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Es posible vivir en un Ovni en medio del bosque

Los suecos Kent Lindvall y Britta Jonsson-Lindvall tenían un viejo sueño infantil: vivir en un árbol. En verano de 2010, este matrimonio lo hizo realidad. Dieron forma a la empresaTreehotel, un hotel en pleno bosque; con cuatro habitaciones, que se ampliaron a seis unos meses más tarde. Todas están colgadas de los árboles.

Ahora, Treehotel  -en Harads, en el norte de Suecia- ha añadido un nuevo alojamiento a su original portafolio: una nave espacial de 30 metros cuadrados colgada entre árboles con sitio para una familia de cuatro miembros con acceso a través de una escalerilla.

De acuerdo con lo publicado por el portal 20 minutos, los cuartos cuelgan a una altura de entre 4 y 6 metros. El alojamiento-ovni forma parte del grupo de alojamientos especiales que ofrece esta pareja a 60 kilómetros del círculo polar ártico. Estos hoteles arbóreos, de los que se esperan construir un total de 24 en un período de 5 años, cuestan una media de 453 euros por noche para dos personas.

Siguiendo una filosofía respetuosa con el medio ambiente, y sobre todo con el bosque de pinos que las aloja, las habitaciones tienen una superficie de entre 15 y 30 metros cuadrados y se encuentran situadas a una altura de entre 4 y 6 metros. Su material de construcción principal es la madera, y su mantenimiento y suministro son lo más ecológico posible.

Para el desarrollo del hotel han contado con un grupo de famosos diseñadores y arquitectos escandinavos, entre los que se encuentran Tham & Videgard architects, Marten Cyren & Gustav Cyren, Inredningsgruppen y Sandell Sandberg, entre otros, que se han encargado de dar vida a este proyecto basado en valores ecológicos.

De un cubo a un nido

El hotel está abierto todo el año, y entre los alojamientos, los visitantes pueden elegir hospedarse en una habitación con forma de cubo espejo (Mirrorcube), una cabaña (Blue Cone), un nido (The Nest), una nave espacial (Ufo) y una cabina (The Cabin), así como disfrutar de una reconfortante sauna (TreeSauna).

La habitación The nest es un nido de ave a escala humana, a cuatro metros del suelo y con detalles como calefacción de suelo radiante. Con capacidad para cuatro personas, sus ventanas escondidas entre el ramaje contrastan con un interior de diseño moderno.

Mirrorcube es un cubo de espejos, una caja de cristal a la que se accede a través de un puente. Las ventanas proporcionan una vista de 360º de los alrededores y las paredes exteriores están recubiertas de un film infrarrojo que sólo detectan los pájaros, evitando de este modo choques accidentales de estos animales.

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Desaparece en Disneyland y aparece días después en un bote de basura en Mexicali: el misterioso caso de Annie Encino

Una adolescente estadounidense de 16 años fue localizada con vida dentro de un contenedor de basura en Mexicali, Baja California, días después de haber desaparecido en el parque Disney California Adventure, en Anaheim. El caso ha despertado preocupación e interrogantes en ambos lados de la frontera, especialmente por el silencio mediático en México y las lagunas que aún rodean su cruce hacia territorio nacional.

Annie Kathleen Encino desapareció el pasado 20 de abril tras una discusión con su familia dentro del parque temático. Fue vista por última vez alejándose sola, lo que activó una Alerta Amber en Estados Unidos. Sin embargo, esa alerta nunca cruzó a territorio mexicano, dejando a la opinión pública del país sin conocimiento de su desaparición… hasta que la historia dio un giro tan insólito como alarmante.

Días después, una llamada anónima al 911 alertó a la policía municipal de Mexicali sobre la presencia de una menor dentro de un bote de basura. Al llegar al sitio, los oficiales encontraron a la joven en condiciones que no han sido detalladas, pero confirmaron su identidad. El consulado de Estados Unidos fue notificado de inmediato y su madre viajó a la ciudad fronteriza para identificarla y llevarla de regreso.

Hasta ahora, las autoridades mexicanas no han informado cómo fue que Annie cruzó la frontera sin documentos, sin acompañantes y sin ser detectada. Tampoco han revelado si fue víctima de trata, secuestro, abuso o si viajó voluntariamente con ayuda de terceros. La Fiscalía de Baja California mantiene abierta una investigación para esclarecer los hechos.

Lo que sí queda claro es que algo falló en los mecanismos de cooperación fronteriza. Ni la alerta internacional funcionó, ni hubo un protocolo binacional que permitiera actuar a tiempo. La aparición de una menor estadounidense en un contenedor de basura, en una ciudad donde los casos de desapariciones no son novedad, pone una vez más bajo la lupa la crisis de seguridad y el flujo irregular entre ambos países.

Mientras se esperan más detalles oficiales, el caso de Annie Encino evidencia que incluso en un entorno supuestamente seguro como Disneyland, la vulnerabilidad de los menores puede terminar en una historia digna de una serie policiaca.

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