Especialistas del sector privado ajustaron su pronóstico del Producto Interno Bruto (PIB) para 2020 y estiman que la caída será de 9.82%, según la encuesta del Banco de México.
Se trata del segundo ajuste consecutivo en 10 meses donde limitan el pesimismo sobre la expectativa media del PIB y dejan atrás la posibilidad de un desplome de doble dígito, como el que proyectaron en julio (-10.2 por ciento).
De acuerdo con lo planteado en la encuesta, la caída de la economía en el año 2020, será resultado del histórico desplome del PIB en el segundo trimestre, que fue de 18.68% en pleno periodo de distanciamiento social; de un rebote de 8.32% que prevén para el tercer cuarto del año; y una tasa menos alta, pero positva en 2.75% para el periodo octubre-diciembre de 2020.
El ánimo de los entrevistados se retrata en el apartado sobre el clima de negocios. Este mes, por primera vez en más de un año, 31% de los especialistas consultados considera que mejorará, una proporción que contrasta con el 20% registrado el mes anterior y que se convierte en el nivel más alto desde diciembre de 2019, cuando el 28% tenía esta percepción.
En la encuesta levantada entre el 24 y el 29 de septiembre, no hay un solo estratega que considere que la economía se encuentra mejor que hace un año, y en cambio 6% de los 37 consultados supone que la coyuntura actual es buen momento para hacer inversiones. El 80% estima que sigue siendo un mal momento para realizar inversiones y 14% no está seguro.
Según los resultados de la encuesta, los principales factores que podrían obstaculizar al crecimiento de la actividad económica son la debilidad en el mercado interno, con 22% de las menciones.
En un segundo bloque de factores que serán un dique para el crecimiento, identifican a la incertidumbre por la situación económica interna, con el 14% de las menciones y la ausencia de cambio estructural en México con 5% de las respuestas.
Con este entorno, anticipan que el año 2021, la actividad económica registrará un crecimiento de 3.26%, que es superior al 3.01% pronosticado por ellos mismos el mes pasado
Campos de detención: el terrible plan de Trump contra los migrantes
El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, volvió a encender las alarmas en el ámbito migratorio al adelantar un plan que, de concretarse, marcaría un giro radical en la política de deportaciones de Estados Unidos. Sus recientes declaraciones apuntan a la creación de un sistema masivo de detención y expulsión, respaldado por el ejército, lo que ya ha generado controversia entre expertos, activistas y políticos de todas las esferas.
Una emergencia nacional para deportaciones masivas
Trump, quien regresará a la Casa Blanca en 2025, reafirmó en la plataforma Truth Socialque su administración estaría preparada para declarar un estado de emergencia nacionalcon el objetivo de enfrentar lo que ha llamado «una invasión permitida por Joe Biden».
Esta declaración se suma a los comentarios de Tom Fitton, director de la organización conservadora Judicial Watch, quien sugirió que se utilizarían recursos militares para implementar un programa de expulsiones masivas. El expresidente respondió tajantemente: «¡Es verdad!».
El alcance de este plan incluye el despliegue de la Guardia Nacional y, si es necesario, tropas federales. «La Guardia Nacional debería ser capaz de encargarse de las deportaciones; si no, usaría el ejército», afirmó Trump en una entrevista con Time en abril.
Durante su presidencia, Trump endureció significativamente las políticas migratorias, pero sus nuevas propuestas revelan un nivel de agresividad sin precedentes. A esto se suma, la idea de establecer «campos de detención» en Texas, en donde se albergaría a los migrantes antes de ser deportados.
Texas ofrece tierras para la construcción de campos de detención masiva
La comisionada de la Oficina General de Tierras de Texas, Dawn Buckingham, ha propuesto una medida que podría convertirse en el primer paso hacia la creación de campos de detención en la frontera sur de Estados Unidos.
En una carta dirigida al presidente electo Donald Trump, Buckingham ofreció al gobierno 567 hectáreas de tierra ubicadas en el condado de Starr, cerca de Rio Grande City, para la construcción de instalacionesdestinadas a procesar, detener y deportar a migrantes de manera masiva.
Este terreno, que actualmente se utiliza para cultivos agrícolas como cebollas, canola y maíz, sería destinado a albergar campos de detención, una propuesta que ha generado gran controversia en medio del debate migratorio.
Buckingham destacó que la Oficina General de Tierras de Texas está lista para colaborar con el Departamento de Seguridad Nacional y otras agencias federales para hacer realidad este proyecto, el cual se alinea con los planes de Trump para reforzar las políticas de deportación y control fronterizo.
Sheinbaum reacciona a deportaciones masivas y campos de detención
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, expresó su desacuerdo con laspolíticas migratorias propuestas por Donald Trump, especialmente en relación con la posible deportación masiva de migrantes y la construcción de campos de detención en la frontera sur de Estados Unidos.
Durante su conferencia de prensa mañanera, Sheinbaum destacó que su gobierno no acepta que los migrantes sean tratados como criminales, subrayando que existen instituciones de justicia para abordar estos temas de manera adecuada.
«Primero, evidentemente no estamos de acuerdo en que se trate a los migrantes como criminales, para eso existen las instituciones de justicia en cualquier lugar del mundo», afirmó la mandataria, quien también enfatizó la relevancia de la contribución de los trabajadores mexicanos en Estados Unidos.
En este sentido, Sheinbaum detalló que su administración tiene cuantificados los beneficios que estos migrantes aportan al país vecino, tanto a nivel laboral como en términos de impuestos.
Como parte de las preparaciones para un posible cambio de administración en Estados Unidos, Sheinbaum informó que su gobierno trabaja en un plan para enfrentar la eventualidad de deportaciones, asegurando que, en caso de que se den, México está listo para recibir a los connacionales deportados.
«En caso de que hubiera deportaciones nosotros vamos a recibir a las y los mexicanos, tenemos un plan para ello, pero vamos a trabajar previo a ello que no tienen por qué deportarse a nuestros connacionales, que al contrario, benefician incluso la economía de Estados Unidos», añadió.
Además, la mandataria anunció que, en los próximos días, se celebrará una reunión con su gabinete para definir los temas clave que se tratarán con el equipo de Trump una vez que este asuma la presidencia, entre los que se incluyen la seguridad, el Tratado Comercial entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), así como cuestiones culturales y de amistad bilateral.