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Feminicidio: el delito que ha dejado en evidencia la incapacidad de reacción del gobierno

El número de feminicidios en México se incrementa de la misma manera en que lo hacen las críticas hacia el Estado bajo el argumento de que no llevan a cabo acciones para proteger efectivamente a las mujeres a lo largo del país. Esta semana, se dio a conocer el caso de la joven Ingrid Escamilla Vargas, quien fue asesinada por su pareja y después, las fotografías del hecho fueron reproducidas por diversos medios.

Si bien el caso de Ingrid Escamilla cobró mucha relevancia hasta el punto de conmocionar el país, México lleva lustros padeciendo una crisis de derechos humanos y seguridad que ha desbordado a las autoridades, atizada por la impunidad en más del 98% de los crímenes.

“Me da miedo salir a la calle sola. En México se ha normalizado la violencia hacia la mujer”, denunció a la agencia de noticias Efe Jocelyn, una joven estudiante de Pedagogía de 21 años, quien decidió participar en la marcha del 14 de febrero en la Ciudad de México.

Si bien el caso de Ingrid Escamilla fue el detonante de las protestas masivas, en las cuales la ira de las participantes era evidente, las consignas, además de estar orientadas hacia la denuncia por la brutalidad del hecho, también se dirigían a una propuesta que el fiscal general había realizado hace algunos días, a las palabras que el presidente dijo en su conferencia matutina y a la reacción de la jefa de gobierno capitalina.

La tipificación del delito de feminicidio -homicidio de una mujer por razones de género- se alcanzó en México hasta el 2012, tras de años de lucha y una sentencia histórica de la Corte Interamericana de Derechos Humanos por el caso “Campo Algodonero”, el cual fue un descampado de la norteña Ciudad Juárez, donde a inicios de siglo hallaron los cadáveres de ocho mujeres.

No obstante, a inicios de mes, en una reunión privada con diputados del Movimiento Regeneración Nacional (Morena), el titular de la Fiscalía General de la República (FGR), Alejandro Gertz Manero, propuso suprimir el delito de feminicidio y sustituirlo por homicidio con agravante, con una pena de 40 a 70 años.

“En este delito, actualmente, se imponen siete condiciones, requisitos y circunstancias que complican inútilmente su judicialización”, señaló la Fiscalía, institución que también alegó que el esquema actual no funcionaba, pues mientras los homicidios crecieron un 35% del 2012 a la fecha, los feminicidios lo hicieron en un 137.5 por ciento.

La propuesta de modificar el Código Penal Federal fue criticada casi en pleno por el Congreso de la Unión. Incluso por los funcionarios de Morena y por el propio presidente, quien días después de que se diera a conocer esta propuesta declaró: «En el caso de quitar causales para feminicidios, dijimos no. No se mueve”.

La propuesta de Gertz Manero no fue bien recibida por gran parte de la población. (Foto: Cortesía Presidencia)
La propuesta de Gertz Manero no fue bien recibida por gran parte de la población. (Foto: Cortesía Presidencia)
Sin embargo, Gertz Manero defendió de nuevo su tesis en la conferencia matutina desde Palacio Nacional: “El delito (de feminicidio) no está, de acuerdo con nuestro punto de vista, lo suficientemente claro como para poder hacer esa defensa. ¿Por qué? Porque en los homicidios no tenemos ese aumento y en los feminicidios sí. Todo es de lógica elemental”.

A pesar de esas declaraciones, parece muy poco probable que esa reforma prospere, pues la simple proposición ya supuso un desaire para miles de mujeres. En entrevista con Efe, la abogada feminista, Edith López, explicó que el feminicidio, además de tener un contexto jurídico y legislativo, también tiene una implicación simbólica, pues el Estado reconoce a la mujer, «que en casos particulares se asesinan por el simple hecho de ser mujer”.

Ante esta propuesta, uno de los organismos que también se posicionaron al respecto fue la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), la cual no se guardó sus comentarios y con dureza afirmó: “Significa un retroceso”.

