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Salud y Bienestar

Evalúan nueva vacuna contra hepatitis B crónica

Una nueva vacuna contra la hepatitis B crónica creada por el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB), se encuentra actualmente en fase de evaluación clínica en ocho países, desarrollada con la colaboración de la compañía francesa Abivax, informaron este martes medios oficiales.

Nombrado HeberNasvac, este nuevo producto se administra por vía nasal y subcutánea, y ha probado ser «más efectivo y seguro» si se lo compara con el resto de los medicamentos existentes hoy en el mercado para este virus, según destaca en su portada el diario estatal Granma.

El ensayo clínico del HeberNasvac involucra alrededor de 230 pacientes y 50 sitios clínicos de Australia, Nueva Zelanda, Singapur, Corea del Sur, Taiwán, Hong Kong, Filipinas y Tailandia.

El protocolo para la evaluación del medicamento ha sido diseñado por expertos de alto nivel, contratados por Abivax, y científicos cubanos, según aseguraron fuentes del CIGB, quienes corroboraron la marcha satisfactoria del ensayo en Asia, una de las regiones más afectadas por la enfermedad.

Según cifras de la Organización Mundial de la Salud, cerca de un millón de muertes se producen cada año relacionadas con el virus de la hepatitis B, una de las principales causas de cáncer de hígado, cirrosis hepática y otras complicaciones como ascitis, varices esofágicas y esplenomegalia.

Un segundo estudio clínico de la nueva vacuna, aún en fase de reclutamiento, tendrá lugar en 13 sitios clínicos de Cuba y beneficiará a 160 pacientes de la isla, anunció por su parte la agencia oficial Prensa Latina.

En Cuba, donde los trabajos relacionados con el medicamento recibieron en varias ocasiones el Premio Nacional de la Academia de Ciencias, se prevé que comience a utilizarse para 2016, luego de la aprobación del registro sanitario otorgado por el Centro cubano para el Control Estatal de Medicamentos, Equipos y Dispositivos Médicos.

En noviembre de 2014 la isla anunció que preparaba vacunas preventivas contra el cólera, el neumococo y la hepatitis B para su registro y aplicación este año, calificadas como productos altamente novedosos, seguros y eficaces por las autoridades médicas de la isla.

Fuente El Universal

Revista

La grasa abdominal profunda: el enemigo silencioso que envejece tu cuerpo y tu mente

Oculta bajo la piel y rodeando órganos vitales como el corazón, el hígado y los riñones, la grasa visceral representa una de las amenazas más serias para la salud metabólica y cerebral, incluso en personas delgadas. Más que un problema estético, esta grasa activa procesos inflamatorios que pueden desencadenar enfermedades como la diabetes tipo 2, el hígado graso, problemas cardiovasculares y, a largo plazo, deterioro cognitivo.

De acuerdo con el Dr. Andrew Freeman, especialista en prevención cardiovascular, la grasa visceral es un marcador de múltiples riesgos de salud, aun en quienes aparentan estar en forma. El fenómeno conocido como “skinny fat” —personas con peso normal pero con alta proporción de grasa interna— evidencia que la salud no siempre se refleja en el espejo.

El impacto va más allá del metabolismo. La neuróloga preventiva Kellyann Niotis advierte que este tipo de grasa libera compuestos inflamatorios que aceleran la atrofia cerebral y favorecen la aparición de placas beta-amiloides y ovillos de tau, señales asociadas con la enfermedad de Alzheimer, incluso desde los 40 o 50 años.

¿Cómo saber si la grasa visceral está fuera de control? La medida de la cintura es un primer indicio: más de 88.9 cm en mujeres y 101.6 cm en hombres eleva el riesgo, según los CDC. La masa muscular también importa: quienes tienen más grasa que músculo tienden a acumular esta grasa profunda. Estudios como la DEXA o básculas con medición de grasa corporal pueden ayudar a evaluar estos indicadores.

La buena noticia: es reversible. Freeman insiste en un enfoque integral con ejercicio cardiovascular diario (como caminatas rápidas de al menos 30 minutos) y entrenamiento de fuerza con resistencia. Ejercicios como desplantes, sentadillas, lagartijas y peso muerto movilizan grandes grupos musculares, aceleran el metabolismo y estimulan hormonas que mejoran la composición corporal.

Una alimentación basada en plantas, como la dieta mediterránea, también es clave. Rica en frutas, vegetales, granos enteros, aceite de oliva y pescado, esta dieta ha demostrado reducir la grasa abdominal y el riesgo de muerte por enfermedades crónicas, especialmente en mujeres.

El ayuno intermitente —comer solo durante una ventana de seis horas al día— puede ser un complemento efectivo, aunque no es apto para todos. La combinación de alimentación natural, entrenamiento funcional y periodos de ayuno puede “hacer magia” en la reducción de grasa visceral, señala Freeman.

En resumen, mantener el músculo, eliminar alimentos ultraprocesados, moverse cada día y reorganizar los horarios de comida no solo combate la grasa abdominal profunda, sino que extiende la salud física y mental hacia el futuro. Porque el verdadero “elixir de la juventud” no se compra: se construye con hábitos.

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