La Reserva Federal de Estados Unidos acordó este jueves swaps de divisas con nueve bancos centrales para respaldar los préstamos en dólares en los mercados globales presionados por el impacto de la pandemia del COVID-19 y estabilizar el mercado cambiario.
Bajo el acuerdo, la Fed cambia dólares por cantidades iguales de moneda extranjera, lo cual permite a los bancos foráneos dar dólares a sus instituciones que suelen prestar moneda estadounidense.
La Fed explicó que están involucrados los bancos centrales de México, Australia, Brasil, Dinamarca, Corea del Sur, Noruega, Nueva Zelanda, Singapur y Suecia.
«Esta medida, como las que ya se han establecido entre la Reserva Federal y otros bancos centrales, están diseñadas para ayudar a disminuir las tensiones en los mercados mundiales de financiación en dólares estadounidenses, mitigando así los efectos de estas tensiones en el suministro de crédito a los hogares y las empresas, tanto en el país como en el extranjero», detalló la institución en un comunicado.
El acuerdo establece una línea de intercambio de 60 mil millones de dólares con el Banco de México (Banxico), que también aplica para los bancos centrales de Australia, Brasil, Corea del Sur, Singapur y Suecia.
Para las instituciones de Dinamarca, Noruega y Nueva Zelanda, la permuta de divisas es por 30 mil millones de dólares.
Este acuerdo estará vigente por al menos seis meses, agregó el Banco Central de EU.
Minutos después, Banxico publicó un comunicado en el que indica el movimiento.
«El mecanismo ‘swap’ acordado entre el Banco de México y la Reserva Federal de Estados Unidos es hasta por 60 mil millones de dólares. Este nuevo mecanismo apoyará la provisión de liquidez en dólares de Estados Unidos y tendrá vigencia por, al menos, seis meses», detalló.
Los swaps de divisas se iniciaron en 2007 cuando estalló la crisis crediticia, comenzando primero con los principales bancos centrales de los países desarrollados.
A medida que se intensificaron las presiones sobre el sistema global, la Fed expandió la disponibilidad a economías más pequeñas y avanzadas y a mercados emergentes como Corea del Sur y Brasil.
Poner dólares a disposición de las naciones extranjeras, incluso sin ningún costó para la Fed, se convirtió en un punto de discusión para algunos en el Congreso de EU.
La Reserva Federal tuvo que defender repetidamente la acción y explicar a los legisladores que los contribuyentes estadounidenses no estaban prestando dinero a naciones extranjeras, y que debido a que se trataba de permutas financieras, no de préstamos, no había riesgo de incumplimiento.
Fuente: El Financiero