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México

“Estoy vacunado, soy del IMSS”, dice para no usar cubrebocas en el Metro de CdMx

Dos jóvenes se negaron a utilizar cubrebocas dentro del Sistema de Transporte Colectivo (STC) Metro de la Ciudad de México. Elementos de la Policía Bancaria Industrial (PBI) los obligaron a descender del vagón.

A través de redes sociales, una usuaria compartió tres grabaciones en las que se logra ver a un joven y una chica sentados dentro del vagón sin cubrebocas. Cuatro elementos de la PBI los invitaron a descender, sin embargo, éstos se opusieron. Uno de ellos incluso afirmó haber sido vacunado contra la COVID.

“Mira, para que ustedes sepan, estoy vacunado. Soy del IMSS y trabajo en el IMSS”, dijo. El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) negó esta noche que el joven formara parte de su plantilla.

“El Seguro Social no reconoce el dicho de las dos personas que al discutir con elementos de la policía del Metro de la Ciudad de México dicen ser trabajadores de esta institución”, dijo el IMSS en un comunicado.

“De manera permanente el IMSS promueve el reforzamiento de las medidas sanitarias, como el uso de cubrebocas, que permitan cortas las cadenas de contagio ante el incremento de casos de COVID-19”, agregó.

Tres policías trataron de esposar al joven, pero éste se resistió y se abrazó del tubo. “Se me van a aventar todos, está bien, pero les hacen falta más”, dijo al aferrarse al asiento. Las escenas se volvieron virales en las redes sociales.

En la última grabación compartida se observa a los jóvenes fuera del vagón. El joven ya había sido sometido por los policías capitalinos.

Usuarios de redes sociales se mostraron indignados ante el actuar de los chicos y solicitaron a las autoridades impedirles la entrada a personas que no usen cubrebocas.

Fuente: SinEmbargo

México

Ariadna Camacho “La número 1”: Justicia con rostro humano para todo México

En tiempos donde México necesita confianza y esperanza en sus instituciones, platicamos de frente con Ariadna Camacho, quien aspira a convertirse en magistrada del Tribunal de Disciplina Judicial. Una mujer de trabajo, sencilla en el trato, pero firme en su vocación de servicio. Con años de experiencia en el derecho y en organismos nacionales e internacionales, Ariadna no viene a improvisar: viene a servir.

—¿Qué representa para ti buscar ser Magistrada en esta etapa de tu vida profesional?

“Es un sueño que abraza una enorme responsabilidad. Llegar al Tribunal sería la oportunidad de poner todo lo aprendido para lograr una justicia más transparente, más limpia, más cercana a la gente. La rendición de cuentas no debe ser una frase bonita, debe ser una realidad”.

—¿Qué aprendizajes de tu trayectoria te acompañan hoy?

“Me llevo en la maleta la sensibilidad que da el servicio público y la visión internacional de las mejores prácticas. Pero sobre todo, la empatía. Nunca olvidar que detrás de cada trámite, hay una persona que confía en nosotros”.

—¿Cuál consideras el principal reto del Poder Judicial?

“Recuperar la confianza de la gente. Que sepan que aquí sí hay justicia, que no todo está perdido. Para eso, hay que actuar con transparencia, ser claros, ser humanos y trabajar con todo el corazón”.

—¿Cómo acercar más la justicia a la ciudadanía?

“Hay que hablar su idioma, es el de todos, el que tú y yo consumimos diariamente. Simplificar los procesos, ser más accesibles. Hay que escuchar, acompañar, tender la mano, no solo emitir sentencias”.

—La corrupción sigue siendo un cáncer en el sistema. ¿Qué propones para combatirla?

“Cero, cero tolerancia. Blindar el sistema desde adentro, proteger a quien denuncia, y educar nuevas generaciones que entiendan que ser servidor público es un honor, no un beneficio personal”.

—¿Qué buenas prácticas internacionales deberían replicarse en México?

“La justicia restaurativa: que no solo se castigue, sino que se repare el daño. Y abrir de par en par los mecanismos de rendición de cuentas. Más derechos humanos, más transparencia”.

—¿Qué le dirías a los jóvenes que sueñan con integrarse al sistema de justicia?

“Que estudien, que trabajen duro, pero sobre todo, que nunca olviden que la justicia es para las personas. No es para el escritorio, no es para las estadísticas. Es para cambiar vidas”.

—Por último, Ariadna, ¿cuál es tu compromiso?

“Ser una magistrada que honre la confianza de México. Trabajar con integridad, con pasión y siempre con la frente en alto. Mi compromiso es con la justicia y con la gente, siempre con la gente”.

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