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Estos municipios ya iniciaron su horario de verano hoy

Este sábado se generó en redes sociales cierta confusión sobre el día en que inicia el horario de verano en México. Por eso, desde la Secretaría de Energía (Sener) del gobierno federal emitieron un comunicado y aclararon que este domingo 14 de marzo solo cambió la hora en los municipios fronterizos, con excepción de Sonora. Y no en el resto de la República.

“Como lo establece el decreto, este 14 de marzo inicia el horario de verano únicamente en los 33 municipios de la franja fronteriza del país”, indicó la dependencia federal.

Así, las demarcaciones que tuvieron que ajustar las manecillas de su reloj este domingo fueron las siguientes:

* En Chihuahua: Juárez, Ojinaga, Ascensión, Coyame del Soto, Guadalupe, Janos, Manuel Benavides y Praxedis G. Guerrero.

* En Baja California: Tijuana, Mexicali, Ensenada, Playa Rosarito y Tecate.

* En Coahuila: Acuña, Piedras Negras, Guerrero, Hidalgo, Jiménez, Zaragoza, Nava y Ocampo.

* En Nuevo León: Anáhuac y Los Aldama.

* En Tamaulipas: Nuevo Laredo, Reynosa, Matamoros, Camargo, Guerrero, Gustavo Díaz Ordaz, Mier, Miguel Alemán, Río Bravo y Valle Hermoso.

Hoy, en estos municipios, se adelanta una hora: es decir, a las 08:00 de la mañana, son las nueve. Esta modificación se realiza en la franja fronteriza antes que en el resto del país para que puedan sincronizarse con EEUU, donde este 14 de marzo arranca el horario de verano.

Las únicas ciudades limítrofes que no lleven a cabo este ajuste son las ubicadas en Sonora. Y es que en esa entidad, el gobierno acordó en 2016 con el ejecutivo de Arizona la creación de una región comercial para impulsar el crecimiento mutuo. En consecuencia, ambos estados decidieron equiparar sus horarios.

¿Cuándo cambia el horario en el resto de México?

El próximo domingo 4 de abril iniciará el horario de verano en el resto de México, concretamente a las 02:00 de la madrugada. El cambio entrará en vigor en todos los estados del territorio nacional, con la excepción de Sonora, Quintana Roo, y los 33 municipios fronterizos.

En el caso de Quintana Roo, desde el 2015 la entidad del sureste mexicano adoptó el uso horario del 75 oeste, una hora más respecto al centro del país, y misma que Nueva York o la Habana. La decisión obedeció a razones turísticas, ya que se pretendía garantizar a los viajeros 60 minutos más de sol durante todo el año.

En México, el nuevo horario tendrá una duración de seis meses, ya que se mantendrá hasta las dos de la madrugada del próximo 31 de octubre.

Según explica el Fideicomiso para el Ahorro de Energía Eléctrica (FIDE), el principal motivo de esta modificación horaria es “hacer mejor uso de la luz solar durante los meses de mayor insolación, para obtener una reducción en el consumo de energía eléctrica en las horas de mayor demanda de electricidad”.

Con este fin, en México, desde 1996, cada vez que llega abril los relojes se adelantan una hora. El ajuste se realiza siempre el primer domingo de ese mes.

Desde las autoridades recomiendan ajustar las manecillas del reloj el día anterior, es decir, el sábado 3 de abril, antes de acostarte en la cama. Deberás adelantar la hora: a las dos de la madrugada, serán las tres. Recuerda que la mayoría de los dispositivos tecnológicos realizan de forma automática el ajuste.

Opinión

Emilia Pérez: Una Mirada Cuestionada sobre México Por: Sigrid Moctezuma

En un mundo donde el cine es tanto un arte como una poderosa herramienta de representación cultural, las películas que abordan la identidad de un país llevan consigo una gran responsabilidad. Tal es el caso de Emilia Pérez, una cinta que, aunque prometía ser un relato innovador, ha generado un torrente de críticas por su visión estereotipada y su superficialidad al retratar la cultura nacional.

Descrita por sus creadores como un “narco-musical”, Emilia Pérez sorprendió al ganar cuatro Globos de Oro, lo que dejó en evidencia una desconexión entre las audiencias internacionales y la percepción mexicana. Mientras en el extranjero se celebra como un experimento cinematográfico audaz, aquí ha sido criticada por perpetuar clichés culturales que parecen sacados de una postal turística, ignorando las complejidades del México actual. Aunque su mezcla de comedia, drama y música despertó curiosidad inicial, para muchos terminó siendo un recordatorio de cómo los estereotipos siguen dominando la narrativa global.

Uno de los puntos de mayor desagrado ha sido la manera en que la película aborda temas sensibles como la identidad de género y la narcocultura. Si bien es positivo que estas cuestiones tengan espacio en la narrativa cinematográfica, en Emilia Pérez se sienten tratadas con una ligereza que no honra su trascendencia. Los personajes, en lugar de reflejar matices reales, se convierten en caricaturas que difícilmente conectan con el público.

Las críticas no solo vienen de los espectadores, sino también de sectores especializados en cine y cultura. Se ha señalado que la película parece diseñada para un público extranjero que consume el «México pintoresco», mientras ignora las voces y experiencias auténticas que definen al país. Lo que representa una oportunidad desperdiciada para proyectar un discurso que sea fiel a nuestra riqueza cultural y social.

Este fenómeno no es nuevo en el cine. Muchas producciones internacionales han intentado capturar supuestamente nuestra esencia, pero terminan cayendo en la trampa: el mariachi omnipresente, las cantinas llenas de tequila y la violencia gratuita. Emilia Pérez, desafortunadamente, parece sumar su nombre a esta lista.

No obstante, este tipo de reacciones también abre un espacio importante para la reflexión. La discusión que surge de estas películas pone sobre la mesa la necesidad de que seamos nosotros quienes contemos nuestras propias historias, desde múltiples perspectivas. Es imperativo que el relato cinematográfico internacional comience a escuchar más atentamente las voces locales y trabajen en colaboración para evitar simplificaciones que diluyan nuestra esencia.

En un mundo donde las plataformas digitales hacen que el cine viaje más rápido que nunca, la responsabilidad de representar adecuadamente a un país se vuelve aún más crucial. La recepción de Emilia Pérez debería servir como un recordatorio de que no somos un concepto único y fácil de definir, sino una amalgama compleja de historias, tradiciones y modernidades.

Quizá, en el futuro, podamos ver más producciones que tomen este desafío en serio, dejando de lado las visiones simplistas. Porque México, con todas sus luces y sombras, merece ser contado con verdad y profundidad.

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