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Resto del mundo

Encarcelan a mujer por bautizar a su hija en Carolina del Norte

Kendra Stocks, una madre de 36 años de edad, deberá cumplir una pena de una semana de encierro por haber bautizado a su hija en Carolina del Norte, Estados Unidos. La Justicia le había advertido que no realizase el rito sin la autorización del padre de la menor. Unas fotos en Facebook la terminaron de condenar.

El papá de la niña, Paul Schaaf, se encuentra se parado de Kendra Stocks. Él estaba de acuerdo con el bautizo de la niña, pero se enteró después de que este se había llevado a cabo gracias a fotografías que halló en Facebook.

«Tengo miedo. Es muy triste. Todo esto es una situación triste. Pasaré esto y espero salir como una mejor persona», dijo Stocks desde la cárcel a la cadena «WSOC».

Cuando los padres de la menor enfrentaron un litigio por su tenencia, un tribunal sentenció que Stocks debía contar con la venia del padre de la niña para tomar todas las decisiones que conciernen a la menor de edad. Pero las imágenes colgadas en Facebook evidenciaron que hizo oídos sordos a a decisión tomada por esta instancia.

A pesar de ello, la madre decidió llevar a cabo la ceremonia sin avisarle de ello a Schaaf oportunamente, ya que lo hizo un día después de la orden judicial. «Para que el sistema funcione, debe haber consecuencias para una violación intencional a una orden de la corte», indicó el abogado del padre de la menor.

Esta disposición del juzgado se sostiene en que la madre de la niña demostró una conducta «errática y extravagante» durante la relación con Schaaf y tras el nacimiento de la niña «malas decisiones y poca disposición para colaborar» con la crianza.

«Me arrepiento de que el padre no haya participado del bautismo, pero no me arrepiento de criarla en la fe católica, que es lo que ambos queríamos», dijo la madre. La condena inicial era de 10 días, pero logró rebajarla a siete.

El Comercio

Resto del mundo

Cofece multa a Walmart por prácticas monopólicas: la batalla legal apenas comienza

La Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) asestó un golpe histórico al multar a Walmart de México con 93.4 millones de pesos tras concluir una investigación que se extendió por más de cuatro años. La razón: prácticas monopólicas relativas, particularmente en el trato con sus distribuidores.

Según el dictamen de la Cofece, Walmart aprovechó su posición dominante en el mercado para imponer condiciones desfavorables a los proveedores, afectando la competencia en el sector. Aunque no se han revelado todos los detalles de las “contribuciones” impuestas a los distribuidores, el veredicto destaca cómo estas prácticas distorsionan el acceso al mercado y perjudican a competidores más pequeños.

En respuesta, Walmart no tardó en reaccionar. La empresa anunció que impugnará la decisión y enfatizó su compromiso con el cumplimiento de las leyes mexicanas. En su comunicación oficial, destacó que la sanción carece de fundamento y que está basada en interpretaciones erróneas. Este movimiento era predecible: para una empresa de este tamaño, 93 millones de pesos no solo representan una cifra considerable, sino también una amenaza a su reputación.

Por otro lado, la Cofece también se juega mucho. Este caso es una muestra clara de su intención de reforzar la vigilancia sobre los gigantes corporativos. Sin embargo, una batalla legal prolongada podría poner a prueba su capacidad de defender sus resoluciones en tribunales.

Más allá de la multa, el caso de Walmart pone el reflector sobre una problemática común en el comercio minorista: el desbalance de poder entre grandes cadenas y pequeños distribuidores. Si bien el desenlace de este litigio aún está por definirse, el mensaje es claro: los días de actuar sin consecuencias podrían estar contados. La industria y los consumidores estarán atentos a cada movimiento en esta batalla judicial.

 

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