En 2003, como presidente del Consejo de Administración de una empresa –Electronic Publishing–, el ahora senador y presidente del PAN Gustavo Madero cometió algunos delitos: entonces diputado federal, ganó una licitación para la instalación de softwareen el aeropuerto capitalino, con lo que violó la Ley de Adquisiciones. Luego su firma no cumplió con su parte del trabajo e hizo quedar mal a un empresario con el que se había asociado. Y para acabar: cuando llegaron las sanciones la compañía de Madero no pudo ser localizada.
Tachado de traficante de influencias desde que era diputado federal, el senador Gustavo Madero Muñoz, presidente del Partido Acción Nacional (PAN), es un lastre más para la debilitada candidata de su partido a la Presidencia: ahora es acusado también de fraude.
Al dirigente panista lo investiga la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) por una denuncia penal en su contra debido a que una de sus empresas –Electronic Publishing, S.A. de C.V.– incumplió con una licitación convocada por el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM).
Sin embargo, la sanción derivada del incumplimiento nada más se le aplicó a la empresa de su socio en la licitación, el denunciante José González de Cossío de Rozweig, pues Madero Muñoz y otros de sus presuntos cómplices hasta hicieron desaparecer la oficina sede de la empresa en Chihuahua.
Según la averiguación previa FDF/T/T2/011111-12 , la denuncia implica a familiares de Madero y a prominentes empresarios, algunos de los cuales financiaron en 2006 la campaña televisiva que comparaba a Andrés Manuel López Obrador con Hugo Chávez.
Siempre de acuerdo con la denuncia, la empresa del presidente del PAN no fue capaz de instalar la base de datos de Oracle para operar las plataformas para los aviones, por lo que tampoco se pudo aplicar el software de I Logistics, la empresa de González de Cossío.
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