Conecta con nosotros

Increible

Estado Islámico: ‘Selfie’ permitió a EEUU bombardear un cuartel yihadista

El selfie de un yihadista despistado colgado en redes sociales permitió a los cazas estadounidenses acabar con un cuartel general del Estado Islámico en un lugar no revelado, aseguró esta semana uno de los jefes de la Fuerza Aérea de Estados Unidos.

La conversación del general de la Fuerza Aérea Hawk Carlisle, reproducida por la publicación Defense Tech y divulgada en medios estadounidenses, explica cómo la inteligencia militar estadounidensedio con la localización del cuartel de los yihadistas.

“Fue una publicación en las redes sociales lo que nos permitió bombardear nuestro objetivo en menos de 24 horas (…) Un trabajo encomiable si lo piensan”, aseguró el general en un desayuno de la Asociación de la Fuerza Aérea en Washington.

Carlisle no quiso compartir el lugar ni cuándo fue destruido ese cuartel general, aunque indicó que la unidad de inteligencia Hurlbut Fieldde la Fuerza Aérea en Florida fue la responsable del hallazgo de la foto.

El gran fortín de los extremistas suníes del Estado Islámico se encuentra en la ciudad de Al Raqa, a las orillas de Éufrates a su paso por Siria, que ha sido bombardeada en repetidas ocasiones por los aviones de la coalición internacional.

“Los chicos estaban trabajando en Hulburt combinando redes sociales y se dieron cuenta de que este bobo estaba en el centro de mando.Estaba en una red social, en foro abierto, presumiendo de las capacidades de mando y control del Daesh”, describió el militar.

En menos de 22 horas, los analistas de inteligencia consiguieron confirmar la información, pasarla por la cadena de mando y permitir que 3 bombas guiadas destruyeran el edificio del Estado Islámico.

Los yihadistas del Estado Islámico se consideran expertos en el uso de las redes sociales para reclutar a jóvenes en el extranjero y para amplificar el alcance de su propaganda, pero aquí fallaron.

Increible

Desaparece en Disneyland y aparece días después en un bote de basura en Mexicali: el misterioso caso de Annie Encino

Una adolescente estadounidense de 16 años fue localizada con vida dentro de un contenedor de basura en Mexicali, Baja California, días después de haber desaparecido en el parque Disney California Adventure, en Anaheim. El caso ha despertado preocupación e interrogantes en ambos lados de la frontera, especialmente por el silencio mediático en México y las lagunas que aún rodean su cruce hacia territorio nacional.

Annie Kathleen Encino desapareció el pasado 20 de abril tras una discusión con su familia dentro del parque temático. Fue vista por última vez alejándose sola, lo que activó una Alerta Amber en Estados Unidos. Sin embargo, esa alerta nunca cruzó a territorio mexicano, dejando a la opinión pública del país sin conocimiento de su desaparición… hasta que la historia dio un giro tan insólito como alarmante.

Días después, una llamada anónima al 911 alertó a la policía municipal de Mexicali sobre la presencia de una menor dentro de un bote de basura. Al llegar al sitio, los oficiales encontraron a la joven en condiciones que no han sido detalladas, pero confirmaron su identidad. El consulado de Estados Unidos fue notificado de inmediato y su madre viajó a la ciudad fronteriza para identificarla y llevarla de regreso.

Hasta ahora, las autoridades mexicanas no han informado cómo fue que Annie cruzó la frontera sin documentos, sin acompañantes y sin ser detectada. Tampoco han revelado si fue víctima de trata, secuestro, abuso o si viajó voluntariamente con ayuda de terceros. La Fiscalía de Baja California mantiene abierta una investigación para esclarecer los hechos.

Lo que sí queda claro es que algo falló en los mecanismos de cooperación fronteriza. Ni la alerta internacional funcionó, ni hubo un protocolo binacional que permitiera actuar a tiempo. La aparición de una menor estadounidense en un contenedor de basura, en una ciudad donde los casos de desapariciones no son novedad, pone una vez más bajo la lupa la crisis de seguridad y el flujo irregular entre ambos países.

Mientras se esperan más detalles oficiales, el caso de Annie Encino evidencia que incluso en un entorno supuestamente seguro como Disneyland, la vulnerabilidad de los menores puede terminar en una historia digna de una serie policiaca.

Continuar Leyendo
Publicidad
Publicidad
Publicidad

Más visto