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Fallece niña de un año por Covid-19 en Torreón; van 9 decesos de menores en Coahuila

La Secretaría de Salud de Coahuila reportó 95 casos nuevos por COVID-19 en la entidad, así como cuatro defunciones a consecuencia del virus, entre las que destaca el fallecimiento de una niña de un año en la ciudad de Torreón.

De acuerdo con el reporte emitido este mediodía, las otras tres muertes se registraron en Acuña, un hombre de 81 años; y Saltillo, una mujer de 53 años y un hombre de la misma edad.

Con estas cifras, en lo que va de la pandemia el COVID-19 se han confirmado ocho mil 690 decesos por la enfermedad, así como 146 mil 77 contagios.

En la distribución de casos activos, Saltillo sigue encabezando la estadística con 162, seguido de Torreón (81), Monclova (36), Acuña (28) y Piedras Negras (22).

Y en hospitalizados, se contabilizan 70 en todo el estado, ubicándose 26 en Torreón, 24 en Saltillo, ocho en Monclova, siete en San Juan de Sabinas y cinco en Piedras Negras.

De acuerdo con la base de datos de fallecimientos por COVID-19, este año ha sido el más letal de la pandemia con la población menor de edad.

Con el deceso de la menor de un año reportado hoy, en 2022 suman nueve casos de menores de 18 años, de los cuales cinco fueron mujeres de un año o menos (dos recién nacidas).

Opinión

Emilia Pérez: Una Mirada Cuestionada sobre México Por: Sigrid Moctezuma

En un mundo donde el cine es tanto un arte como una poderosa herramienta de representación cultural, las películas que abordan la identidad de un país llevan consigo una gran responsabilidad. Tal es el caso de Emilia Pérez, una cinta que, aunque prometía ser un relato innovador, ha generado un torrente de críticas por su visión estereotipada y su superficialidad al retratar la cultura nacional.

Descrita por sus creadores como un “narco-musical”, Emilia Pérez sorprendió al ganar cuatro Globos de Oro, lo que dejó en evidencia una desconexión entre las audiencias internacionales y la percepción mexicana. Mientras en el extranjero se celebra como un experimento cinematográfico audaz, aquí ha sido criticada por perpetuar clichés culturales que parecen sacados de una postal turística, ignorando las complejidades del México actual. Aunque su mezcla de comedia, drama y música despertó curiosidad inicial, para muchos terminó siendo un recordatorio de cómo los estereotipos siguen dominando la narrativa global.

Uno de los puntos de mayor desagrado ha sido la manera en que la película aborda temas sensibles como la identidad de género y la narcocultura. Si bien es positivo que estas cuestiones tengan espacio en la narrativa cinematográfica, en Emilia Pérez se sienten tratadas con una ligereza que no honra su trascendencia. Los personajes, en lugar de reflejar matices reales, se convierten en caricaturas que difícilmente conectan con el público.

Las críticas no solo vienen de los espectadores, sino también de sectores especializados en cine y cultura. Se ha señalado que la película parece diseñada para un público extranjero que consume el «México pintoresco», mientras ignora las voces y experiencias auténticas que definen al país. Lo que representa una oportunidad desperdiciada para proyectar un discurso que sea fiel a nuestra riqueza cultural y social.

Este fenómeno no es nuevo en el cine. Muchas producciones internacionales han intentado capturar supuestamente nuestra esencia, pero terminan cayendo en la trampa: el mariachi omnipresente, las cantinas llenas de tequila y la violencia gratuita. Emilia Pérez, desafortunadamente, parece sumar su nombre a esta lista.

No obstante, este tipo de reacciones también abre un espacio importante para la reflexión. La discusión que surge de estas películas pone sobre la mesa la necesidad de que seamos nosotros quienes contemos nuestras propias historias, desde múltiples perspectivas. Es imperativo que el relato cinematográfico internacional comience a escuchar más atentamente las voces locales y trabajen en colaboración para evitar simplificaciones que diluyan nuestra esencia.

En un mundo donde las plataformas digitales hacen que el cine viaje más rápido que nunca, la responsabilidad de representar adecuadamente a un país se vuelve aún más crucial. La recepción de Emilia Pérez debería servir como un recordatorio de que no somos un concepto único y fácil de definir, sino una amalgama compleja de historias, tradiciones y modernidades.

Quizá, en el futuro, podamos ver más producciones que tomen este desafío en serio, dejando de lado las visiones simplistas. Porque México, con todas sus luces y sombras, merece ser contado con verdad y profundidad.

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