El tapatío sigue recibiendo ataques a pesar de que fue subcampeón de F1/ LAPRESSE
Mika Hakkinen no se fía de la continuidad del piloto mexicano más allá de 2024
Mika Hakkinen se ha convertido en el último crítico de la continuidad de Sergio Pérez en Red Bull, puesto que considera que sólo está ahí por una cuestión de negocio.
En su aparición en un video de Unibet, el que fuera campeón de Fórmula 1 en 1998 y 1999, mandó un mensaje al mexicano de 33 años para que sea más competitivo ante Max Verstappen.
«Checo Pérez es el más lento, ha quedado bastante claro. Si el piloto más lento acepta esto, podrá comunicarse bien con los medios y el equipo».
«Podrá desarrollar bien el coche, y si está motivado podrá mantenerse a 3 o 4 décimas; y no creo que sea malo esa diferencia. En realidad, es una situación bastante buena», señaló el finlandés.
Sin embargo, lo que Mika Hakkinen no ve con buenos ojos son los pretextos que pone el mexicano por los malos resultados: «Pero si el compañero de equipo empieza a quejarse y acusa al equipo de no darle un buen coche, no está motivado».
Ante ello, el finlandés vería positivo su salida de Red Bull si no da buenos números: «Si los resultados suben y bajan, no es bueno para el equipo; entonces ahí, Red Bull tiene que hacer cambios«.
Sergio Pérez y el imán mercadológico en Red Bull
Por otra parte, Mika Hakkinen destacó la importancia que tiene Checo Pérez fuera de las pistas, y que beneficia a la empresa de bebidas energéticas, un punto a su favor para mantenerse en la escudería de Fórmula 1.
«México es un mercado grande y tiene un gran impacto ahí. Pero al final, estamos en una competencia y para lograr buenos resultados, no puedes confiar en un solo piloto«, insistió.
Ante ello, el finlandés pidió a Red Bull que exija a Checo Pérez acercarse más a Max Verstappen: «Tienes que conseguir que dos pilotos alcancen un cierto nivel para que puedas hacer un buen desarrollo».
«¿El futuro de Checo Pérez está en Red Bull? Creo que es muy poco probable«, finiquitó el dos veces campeón de Fórmula 1 para Unibet.
Anthony Joshua dejó en claro la diferencia entre un excampeón mundial y una celebridad convertida en boxeador. El británico venció por nocaut técnico a Jake Paul en el sexto asalto de un combate de peso completo celebrado la noche del viernes en Miami, una pelea que desde su anuncio generó polémica por el contraste de experiencia, tamaño y trayectoria entre ambos contendientes.
El enfrentamiento, pactado a ocho rounds profesionales, despertó críticas por los riesgos que implicaba para Paul, quien llegó con marca de 12 triunfos y una derrota frente a Joshua, dos veces campeón del mundo y con récord de 28 victorias y cuatro caídas. Sin embargo, contra la mayoría de los pronósticos, el estadounidense resistió más de lo esperado y logró extender la contienda hasta bien entrada la segunda mitad.
Desde el inicio, Paul optó por el movimiento constante y el amarre, una estrategia evidente para consumir tiempo y evitar los golpes de poder del británico. Joshua, por momentos impreciso y visiblemente frustrado, tardó en encontrar su distancia, aunque poco a poco fue imponiendo su físico y su alcance.
En el quinto episodio llegaron los primeros momentos realmente críticos para Paul. Joshua conectó combinaciones más limpias, provocó dos caídas y estuvo cerca de finalizar el combate, aunque su rival logró sobrevivir con esfuerzo y algo de teatralidad, incluso recurriendo a gestos provocadores hacia el británico.
El desenlace llegó en el sexto round. Joshua salió decidido, conectó una derecha contundente que envió a Paul a la lona y, tras reincorporarse en evidente mal estado, el estadounidense recibió un uppercut y una nueva derecha al mentón que obligaron al réferi a detener la pelea. Paul terminó con el labio inferior partido, pero consciente y sonriente, reconociendo el cierre inevitable.
Más allá del resultado, el combate dejó sensaciones encontradas. Para Joshua, la victoria confirmó su superioridad sin que el análisis técnico vaya mucho más allá. Para Paul, haber llegado al sexto asalto frente a un peso completo de élite fue visto por algunos como una muestra de valentía y por otros como una peligrosa puesta en escena.
El debate sobre este tipo de cruces seguirá abierto, pero en el ring no hubo discusión. La experiencia y el poder de Anthony Joshua marcaron el final.