Las personas suelen tronarse los dedos cuando se sienten estresadas, preocupadas o sólo por simple gusto, ya que aparentemente no implica ningún riesgo, pero a largo plazo puede ocasionar hasta deformidad de los dedos.
La mano está formada por 27 huesos, y los dedos tienen dos articulaciones interfalángicas, distal y proximal, las cuales son las que truenan y no los dedos, a esto se le llama crepitación articular, explicó el médico José Luis Sánchez Mejía.
Agregó que los problemas por crepitación no se van a ver en el momento, razón por la que las personas no le dan importancia y siguen haciéndolo. “Se complica a partir de los 50 años que es cuando comienza un decremento en todas nuestras actividades”, detalló el también cirujano.
En entrevista con Notimex, Sánchez Mejía explicó que cada flexión para tronar los dedos implica una lesión paulatina del cartílago, que a la larga tendrán consecuencias, lo cual producirá un proceso degenerativo o inflamatorio que generará el dolor.
“Nosotros mismos vamos degenerando la articulación, quizá de manera más lenta, pero al final estamos desgastando el cartílago y muy posteriormente el hueso. Entonces ya vamos a tener deformidad de los dedos”, detalló.
El especialista dijo que este tipo de desgaste articular no sólo es por “tronar los dedos”, ya que el proceso degenerativo puede ser por trabajar o hacer algún deporte que implique el uso constante de las manos.
“Se va presentando poco a poco sobre todo en pacientes jóvenes de 25 a 30 años que se dedican a la industria mecánica que tienen que estar con máquinas, apretando y quitando tornillos” mencionó.
Este tipo de pacientes, dijo, puede presentar un proceso incipiente degenerativo, lo cual pudiera dar origen a la crepitación articular constante.
El médico detalló que cuando esta enfermedad tiene su origen por un trauma laboral sólo se manifiesta en una o dos articulaciones, “esa es la clásica crepitación articular degenerativa”, subrayó.
“De ahí saltamos hasta los 50 años en donde el proceso degenerativo normal del organismo, se suma al que ya traíamos por el traumatismo laboral”, apuntó.
En el caso de los deportistas, el médico ejemplificó que si un beisbolista juega desde los 15 o 16 años, los dedos se van a ir deformando por la manera en que toma la pelota, guante, de lanzar, entonces se puede presentar otro tipo de crepitación.
Puntualizó que existe diferencia entre artrosis que es la causa degenerativa normal, la cual se da en una sola entidad y es postraumática, con la artritis que es resultado de un proceso inflamatorio de articulación, pero por un problema de enfermedad reumatoidea.
“Si se tiene una enfermedad reumatoidea, y a los 14 años se tiene artritis reumatoide juvenil, los dedos, articulaciones se van a degenerar, pero por un problema inflamatorio”, dijo.
El especialista recomendó a las personas que se “truenan” los dedos, el uso de las pelotitas de esponja o antiestrés, ya que en lugar de desgastar el cartílago, se fortalecen tendones flexores y extensores.
Así como el consumo de antioxidantes, vitaminas, omega 3, pues son alimentos que mejoran el cartílago.
Sánchez Mejía dijo que en ocasiones existe la necesidad de tomar analgésicos y antinflamatorios para combatir algún tipo de dolor articular.
Sin embargo, manifestó que, si después de 20 días o un mes de tratamiento médico o de colocar cremas persisten las molestias, no es síntoma de una actividad laboral o deportiva.
Agregó que las crepitaciones normales de rodilla, codo, dedos, son porque algún hueso está mal alineado, pero el hecho de “tronar” los dedos lastimará a largo plazo la articulación.