Conecta con nosotros

Resto del mundo

Fidel Castro se ríe de la guayabera de Obama

El ex presidente cubano, Fidel Castro, ironizó hoy sobre la guayabera, camisa caribeña cuyo origen se sitúa en Cuba, que lucirá el mandatario estadunidense, Barack Obama, en la Cumbre de las Américas, en Cartagena (Colombia), donde sin embargo «está prohibida» la participación de la isla.

«Lo curioso, amables lectores, es que Cuba está prohibida en esa reunión; pero las guayaberas, no. ¿Quién puede aguantar la risa?», escribe Fidel Castro en la última de sus Reflexiones publicada este lunes en los medios cubanos.

En su artículo, Castro menciona la guayabera que el diseñador colombiano Edgar Gómez prepara para el presidente Barack Obama, quien exhibirá esa prenda de vestir en la cita continental, que se celebrará en Cartagena de Indias los días 14 y 15 de abril.

A propósito de la Cumbre de las Américas, Fidel Castro también se pregunta qué posición adoptarán Obama o países como Canadá frente al «justísimo» reclamo de Argentina sobre las Islas Malvinas.

También destaca que Latinoamérica «está lejos de ser un coro de países demandando limosnas» tras insistir en sus críticas hacia la Organización de Estados Americanos (OEA) a la que define como una «institución de bochornosa historia que dio al traste con lo poco que ya quedaba del sueño de los libertadores de América».

Un total de 32 gobernantes de la región participarán en la VI Cumbre de las Américas a mediados de este mes, una cita a la que de nuevo Cuba no ha sido invitada y a la que también faltará el presidente de Ecuador, Rafael Correa, en solidaridad con la isla.

Fidel Castro, de 85 años, se encuentra retirado del poder desde 2006 cuando una grave enfermedad le obligó a delegar en su hermano Raúl, quien asumió definitivamente la presidencia de la isla en 2008.

Clic para comentar

You must be logged in to post a comment Login

Leave a Reply

Increible

Desaparece en Disneyland y aparece días después en un bote de basura en Mexicali: el misterioso caso de Annie Encino

Una adolescente estadounidense de 16 años fue localizada con vida dentro de un contenedor de basura en Mexicali, Baja California, días después de haber desaparecido en el parque Disney California Adventure, en Anaheim. El caso ha despertado preocupación e interrogantes en ambos lados de la frontera, especialmente por el silencio mediático en México y las lagunas que aún rodean su cruce hacia territorio nacional.

Annie Kathleen Encino desapareció el pasado 20 de abril tras una discusión con su familia dentro del parque temático. Fue vista por última vez alejándose sola, lo que activó una Alerta Amber en Estados Unidos. Sin embargo, esa alerta nunca cruzó a territorio mexicano, dejando a la opinión pública del país sin conocimiento de su desaparición… hasta que la historia dio un giro tan insólito como alarmante.

Días después, una llamada anónima al 911 alertó a la policía municipal de Mexicali sobre la presencia de una menor dentro de un bote de basura. Al llegar al sitio, los oficiales encontraron a la joven en condiciones que no han sido detalladas, pero confirmaron su identidad. El consulado de Estados Unidos fue notificado de inmediato y su madre viajó a la ciudad fronteriza para identificarla y llevarla de regreso.

Hasta ahora, las autoridades mexicanas no han informado cómo fue que Annie cruzó la frontera sin documentos, sin acompañantes y sin ser detectada. Tampoco han revelado si fue víctima de trata, secuestro, abuso o si viajó voluntariamente con ayuda de terceros. La Fiscalía de Baja California mantiene abierta una investigación para esclarecer los hechos.

Lo que sí queda claro es que algo falló en los mecanismos de cooperación fronteriza. Ni la alerta internacional funcionó, ni hubo un protocolo binacional que permitiera actuar a tiempo. La aparición de una menor estadounidense en un contenedor de basura, en una ciudad donde los casos de desapariciones no son novedad, pone una vez más bajo la lupa la crisis de seguridad y el flujo irregular entre ambos países.

Mientras se esperan más detalles oficiales, el caso de Annie Encino evidencia que incluso en un entorno supuestamente seguro como Disneyland, la vulnerabilidad de los menores puede terminar en una historia digna de una serie policiaca.

Continuar Leyendo
Publicidad
Publicidad
Publicidad

Más visto