Ocho cohetes fueron interceptados el domingo tras ser lanzados a la zona donde está la embajada estadounidense en Bagdad, informaron las fuerzas armadas y funcionarios iraquíes, lo que despertó temores de nuevos actos de violencia cuando se acerca el aniversario del asesinato de un general iraní.
“Un grupo proscrito” lanzó ocho cohetes contra la zona especial de seguridad, lesionando a un iraquí encargado de un retén y provocando daños materiales a un complejo residencial y algunos vehículos, indicaron las fuerzas armadas iraquíes en un comunicado. El complejo residencial suele estar vacío.
El sistema antimisiles C-RAM de la embajada, que se usa para destruir misiles en el aire, fue activado para desviar el ataque, señaló la sede diplomática en un comunicado.
“La embajada de Estados Unidos confirma que cohetes dirigidos hacia la Zona Internacional provocaron la activación de los sistemas de defensa de la embajada», señaló el comunicado. Indicó que el complejo de la sede diplomática sufrió algunos daños.
“Exhortamos a todos los líderes políticos y del gobierno iraquí a tomar medidas para prevenir esos ataques y a hacer que los responsables rindan cuentas», se añade en el texto.
Reporteros de The Associated Press ubicados al otro lado del río Tigris pudieron escuchar el ruido estruendoso generado por el sistema de defensa.
Estados Unidos instaló el sistema C-RAM en el verano luego que grupos armados incrementaron sus ataques con cohetes dirigidos a la embajada y sus instalaciones.
Washington retiró parte de su personal en la sede diplomática hace unos días como medida temporal, poco antes de la conmemoración el 3 de enero del aniversario del asesinato del general iraní Qassim Soleimani, perpetrado por un cohete estadounidense afuera del aeropuerto de Bagdad. Las autoridades de Estados Unidos indicaron que la reducción se debió a preocupaciones sobre un posible ataque en represalia.
El asesinato de Soleimani ha provocado furia en la región. Poco después el Parlamento iraquí aprobó una resolución llamando a la expulsión de todas las fuerzas extranjeras.
La persistencia de los ataques con cohetes ha sido un problema para el gobierno del presidente estadounidense Donald Trump, que culpa a milicias pro-iraníes.
En septiembre, Washington le advirtió a Irak que cerrará su embajada en Bagdad si el gobierno local no toma medidas para detener los ataques.
Fuente: Excelsior