El decálogo del presidente y el desdén de la jefa de gobierno

Al inicio de la polémica por la propuesta de Gertz Manero, el presidente López Obrador aseveró que no habría cambios penales, días después hizo comentarios considerados poco afortunados para una mayoría, que pensaba no le estaba dando la debida atención: “No quiero que el tema sea nada más lo del feminicidio, ya está muy claro”.

El viernes por la mañana, un grupo de manifestantes realizó pintas en la puerta de Palacio Nacional. (Foto: Andrea Murcía/Cuartoscuro)
El viernes por la mañana, un grupo de manifestantes realizó pintas en la puerta de Palacio Nacional. (Foto: Andrea Murcía/Cuartoscuro)
La tensión para el mandatario se agudizó este viernes, cuando decenas de mujeres encapuchadas protestaron fuera de Palacio Nacional y tacharon de “feminicida” al presidente. Además, pintaron la fachada del lugar e incluso intentaron quemar una de las puertas.

Algo presionado por la prensa, en particular por la periodista Frida Guerrero, López Obrador improvisó de viva voz -o esto pareció- un decálogo para proteger a las mujeres que señala, por ejemplo, como “cobardía” y “anacronismo” agredir a una mujer, e insta a castigar a los responsables y “garantizar la seguridad de las mujeres”.

A partir de que esto se dio a conocer, las reacciones críticas de las usuarias en redes sociales no se hicieron esperar, pues, desde su perspectiva, este decálogo no atiende las problemáticas paras las mujeres en México y, además, no establece acciones concretas para aminorarlos.

“Esto no es una cuestión de temas morales. Están matando a las mujeres y tú, ¿qué estás haciendo?”, denunció a Efe Verónica Garzón, coordinadora del área internacional de Asistencia Legal por los Derechos Humanos (AsiLegal), quien criticó además la falta de “agenda clara” en la lucha contra la violencia hacia la mujer.

Durante la tarde del viernes, cuando las protestas de mujeres en contra de la violencia de género se encontraban en un punto álgido se publicó un video en el que la jefa de Gobierno capitalina, Claudia Sheinbaum, prefirió no hablar del tema, pero fue su actitud lo que provocó enojo.

-Jefa, un mensaje a las mujeres que marchan el día de hoy en la Ciudad de México- solicitó un periodista.

-Ahorita no, ahorita no-, contestó la mandataria local y aunque el reportero le interpeló, ella no cedió: -Soy muy respetuosa de mi fuente de información… Gracias, gracias, gracias.

Otro elemento que provocó el enojo de las participantes en las marchas fue el uso de la fuerza policial durante las mismas, pues los elementos de seguridad, para intentar dispersar la protesta, usaron gas lacrimógeno, y varias mujeres presentaron problemas de respiración, por lo cual comenzaron las consignas en contra de las uniformadas. Además usaron otras estrategias como encapsular a las mujeres con el fin de limitar las manifestaciones.

Twitter fue uno de los principales medios donde se vertieron los mensajes de molestia hacia la administración de la jefa de gobierno. En esa red social, una usuaria escribió: “Me enferma haber pensado que esta mujer cambiaría algo. Claudia Sheinbaum , eres de las mayores decepciones que tiene este país. Nos fallaste a todas”.

Fuente: Infobae

Revista

Revive la espectacular inauguración de los juegos olímpicos de Paris 2024

Con el Sena como escenario y el espectáculo aguado por la lluvia, París 2024 repasó los hitos de la historia de Francia siguiendo a un misterioso encapuchado que portaba la llama, con momentos de protagonismo para la Revolución, la literatura, el cine y un homenaje a mujeres como Simone Veil o Simone de Beauvoir.

El espectáculo concebido por Thomas Jolly se dividió en doce segmentos que se fueron sucediendo desde la salida de la delegación de Grecia, desde el puente de Austerlitz, a la cabeza de los 85 barcos que transportaron a las 205 delegaciones olímpicas.

