El medio electrónico “Riodoce” dio a conocer que familiares y sicarios de “El Chapo” se repartieron el territorio de “El Triángulo Dorado” en su ausencia.
De acuerdo con el medio, los pistoleros, sobrinos, primos y colaboradores que durante años trabajaron con el narcotraficante, creen que este es el inminente fin de la carrera delictiva de Joaquín Guzmán Loera.
«Nosotros sabemos que el Tío (Guzmán Loera) ya no va a regresar. Desde el principio supimos que era un juicio perdido, y aun así teníamos esperanza que ganara, pero era difícil. Desde que se lo llevaron a Estados Unidos fue difícil que las cosas salieran a su favor”.
Así lo dio a conocer el supuesto sobrino de “El Chapo”, quien pidió que sólo se le identificará con el apodo de “Comandante”.
La nostalgia parece llenar al pistolero de Guzmán Loera cuando piensa en la ausencia del capo, pues asegura que en los tiempos en que su Tío aún estaba libre, había opulencia en la sierra, y sobre todo la gente se sentía segura pues el Chapo no sólo controlaba el territorio, sino que ayudaba a la gente que de pronto enfrentaba una necesidad o alguna urgencia.
“Cuando se enfermaba alguien, y la familia no tenía dinero, el señor enviaba para la medicina, o mandaba traer una avioneta para que llevaran al enfermo a Culiacán. Daba trabajo. Era muy noble con la gente, por eso lo querían”, dice el Comandante, quien acabó unido a una facción del Chapo que hoy por hoy controla un territorio integrado a la ciudad de Culiacán.
En cuanto a la seguridad en las montañas, el sobrino explica que actualmente se han presentado una serie de conflictos en las inmediaciones de lo que se conoce como el Triángulo Dorado, una zona completamente aislada y de difícil acceso donde convergen los estados de Sinaloa, Chihuahua y Durango.
“Desde que se lo llevaron (al Chapo), hay más guerras, más conflictos, porque los que quedaron en su lugar resultaron ser más desordenados que cuando mi Tío, y ahí empiezan a hacer lo que quieren, y ya no se respeta a la gente ni se respetan las reglas”, reveló el sobrino del capo.
El Cacho, quien también solicitó no se revelara su verdadera identidad, explicó que parte de la inseguridad que se vive en las montañas tiene que ver con la insistencia del Cártel de La Línea, que tiene semanas tratando de entrar a Sinaloa por la zona de Atascadero, en Chihuahua, y que por eso el Cártel de los Guzmán vigila toda la zona.