Las once personas que viajaban a bordo de un avión con paracaidistas que se ha estrellado en Marchovelette, en la provincia de Namur, en el sur de Bélgica, han fallecido, según han informado las autoridades belgas.
Los bomberos de Eghezée recibieron una llamada poco después de las 16:00 horas informando de que un avión con paracaidistas se había estrellado en un campo en Marchovelette. El avión había despegado del aeródromo de Temploux con once personas a bordo, el piloto y diez paracaidistas.
Por ahora se desconoce la causa del siniestro pero un testigo ha relatado a la cadena RTL que el avión perdió «el ala en pleno vuelo» y se estrelló. «No he visto a nadie salir en paracaídas», ha precisado.
Su versión contrasta con la del alcalde de Fernelmont, Jean-Claude Nihoul, que ha indicado que «tres de los paracaidistas intentaron abrir su paracaídas pero demasiado tarde». Según Nihoul, el aparato ha quedado parcialmente calcinado y se ha estrellado a unos 250 metros de unas viviendas, informa el diario ‘Le Soir’.
En el lugar de los hechos se encuentran ya un forense y otros especialistas para ayudar en la identificación de las víctimas y aclarar las causas del siniestro, así como representantes de la Fiscalía de Namur.
Hasta allí también ha llegado el primer ministro, Elio di Rupo, la ministra del Interior, Joëlle Milquet, y el alcalde de Namur, Maxime Prévot, y se espera que en breve llegue también el rey Felipe.
El aparato accidentado, un Pilatus de construcción suiza, ya había sufrido un accidente en marzo de 2000 en Moorsele, según datos oficiales recogidos por el diario ‘La Libre Belgique’. El avión se estrelló tras despegar cuando volaba a baja altura. El piloto y los diez paracaidistas que viajaban a bordo resultaron heridos pero no hubo víctimas. El aparato fue reconstruido y rebautizado en 2000.
Fuente: ep
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