Aunque con lentitud y algunos traspiés, la Fiscalía General de la República (FGR) logró presentar una demanda de extinción de dominio con la que pretende quedarse los USD 2 millones 278 mil 125 que llevaba Miguel Ángel Treviño Morales, líder del cártel de Los Zetas, el día de su detención.
En su demanda, la fiscalía ha especificado que el dinero —que se encuentra bajo el resguardo del Instituto para Devolverle al Pueblo lo Robado— pasaría al dominio del Estado.
Tras la solicitud del órgano, el defensor del líder criminal fue notificado. Según el aviso, éste tiene 27 días para dar respuesta. Los abogados de los escoltas del criminal, Abdón Federico Rodríguez y Ernesto Reyes García, junto con quienes fue capturado, también recibieron la notificación. Ambos cuentan con dos días más para dar contestación.
Además del dinero en efectivo, al narcotraficante también le fueron decomisadas ocho armas de fuego.
El 15 de julio de 2013, el Z-40 fue aprehendido en Anáhuac, Nuevo Léon; desde entonces ha peleado diversas causas como su extradición a Estados Unidos, país que lo requiere por delitos relacionados al narcotráfico.
El pasado mes de julio, el fundador de Los Zetas fue trasladado del Centro Federal de Readaptación Social (Cefereso) Número 17 de Michoacán, localizado en Buenavista, Tomatlán, al número 15, en el municipio de Villa Comaltitlán, Chiapas. Los cómplices de Treviño Morales se encuentran actualmente presos en el penal del Altiplano.
2018. Autoridades federales esperaban a Miguel Ángel Treviño Morales, “El Z40”, para su traslado a Ciudad Juárez, Chihuahua (Foto: NACHO RUÍZ /CUARTOSCURO)
Miguel Ángel Treviño, quien fue reclutado en su juventud por el Cártel del Golfo, pasó de lavar coches a convertirse en sicario y después líder de Los Zetas, una organización criminal que nació como brazo armado del Golfo.
Durante su liderazgo frente a la organización criminal, el Z-40 impondría el cruel método de desmembrar cuerpos y guisar enemigos, disolviéndolos en ácido o derritiéndolos en contenedores de aceite. El periodista estadounidense, Alfredo Corchadocuenta en su libro Midnight in Mexico, que Miguel Ángel Treviño solía morder el corazón de alguna de sus víctimas aún viva, creyendo que eso le haría invencible. Reclutaba a sus sicarios obligándoles a disparar a una persona al azar.
Además de la saña de sus asesinatos, el Z-40 se dedicó a los delitos de tráfico de inmigrantes, secuestro, y extorsión. Según el gobierno mexicano, Treviño Morales llegó a controlar 14 estados mexicanos y parte del territorio de Guatemala.
El cabecilla narco es responsable de ordenar el secuestro de 265 migrantes, cuyos cuerpos fueron localizados en fosas clandestinas en el municipio de San Fernando, Tamaulipas en 2010.