Keith Schilling, exejecutivo de la empresa Baker Hughes Co., reconoció este viernes que rentó su casa en Houston al hijo mayor del presidente Andrés Manuel López Obrador. El exempleado de la empresa energética transnacional habló públicamente por primera vez sobre su participación en el escándalo y apuntó que sí rentó su casa a José Ramón López Beltrán, pero aseguró que no tenía conocimiento previo de quién era el arrendatario.
Schilling, quien trabajó para Baker Hughes de 2016 a 2020, informó que su casa estaba vacía y disponible para rentarse después de que él se mudó para administrar el negocio en Canadá del gigante de servicios petroleros.
El 19 de agosto de 2019, Baker Hughes firmó un contrato con Pemex por 85 millones de dólares, un mes después el hijo de AMLO y su esposa se mudaron a la casa del alto ejecutivo de la empresa.
“No tenía ninguna relación previa, conexión personal o familiaridad con el arrendatario o la familia del arrendatario de ninguna forma o manera”, afirmó Schilling.
“En cualquiera de mis roles en Baker Hughes, no tenía responsabilidad de ninguna actividad comercial o contrato en, o relacionado con, México”, aseguró.
Schilling añadió que el alquiler de la propiedad se hizo públicamente a través de un corredor profesional y con licencia.
El pasado 30 de enero, Latinus y MCCI revelaron que José Ramón López Beltrán, hijo del presidente, ha vivido en los últimos años en dos casas en Texas, cada una con un valor de casi un millón de dólares.
La primera de esas casas pertenecía a Schilling, quien en ese momento era un alto ejecutivo en Baker Hughes, empresa que tiene contratos vigentes con el gobierno de López Obrador por más de 151 millones de dólares en obras para Pemex y que además, hoy vende compresores y turbinas para la nueva refinería de Dos Bocas.
“Como es práctica estándar cuando me mudo por trabajo, alquilé mi casa, de propiedad personal en el área de Houston, a un tercero, desde agosto de 2019 hasta julio de 2020. Las partes celebraron un contrato de alquiler típico a precio de mercado. Me pagaban mensualmente, de acuerdo con los términos del contrato de alquiler”, dijo Schilling en un comunicado dado a conocer por Bloomberg News.
El viernes pasado, Baker Huges reconoció que la casa en Houston en la que vivieron José Ramón y su esposa, Carolyn Adams Solano, perteneció a un exempleado de la firma.
La compañía dijo en un breve comunicado en el que señala que “la casa es una propiedad privada que, según los registros públicos, pertenecía a un exempleado” y detalló que este “dejó la empresa en 2019”. Sin embargo, en su perfil de Linkedln, Keith L. Schilling señala que dejó la empresa en enero de 2020.
La compañía afirmó que “el inmueble nunca ha sido propiedad ni administrado directa o indirectamente por Baker Hughes” y aseveró que “no estuvo involucrada en la supuesta transacción”.
Sin referirse a Schilling con nombre y apellido, Baker Huges aseguró que dicho extrabajador no estaba involucrado en sus operaciones en México, donde tiene presencia hace más de 60 años.
Añadió que, debido a que es una empresa pública que cotiza en NASDAQ, “está comprometida con estrictas normas de anticorrupción y rendición de cuentas en Estados Unidos” y en el resto de países en los que opera. “Nuestros contratos y operaciones se realizan con estricto apego a la ley”, afirmó.
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, respondió este viernes a la denuncia de hechos que el PAN realizó ante la Fiscalía General de la República (FGR) contra su hijo por presunta corrupción y tráfico de influencias. “Ya un partido presenta una denuncia a la Fiscalía, adelante, obvio no hay nada ilegal, nada absolutamente. Pero es el escándalo, es tirarlo, porque no pueden de otra manera, y ahí están medios, periodistas, intelectuales al servicio del antiguo régimen, todos, y adelante con eso”, dijo durante su conferencia matutina.