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Estas marcas de maquillaje engañan al consumidor

La Profeco analizó 50 marcas de maquillaje y encontró que éstos hacen promesas que no cumplen, por lo que podrían ser retirados del mercado

Elegir marcas de maquillaje en polvo puede ser complicado, ya que hay diversos productos; no obstante, el estudio que realizó la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) podría serte de utilidad.

Lo anterior, debido a que, para el siguiente número de la Revista del Consumidor, la institución realizó un estudio a 50 marcas de maquillaje diferentes, a las cuales sometieron a 416 pruebas para determinar la veracidad de su contenido.

De esta forma, poco antes de su publicación, el titular de la Profeco, Ricardo Sheffield Padilla adelantó para el diario Milenio, cuáles serán las marcas de maquillaje en polvo que podrían ser sancionadas y hasta retiradas del mercado.

Estas marcas de maquillaje mienten: Profeco

En una de las pruebas que realizó la Profeco a las marcas de maquillaje en polvo, se encuentra la de verificar que éste cumpla con sus frases publicitarias y con lo que dice su etiquetado, en donde encontraron que algunas son engañosas.

“Encontramos algunas empresas que no pudieron comprobar ciertas declaraciones que hacen en el etiquetado de su producto”, señaló Ricardo Sheffield Padilla. Estas son las marcas y las frases que no han logrado demostrar:

  • Zan Zusi: “Efecto continuo e hidratante”.
  • Renova Matte: “Cobertura perfecta”; deberá demostrarlo en comparación con otros productos.
  • IM Natural: “Fórmula que no tapa los poros de la piel”.
  • Cicatricure: este tiene tres frases que no pueden demostrar; la primera, “luminosidad instantánea”; la segunda, “oculta líneas de expresión y finalmente, “desvanece las líneas de expresión”.
  • Bella: con cuatro frases que deberán comprobar, estas son “polvo compacto hipoalergénico”, “polvo de arroz vitaminado”; “contiene vitamina E” y “polvo de arroz orgánico”.
  • Bissu: “Ayuda a controlar el exceso de grasa en el rostro” y “larga duración para una apariencia impecable por más tiempo”.
  • Natura Una: “Textura ultrafina que permite la construcción de cobertura personalizable otorga alta aplicación y larga duración y oculta líneas de expresión”.

Estas marcas deberán demostrar las frases anteriores y que contienen lo que dicen sus etiquetas, ya que el titular de la Profeco dio a conocer que ya se les realizó el requerimiento formal de información.

“Si no responden con las pruebas se les van a aplicar multas en promedio de 150 mil pesos. Y a quienes no lo demuestren, se les van a iniciar procesos por publicidad engañosa”, aseguró Sheffield Padilla.

Además, también señaló que en caso de no comprobar las frases, también serán retiradas del mercado; mientras que las marcas de maquillaje que sí logren verificar la información podrán seguir operando.

“Se les está dando un tiempo y si no lo comprueban en ese tiempo, entonces sí salen del mercado“, comentó.

¿Cuáles retirarán del mercado?

No obstante, hay marcas que sí serán retiradas del mercado y no tendrán la oportunidad de hacer un cambio, ya que dan menos producto del que ofertan en sus etiquetas: “Esos sí los vamos a sacar del mercado, no puedes dar menos”.

Los maquillajes en polvo que la Profeco retirará son:

  • Lock n’ Tap con 10.3 por ciento menos
  • Bella con 17.7 por ciento menos
  • Italia Deluxe con 21 por ciento menos
  • IM Natural con 30.6 por ciento menos
  • Saniye con 52.7 por ciento menos

“El consejo de Profeco en ese maquillaje es que en lugar de irse por la marca mejor revisen los ingredientes porque si en la práctica da lo mismo entonces mejor escogerlo por los ingredientes”, agregó Ricardo Sheffield Padilla.

Fuente: reporteindigo.com

Opinión

Emilia Pérez: Una Mirada Cuestionada sobre México Por: Sigrid Moctezuma

En un mundo donde el cine es tanto un arte como una poderosa herramienta de representación cultural, las películas que abordan la identidad de un país llevan consigo una gran responsabilidad. Tal es el caso de Emilia Pérez, una cinta que, aunque prometía ser un relato innovador, ha generado un torrente de críticas por su visión estereotipada y su superficialidad al retratar la cultura nacional.

Descrita por sus creadores como un “narco-musical”, Emilia Pérez sorprendió al ganar cuatro Globos de Oro, lo que dejó en evidencia una desconexión entre las audiencias internacionales y la percepción mexicana. Mientras en el extranjero se celebra como un experimento cinematográfico audaz, aquí ha sido criticada por perpetuar clichés culturales que parecen sacados de una postal turística, ignorando las complejidades del México actual. Aunque su mezcla de comedia, drama y música despertó curiosidad inicial, para muchos terminó siendo un recordatorio de cómo los estereotipos siguen dominando la narrativa global.

Uno de los puntos de mayor desagrado ha sido la manera en que la película aborda temas sensibles como la identidad de género y la narcocultura. Si bien es positivo que estas cuestiones tengan espacio en la narrativa cinematográfica, en Emilia Pérez se sienten tratadas con una ligereza que no honra su trascendencia. Los personajes, en lugar de reflejar matices reales, se convierten en caricaturas que difícilmente conectan con el público.

Las críticas no solo vienen de los espectadores, sino también de sectores especializados en cine y cultura. Se ha señalado que la película parece diseñada para un público extranjero que consume el «México pintoresco», mientras ignora las voces y experiencias auténticas que definen al país. Lo que representa una oportunidad desperdiciada para proyectar un discurso que sea fiel a nuestra riqueza cultural y social.

Este fenómeno no es nuevo en el cine. Muchas producciones internacionales han intentado capturar supuestamente nuestra esencia, pero terminan cayendo en la trampa: el mariachi omnipresente, las cantinas llenas de tequila y la violencia gratuita. Emilia Pérez, desafortunadamente, parece sumar su nombre a esta lista.

No obstante, este tipo de reacciones también abre un espacio importante para la reflexión. La discusión que surge de estas películas pone sobre la mesa la necesidad de que seamos nosotros quienes contemos nuestras propias historias, desde múltiples perspectivas. Es imperativo que el relato cinematográfico internacional comience a escuchar más atentamente las voces locales y trabajen en colaboración para evitar simplificaciones que diluyan nuestra esencia.

En un mundo donde las plataformas digitales hacen que el cine viaje más rápido que nunca, la responsabilidad de representar adecuadamente a un país se vuelve aún más crucial. La recepción de Emilia Pérez debería servir como un recordatorio de que no somos un concepto único y fácil de definir, sino una amalgama compleja de historias, tradiciones y modernidades.

Quizá, en el futuro, podamos ver más producciones que tomen este desafío en serio, dejando de lado las visiones simplistas. Porque México, con todas sus luces y sombras, merece ser contado con verdad y profundidad.

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