El pasado mes de noviembre, el hackeo masivo a Sony, además de copar titulares por tensiones políticas con Corea del Norte por el estreno de La entrevista, también desveló la evidente brecha salarial entre géneros de la meca del cine. Fue entonces cuando Jennifer Lawrence descubrió que había cobrado bastante menos que sus compañeros de La gran estafa americana (Bradley Cooper, Christian Bale y Jeremy Renner). La película supuestamente coral no lo fue tanto a la hora de repartirse los beneficios. El director y los tres protagonistas se llevaron el 9%; Amy Adams y Jennifer Lawrence, sólo el 7%.
No fue la única en enterarse de cómo funcionan los pagos en Hollywood. Gracias a la filtración de mails, Charlize Theron descubrió que iba a cobrar 10 millones de dólares menos que su compañero Chris Hemsworth en Profesión: El Especialista y consiguió negociar un aumento de 10 millones. El hackeo, además, evidenció que las diferencias salarialaes no sólo afectan a las actrices. Los ‘co’ productores Michael de Luca y Hannah Minghella hacen el mismo trabajo, pero sólo de Luca se lleva siempre un millón de dolares más por producción.
Todo este alud de información sobre la evidente disparidad de trato entre géneros en la industria «volvió loca» a Jennifer Lawrenece, que ha escrito una valiente carta en el newsletter de Lena Dunham (Lenny Letter) explicando cómo se sintió cuando esta información se filtró:
«Cuando se habló sobre el hackeo de Sony y descubrí que cobraba mucho menos que la gente afortunada con penes, no me enfadé con Sony. Me enfadé conmigo misma. Había fallado como negociadora porque había tirado la toalla demasiado pronto. No quería seguir luchando por millones de dólares que, francamente, y debido a dos franquicias, no necesito». (Lawrence se refiere a lo que cobra por Los Juegos del Hambre y su participación en la saga X Men)
El País