NABLUS, Cisjordania (AP) — Las fuerzas de seguridad palestinas intercambiaron disparos el martes con insurgentes en el centro de la segunda ciudad más grande de Cisjordania, Nablus, mientras residentes enojados arrojaron objetos a una camioneta blindada y la persiguieron. Se reportó un fallecido.
El incidente, provocado por una redada para detener a insurgentes locales, es un inusual caso de enfrentamientos letales entre palestinos en la Cisjordania ocupada. Además, refleja la profunda impopularidad de la Autoridad Palestina, reconocida por la comunidad internacional, que está ampliamente considerada colaboradora con un sistema arraigado e insoportable dominación militar israelí.
Videos aficionados publicados en redes sociales mostraron a jóvenes locales arrojando ladrillos, piedras y barras de metal contra una camioneta palestina de estilo militar antes de perseguir el vehículo desde la céntrica Plaza de los Mártires. El sonido de los disparos pudo escucharse por toda la ciudad, conocida como la capital comercial de Cisjordania, durante varias horas. Los incidentes recordaron a la forma en la que los palestinos suelen protestar contra las tropas israelíes.
El norte de Cisjordania es un conocido bastión de la insurgencia palestina y, desde hace años, la Autoridad Palestina suele tener problemas para mantener el control de la zona.
La Autoridad mantiene una estrecha relación de seguridad con Israel en una lucha compartida contra los insurgentes islamistas. Esto ha ayudado a alimentar la percepción de que la Autoridad no es más que una subcontrata israelí, más interesada en su propia supervivencia que en la mejora de la vida de su pueblo.
La ocupación militar israelí de Cisjordania, que dura ya 55 años, no tiene visos de terminar pronto. La última ronda sustancial de conversaciones de paz terminó en 2009. Los palestinos reclaman todo el territorio cisjordano, donde viven alrededor de 500.000 colonos judíos, como el corazón de un futuro estado independiente.
En los últimos meses, la posición de la Autoridad se ha debilitado aún más debido a las redadas nocturnas de detención llevadas a cabo por el ejército israelí. Los operativos comenzaron la pasada primavera luego de una serie de ataques mortales en Israel, algunos de ellos perpetrados por insurgentes cisjordanos. Los cateos se cobraron la vida de unos 90 palestinos, muchos de los cuales eran insurgentes o jóvenes de la zona que protestaron contra las operaciones, dijo Israel.
Israel sostiene que se ve obligado a actual porque las fuerzas de seguridad palestinas no lo hacen. Los palestinos, por su parte, apuntan que cooperar con los israelíes es difícil y humillante en un momento en el que no hay un horizonte político.
Estados Unidos ha presionado a ambas partes para que restablezcan la calma. Pero el gobierno del presidente Joe Biden no ha presentado ningún plan diplomático y se ha centrado en pequeñas medidas para mejorar la economía palestina.
Las autoridades palestinas rechazaron comentar los incidentes del martes. Dos miembros de Hamas fueron detenidos en la redada, según sus familias. Uno de los arrestados tenía relación con otro insurgente que murió en un cateo israelí reciente.
Los residentes acusaron a las fuerzas de seguridad palestinas de llevar a cabo detenciones en nombre de Israel y comenzaron a disparar al aire y a quemar neumáticos. Las autoridades respondieron con gases lacrimógenos y hubo intercambios de disparos.
Hisham Yaish, un residente de la zona, escribió en Facebook que su hermano Firas, de 53 años, falleció en una balacera. No acusó a ninguno de los dos bandos pero indicó que “murió en los trágicos incidentes”.
Pero Hamas, que mantiene una agria rivalidad con la Autoridad Palestina, culpó del deceso a las fuerzas de seguridad palestinas, condenó el cateo y acusó a las autoridades de colaborar con Israel.
En una declaración publicada por la agencia de noticias oficial palestina, Wafa, el mayor general Talal Dwaikat, vocero de la seguridad palestina, confirmó la muerte de Yaish. Por el momento se desconocía la causa de la muerte, pero un informe inicial determinó que las fuerzas de seguridad no estaban en la zona donde donde se produjo el asesinato, agregó.