Abrazos, besos y lágrimas pudieron verse entre cientos de personas de Texas y México que se reencontraron con sus parientes por unos pocos minutos en un tramo de lecho seco del fronterizo río Bravo.
Las familias en ambos lados de la frontera están separadas por la deportación y algunos dijeron que tenían hasta 10 años de no verse. El encuentro denominado #AbrazosNoMuros logró la participación de cerca de 150 familias.
El diario El Paso Times informa que la gente se abrazó, conversó, intercambió saludos a gritos en inglés y español durante los 3 minutos que duró el reencuentro familiar entre El Paso y Ciudad Juárez. Algunos llevaban carteles con la leyenda «Esta frontera valora a la familia».
Los parientes de uno y otro lado de la frontera, bajaron al cauce y se abrazaron a la mitad del lecho, sobre la tierra mojada por el débil hilo de agua que conduce el Río Bravo .
Los breves reencuentros formaron parte de una campaña de «Abrazos, no muros» auspiciado por Border Network for Human Rights (Red Fronteriza por los Derechos Humanos), una organización que promueve los derechos de los inmigrantes.
La policía mantuvo una presencia discreta durante el acto pacífico.
Con información de AP