El cronómetro del árbitro Fernando Hernández Gómez marcaba los 49 minutos del segundo tiempo cuando se desató la hecatombe. El chileno Diego Valdés ya había puesto en ventaja al Santos Laguna y Jonathan Rodríguez ya había empatado para el Cruz Azul. Restaban segundos para la finalización del espectáculo. Pero el fútbol se transformó en lucha libre.
La temperatura elevada, la impotencia de algunos y la soberbia de otros, fueron algunos argumentos que intentaron explicar el bochornoso final del torneo Clausura de México, en el que los propios futbolistas terminaron a las trompadas.
El encuentro quedó opacado por las imágenes del final. Si bien el Cruz Azul festejó su conquista como si nada hubiera ocurrido, lo más llamativo (y lamentable) se dio en el cierre del partido cuando los protagonistas desataron una batalla campal.
En el equipo campeón se destacó la presencia del ex volante de Boca y Racing, Guillermo Pol Fernández. Como el Cruz Azul había ganado 1 a 0 en el primer choque, el empate 1 a 1 en el estadio Azteca concretó el título para los dirigidos por el peruano Juan Reynoso. La máquina terminó así con una sequía que inició tras el campeonato en el invierno de 1997.
Diego Valdés había puesto en ventaja al Santos Laguna a los 37 minutos del primer tiempo y al final de esa etapa la serie final se encaminaba a una definición por penales. Pero apenas comenzado el período final, a los seis minutos Jonathan Javier Rodríguez alcanzó la paridad para la Máquina cementera y con ello le dio el pasaporte a la gloria.
El cuadro cementero tuvo su época dorada entre 1968 y 1979, cuando obtuvo 7 campeonatos. Fue en el Invierno de 1997, la última vez que se vería a la Máquina conquistar un campeonato de Liga. En ese entonces, Cruz Azul consiguió su octava estrella de la mano del legendario Carlos Hermosillo ante León. Un penal cobrado por un goleador histórico, la cara manchada de sangre y un Ángel David Comizzo derrotado.
La primera final que perdió el Cruz Azul desde ese entonces, ocurrió en 1999,cuando perdieron ante el Pachuca con un marcador de (2-3). Y la última derrota en finales fue nuevamente contra su rival más odiado, las Águilas del América. En aquel partido de 2018, con un juego poco vistoso y cerrado por ambas escuadras, el equipo azulcrema consiguió su estrella número 13 de la mano del canterano Edson Álvarez.
Han sido seis finales correspondientes a la Liga MX que ha perdido el Cruz Azul, dos de liga de Campeones de la Concacaf y una final de la Copa Libertadores ante Boca. Y ayer terminó con el maleficio que tanto dolor provocó en sus simpatizantes.
Max Verstappen enfrenta la última fecha del Mundial 2025 con una mentalidad distinta a la de otras temporadas. A 12 puntos del líder Lando Norris y con posibilidades matemáticas de conquistar su quinto título, el piloto neerlandés aseguró que vive el fin de semana sin presión y con tranquilidad inusual para una definición de campeonato.
Su victoria en Qatar reabrió un escenario que parecía cerrado semanas atrás y lo devolvió a la disputa directa por el trofeo. El piloto de Red Bull explicó que la intensidad del cierre de temporada no ha modificado su forma de encarar la competencia. Incluso reveló que entre la carrera en Lusail y su llegada a Yas Marina dedicó tiempo a asuntos personales y proyectos paralelos, señal de que no se siente abrumado por el contexto deportivo.
«Estoy muy tranquilo, no tengo nada que perder», dijo Verstappen en conferencia de prensa este jueves. «Simplemente disfruto de estar aquí, pero para mí no se trata solo de estar aquí; he estado disfrutando de la segunda mitad de la temporada, trabajando con el equipo y viendo cómo hemos podido superar momentos difíciles».
El neerlandés destacó que la segunda mitad del año cambió por completo la dinámica de Red Bull después de meses complicados. Para él, la recuperación del equipo fue clave para mantenerse en la pelea y es uno de los elementos que más disfruta de la temporada. Ha insistido en que la lucha por el campeonato no estaba dentro de sus pronósticos iniciales, especialmente cuando se encontraba a más de 100 puntos del liderato durante el verano europeo.
«Para mí, todo aquí es una ventaja, y estar aquí luchando por el título. Eso también es lo que lo hace tan fácil para mí. Intentaremos tener un buen fin de semana, pero aun así, no está realmente bajo mi control, así que supongo que intentaré disfrutarlo», declaró.
El cuatro veces campeón también reiteró que no se obsesiona con el resultado final, pues considera que ya alcanzó los objetivos personales que se había planteado dentro de la Fórmula 1. Al preguntarle qué momento de la temporada pudo condenar sus aspiraciones al título, respondió: «Al final, se han ganado en 24 carreras; algunas van un poco mejor que otras. En muchas carreras no tuvimos mucho ritmo, o el suficiente para luchar por la victoria, pero aquí estamos. En general, estoy muy orgulloso de la temporada que hemos hecho, de cómo hemos remontado en la segunda mitad».
El Gran Premio de Abu Dhabi 2025 se celebrará el domingo 8 de diciembre en el circuito Yas Marina a las 7:00 horas, tiempo del centro de México.