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Fallece Rochus Misch, el último testigo de la muerte de Hitler

Guardaespaldas, mensajero y telefonista del dictador nazi durante cinco años, compartió con él sus últimos días en el búnker de Berlín

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Rochus Misch, que falleció el jueves a los 96 años en su modesta casa de Berlín, es letra pequeña de la terrible historia del nazismo. Era un veinteañero cuando sirvió de guardaespaldas del peor tirano de la historia, Adolf Hitler. Aunque eso sí, un veinteañero de la élite de las SS. Desde su posición privilegiada de pretoriano con runas en el cuello, Misch vio y escuchó durante cinco años cosas interesantísimas para el historiador. Desgraciadamente, filtrados por su mente parda, su juventud fanatizada y su afán de protagonismo, sus recuerdos, recogidos en libros (Yo fui guardaspaldas de Hitler,Taurus, 2006) y entrevistas, se convierten muchas veces en material de valor muy discutible.

Estuvo en el centro del maelstrom que era Hitler, pero a veces es precisamente ahí, en medio de los acontecimientos, donde más difícil resulta entenderlos. Misch era además en el fondo un don nadie del III Reich, poco más que un sirviente armado, y resultan risibles sus comentarios cuando considera necesario señalar que a él, un Oberscharführer, un suboficial, no se le consultaban decisiones ni tenía acceso a informaciones vitales. Era un hombre que vivía de órdenes, de rumores, y de lo que podía entrever y pillar aquí y allá un personaje de su baja jerarquía entre las bambalinas del poder.

Lo que hizo famoso a Misch en realidad fue compartir el Götterdämmerung nazi en el Führerbunker de Berlín y conseguir salir vivo de ese antro de muerte para, gracias a su longevidad, convertirse en el último superviviente del extravagante reparto de aquel drama. Con sus superiores SS Heinz Linge y Otto Günsche y el chófer de Hitler Erich Kempka, todos ya fallecidos, componen el grupo principal de testigos de a pie de los últimos momentos del líder nazi, aunque Misch se perdió el momento estelar de la cremación de los cuerpos de Hitler y Eva Braun. Sí estuvo presente, según contaba, cuando abrieron la puerta de la habitación de Hitler y encontraron a la pareja muerta.

Misch siempre pareció conservar un buen recuerdo de Hitler, lo que muestra a las claras qué clase de individuo era. Decía que Hitler no se mostraba nunca autoritario y que siempre le pareció una persona normalísima y un jefe estupendo. De hecho, en su momento, Misch se mostró crítico con la película El hundimiento (Oliver Hirschbiegel, 2004), que le parecía una opereta dramática, por mostrar a Hitler gritando enloquecido. Según él era una visión americanizada y exagerada de los hechos y en el búnker no se vivía en plena histeria sino que la procesión iba por dentro.

Misch, nacido en 1917 en Silesia, llegó al puesto de guardaespaldas de Hitler en 1940, tras haberse alistado en las SS y ser herido mientras negociaba la rendición de tropas polacas, por lo que recibió la Cruz de Hierro de Segunda Clase. Transferido al Leibstandarte Adolf Hitler, la unidad de protección personal del Führer, ejerció distintas funciones cuando no estaba vigilando directamente a Hitler, como correo y operador telefónico, su misión principal en el búnker en 1945.

Tras escapar de aquel lugar de pesadilla, Misch fue apresado por los rusos, que trataron de sacarle toda la información posible sobre la suerte de Hitler, algo que obsesionaba a Stalin. Después de nueve años de cautiverio volvió a Alemania en 1954 y se instaló en Berlín, cerca del búnker, de cuya conservación era partidario. Su mujer murió en 1998 y desde entonces vivía solo: su hija eligió no verlo más y envió a su propio hijo a una escuela judía en Frankfurt.
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Reacreditan en la UACH tres programas de humanidades de la Facultad de Filosofía y Letras

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La Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Autónoma de Chihuahua obtuvo la reacreditación de tres de sus programas académicos: Filosofía, Lengua Inglesa y Letras Españolas, lo que reafirma su compromiso con la calidad educativa en el área de las humanidades.

Los programas renovaron su acreditación ante el Consejo para la Acreditación de Programas Educativos en Humanidades, A.C. (COAPEHUM), un proceso que la Facultad ha sostenido de manera ininterrumpida desde 2008. Esta continuidad refleja la solidez académica de sus planes de estudio, así como el trabajo permanente de evaluación y mejora en la formación profesional que se ofrece al estudiantado.

COAPEHUM es un organismo integrado al Sistema de Evaluación y Acreditación de la Educación Superior, conocido como SEAES. Su creación surgió del esfuerzo conjunto de las directoras y directores de las escuelas y facultades que conforman la Red Nacional de Escuelas y Facultades de Filosofía, Letras y Humanidades, con el objetivo de contribuir al desarrollo, fortalecimiento y difusión de estas disciplinas en el país.

La Facultad de Filosofía y Letras de la UACH forma parte activa de esta Red Nacional, lo que le permite participar de manera constante en procesos de evaluación académica orientados a garantizar estándares de calidad y pertinencia en la formación de profesionistas del ámbito humanístico. Estas evaluaciones consideran distintos aspectos del quehacer académico, entre ellos los planes de estudio, el perfil docente y los procesos institucionales.

Con la reacreditación de los programas de Filosofía, Lengua Inglesa y Letras Españolas, la Universidad Autónoma de Chihuahua refrenda su compromiso con la excelencia académica y la formación integral de su comunidad estudiantil. Este reconocimiento fortalece la oferta educativa de la institución y consolida su contribución al desarrollo de las humanidades en beneficio de la sociedad chihuahuense.

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