Los directores de seis agencias de inteligencia estadounideses, entre ellas el FBI, la CIA y la NSA, recomendaron no comprar smartphones Huawei por considerarlos peligrosos para la seguridad de las telecomunicaciones en ese país, a lo que la empresa china respondió que «tiene la confianza de gobiernos y consumidores en 170 países del mundo».
«Estamos profundamente preocupados por los riesgos de permitir que cualquier empresa o entidad comprometida con gobiernos extranjeros que no comparten nuestros valores adquieran posiciones de poder dentro de nuestras redes de telecomunicaciones», comentó el director del FBI, Chris Wray, ante la comisión de Inteligencia del Senado.
Durante la audiencia realizada en el Capitolio seis representantes de las principales agencias enfatizaron su recomendación a los ciudadanos para que no usen productos de esa marca de orígen chino: «Esto les da la capacidad de modificar o robar información y de realizar espionaje indetectable», agreró Wray.
Esta situación tiene un antecedente en 2011, cuando el general Michael Hayden de la CIA afirmó que Huawei «había compartido información confidencial con el Estado chino».
Por su parte, la empresa (tercer mayor fabricante de smartphones del mundo) consideró que la maniobra busca «inhibir el negocio de Huawei en el mercado estadounidense».
«Huawei cuenta con la confianza de gobiernos y clientes en 170 países y no presenta mayor riesgo de ciberseguridad que cualquier proveedor de telecomunicaciones», aseguró la empresa en un comunicado difundido por la cadena CNBC.
La firma china tenía lista una asociación con AT&T para comercializar sus productos en el país norteamericano, pero ese acuerdo fue dado de baja -según entienden en Huawei- por presiones gubernamentales.
Antes de las declaraciones de los jefes de las agencias, legisladores del Partido Republicano habían presentado un proyecto de ley que buscaba prohibirle al gobierno firmar contratos con Huawei y la también china ZTE.
El «Acta de Defensa de las Comunicaciones del Gobierno de Estados Unidos» fue presentada el pasado 9 de enero por el congresista texano Mike Conaway y sostiene que «el comercio de tecnología china es un vehículo del Gobierno (del país asiático) para espiar a las agencias federales» norteamericanas.
Agencia Télam