La inspiración de ‘La vie en rose’ primero y Lady Gaga después, con un número de cabaret, fueron la primera gran actuación musical, antes de llegar entre acrobacias a la zona de la catedral de Notre-Dame (aún cerrada por la restauración del incendio que sufrió en 2019), con un guiño a la literatura de Victor Hugo y a su popular personaje Quasimodo.

‘Los miserables’, ‘La libertad guiando al pueblo’ y ‘La Gioconda’ -que a pesar de ser el cuadro mejor custodiado del Louvre, llegó a manos de los minions de la saga ‘Despicable Me’- fueron otras obras artísticas icónicas de la cultura francesa que tuvieron sus momentos de protagonismo a medida que el desfile cruzaba la ciudad.

Fue al paso del encapuchado (de aspecto similar al protagonista de la saga de videojuegos Assassin’s Creed) con la llama por la Conciergerie, un palacio donde estuvo prisionera María Antonieta, cuando sonaron las guitarras más potentes de la noche para recordar la Revolución francesa.

La voz de Marina Viotti y el grupo metalero Gojira se encargaron de recordar la ira del pueblo con la canción revolucionaria ‘Ah, ça ira’, en uno de los momentos más vibrantes del espectáculo.

La lírica la puso después la ópera ‘Carmen’, del francés Georges Bizet, y también la mezzosoprano Axelle Saint-Cirel al cantar el himno de Francia, ‘La marsellesa’, desde el tejado del imponente Grand Palais, que ha sido restaurado para poder acoger varias de las pruebas olímpicas de París 2024.

Ese momento solemne se aprovechó para homenajear a grandes mujeres de la historia, como la escritora e icono feminista Simone de Beauvoir, la política Simone Veil (que impulsó la legalización del aborto en Francia), la cineasta Alice Guy o la pionera del deporte femenino Alice Milliat.

La moda, el cine y la francofonía

La lengua de Molière también tuvo su espacio con la actuación de la franco-maliense Aya Nakamura (la artista más escuchada actualmente en francés en todo el mundo), que interpretó dos de sus grandes éxitos acompañada por la Guardia Republicana ante el Instituto de Francia.

La moda, con un desfile de talentos emergentes -para no olvidar que París es la gran pasarela mundial y capital de la alta costura- , y un recordatorio de la invención del cine por parte de los hermanos Lumière fueron otros pasajes destacados de la noche.

Más internacional fue el capítulo dedicado a Europa al ritmo de ‘The Final Countdown’ (del grupo sueco Europe) y el mensaje de paz que lanzó desde una isleta artificial la cantante Juliette Armanet con una versión de ‘Imagine’.

Un caballero plateado que hizo todo el recorrido a galope sobre el agua -cuando los últimos atletas habían llegado ya a la parada final, el puente de Jena entre la torre Eiffel y los jardines del Trocadero- sirvió en la recta final para hacer repaso de la historia del olimpismo moderno, que también tiene raíces francesas gracias al barón Pierre de Coubertin.

Ese jinete llevó la bandera de los cinco anillos para ser izada frente a la torre Eiffel antes de que se escuchara el himno olímpico, los discursos oficiales y la declaración de apertura, que correspondió como es tradicional al jefe de Estado del país anfitrión, en este caso Emmanuel Macron.

El encapuchado con la llama llegó justo después, para entregársela al futbolista Zinedine Zidane, quien a su vez se la entregó al tenista español Rafael Nadal -desatando un pequeño momento de locura en el Trocadero- para llevarla de vuelta hacia el museo del Louvre junto a otras tres leyendas del deporte: Serena Williams, Nadia Comaneci y Carl Lewis.

Fueron finalmente los franceses Marie Jose Perec y Teddy Riner los encargados de prender el pebetero, un globo aerostático que se elevó al cielo en Tullerías, mientras en lo alto de la torre Eiffel hacía su aparición triunfal la canadiense Céline Dion, cantando el ‘Hymne à l’amour’ de Edith Piaf, con un portentoso chorro de voz pese a la grave enfermedad neurológica que padece.

https://www.youtube.com/live/S7_0QuGodtE?si=4UG224KKUr8y0R5b

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