. La iniciativa deriva de una propuesta de la presidenta Claudia Sheinbaum para regular el derecho humano al acceso, disposición y saneamiento del agua, así como priorizar su consumo humano y doméstico ante autorizaciones, permisos, concesiones y asignaciones del recurso.
El senador Óscar Cantón Zetina, de Morena, aseguró que el centro de este proyecto es la persona y no los grandes acaparadores de agua, pues se crea un trinomio virtuoso entre tierra, agua y gente. Afirmó que la legislación es la mayor aliada de los productores y campesinos de México, ya que elimina la visión mercantilista del agua y la regresa a su dueño legítimo, que es el pueblo de México.
La senadora del PAN, Verónica Rodríguez, señaló que esta reforma convierte el agua en un instrumento de manipulación política y electoral. Apuntó que le da al gobierno federal la posibilidad de decidir de manera discrecional quién mantiene su concesión, quién la pierde, a quién le reducen volúmenes de agua y a quién sí le permiten operar, lo que demuestra que es peligroso para la democracia, el campo, la seguridad alimentaria y las familias.
Carolina Viggiano, del PRI, advirtió que el proyecto no contó con estudios económicos ni presupuestales, no cuenta con análisis de impacto financiero y tampoco se asegura inversión para la infraestructura, operación ni vigilancia de los sistemas de agua. Además, señaló que no se consultó a los pueblos originarios.
Luis Donaldo Colosio, de Movimiento Ciudadano, indicó que los cambios abren la puerta a más control gubernamental sin contrapesos reales, a más trámites y a más incertidumbres para el campo mexicano. Afirmó que se concentran atribuciones en la Comisión Nacional del Agua sin reglas claras, crece el riesgo de arbitrariedad, corrupción, favoritismos y castigo político, además de que se crea incertidumbre en la asignación de derechos y volúmenes, lo que desincentiva la inversión, la tecnificación y frena proyectos.
La nueva Ley General de Aguas establece que las concesiones para el uso del vital líquido no podrán ser intercambiadas entre particulares, con la obligatoriedad de que sea la Conagua la que las distribuya de nuevo.
La discusión y aprobación en las Cámaras de Diputados y Senadores ocurre en un contexto donde el sector agrícola consume cerca del 75 por ciento del agua disponible para consumo en el país.

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