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Estudio halla pesticidas en 15 cereales de desayuno

El 100 % de los cereales de desayuno no ecológicos analizados en un estudio por la ONG francesa Générations Futures contienen residuos de pesticidas, reveló ayer esa entidad en un comunicado.
La organización evaluó una muestra de 15 cereales no ecológicos y cinco cereales ecológicos, de grandes marcas, como Kellogg’s, Nestlé y Jordans, o grandes distribuidores como Auchan, Leclerc o Carrefour.
Los análisis encontraron que en todos los cereales no ecológicos había presencia de pesticidas, mientras que no había ninguna en los cereales ecológicos.
Analizadas de manera individual, las cantidades de cada pesticida halladas en las muestras de cereales no representan un riesgo para la salud humana, indicó la organización.
Sin embargo, la ONG alertó sobre el riesgo de los llamados cócteles, o la combinación de varios químicos capaces de provocar serios daños a la salud.
«Entre las 15 muestras no ecológicas analizadas, se encontraron 141 residuos» de pesticidas, indicó el comunicado.
Générations Futures detalló que de los 141 residuos, 81, casi el 60%, «son sospechosos de ser disruptores endocrino», sustancias químicas capaces de alterar el sistema hormonal y causar problemas de salud, tales como «disminución de la fertilidad, diabetes y efectos al sistema inmunológico o respiratorio», según la ONG.
Adquiridas en supermercados de la región de los Altos de Francia, al norte del país, las muestras de cereales para el desayuno no ecológicos revelaron «una media de 9,4 residuos» de pesticidas, de los cuales «4.6 pesticidas son sospechosos de ser PE», añadió la organización.
Générations Futures es una organización no gubernamental dedicada a estudiar los peligros de los pesticidas para el consumo humano y el medioambiente.

EFE

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Desaparece en Disneyland y aparece días después en un bote de basura en Mexicali: el misterioso caso de Annie Encino

Una adolescente estadounidense de 16 años fue localizada con vida dentro de un contenedor de basura en Mexicali, Baja California, días después de haber desaparecido en el parque Disney California Adventure, en Anaheim. El caso ha despertado preocupación e interrogantes en ambos lados de la frontera, especialmente por el silencio mediático en México y las lagunas que aún rodean su cruce hacia territorio nacional.

Annie Kathleen Encino desapareció el pasado 20 de abril tras una discusión con su familia dentro del parque temático. Fue vista por última vez alejándose sola, lo que activó una Alerta Amber en Estados Unidos. Sin embargo, esa alerta nunca cruzó a territorio mexicano, dejando a la opinión pública del país sin conocimiento de su desaparición… hasta que la historia dio un giro tan insólito como alarmante.

Días después, una llamada anónima al 911 alertó a la policía municipal de Mexicali sobre la presencia de una menor dentro de un bote de basura. Al llegar al sitio, los oficiales encontraron a la joven en condiciones que no han sido detalladas, pero confirmaron su identidad. El consulado de Estados Unidos fue notificado de inmediato y su madre viajó a la ciudad fronteriza para identificarla y llevarla de regreso.

Hasta ahora, las autoridades mexicanas no han informado cómo fue que Annie cruzó la frontera sin documentos, sin acompañantes y sin ser detectada. Tampoco han revelado si fue víctima de trata, secuestro, abuso o si viajó voluntariamente con ayuda de terceros. La Fiscalía de Baja California mantiene abierta una investigación para esclarecer los hechos.

Lo que sí queda claro es que algo falló en los mecanismos de cooperación fronteriza. Ni la alerta internacional funcionó, ni hubo un protocolo binacional que permitiera actuar a tiempo. La aparición de una menor estadounidense en un contenedor de basura, en una ciudad donde los casos de desapariciones no son novedad, pone una vez más bajo la lupa la crisis de seguridad y el flujo irregular entre ambos países.

Mientras se esperan más detalles oficiales, el caso de Annie Encino evidencia que incluso en un entorno supuestamente seguro como Disneyland, la vulnerabilidad de los menores puede terminar en una historia digna de una serie policiaca.

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