El Departamento de Estado de Estados Unidos (EU) ofreció una millonaria recompensa para quien dé información que conduzca al arresto de cuatro hijos del líder del Cártel de Sinaloa, Joaquín “Chapo” Guzmán.
Se trata de recompensas de 5 millones de dólares (mdd) cada una para quien aporte información que ayude a detener a cuatro de los hijos del “Chapo“, considerados miembros de alto rango dentro del Cártel de Sinaloa.
Los cuatro hijos del “Chapo” están sujetos a una acusación federal por su participación en el tráfico ilícito de drogas. Tras el arresto de su padre, el capo Joaquín Guzmán Loera, el “Chapo”, sus hijos continuaron con el negocio, según autoridades estadounidenses.
Las autoridades pusieron a disposición de la ciudadanía un número de teléfono y un correo electrónico para que se pueda hacer la denuncia: + 1-520-335-7315 y GUZMANsons-Tips @ ice.dhs.gov.
De manera paralela, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos informó que el presidente Joe Biden firmó una orden ejecutiva para complementar los señalamientos del Departamento de Estado.
Lo anterior implica que se bloquearán y congelarán todas las propiedades e intereses que los cuatro hijos del “Chapo” tengan en territorio norteamericano, y se evita que puedan efectuar algún tipo de transacción con personas o empresas estadounidenses.
“También se bloquea cualquier entidad que sea propiedad, directa o indirectamente, del 50% o más de una o más personas bloqueadas”.
Fundado en la década de 1980, el Cártel de Sinaloa operó inicialmente como una coalición de los narcotraficantes más poderosos de México.
A principios de la década de los 2000, Ismael Zambada García (“Mayo”) y Joaquín Guzmán Loera (“Chapo”) consolidaron su poder, lo que llevó al cártel a convertirse en uno de los más grandes del país.
El Cártel de Sinaloa controla la actividad del narcotráfico en regiones clave de México, especialmente a lo largo de la costa del Pacífico. Trafica cantidades de varias toneladas de drogas ilícitas, incluidos fentanilo y heroína, hacia Estados Unidos.
En 2009, el presidente de Estados Unidos identificó al Cártel de Sinaloa como un importante narcotraficante extranjero, de conformidad con la Ley Kingpin.