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Resto del mundo

‘Florence’ comienza a provocar lluvias y fuertes vientos en Carolina del Norte

El huracán de categoría 2 Florence, que se debilitó ligeramente en las últimas horas, está dejando ya intensas lluvias y fuertes vientos en la costa sureste de Carolina del Norte, en el sureste de Estados Unidos.

Florence mantiene vientos máximos sostenidos de 105 millas por hora (165 km/h) y se espera que toque tierra a partir del viernes por la tarde en algún punto probablemente de la costa sureste de Carolina del Norte, indicó el NHC en su boletín de las 14.00 hora local.

Florence se encuentra a 110 millas (180 kilómetros) al este-sureste de Wilmington, en Carolina del Norte, y a 165 millas (270 kilómetros) al este e Myrtle Beach, en Carolina del Sur.

A esa hora, el sistema avanzaba en dirección noroeste con una velocidad de traslación de 10 millas por hora (17 km/h).

Florence, que llegó a arrastrar vientos máximos sostenidos de 220 kilómetros por hora como huracán de categoría 4, bajó a categoría 2 en la escala de intensidad de Saffir-Simpson, de un máximo de 5, y siguió debilitándose ligeramente.

Pese a la pérdida de fuerza, los expertos alertan de que es un sistema de gran tamaño, muy bien organizado, que mantiene su potencial destructor por el peligro de marejadas ciclónicas, inundaciones e intensas precipitaciones a su paso.

La Agencia Federal para la Gestión de Emergencias (FEMA) apuntó hoy que el mayor peligro que representa Florence es «la tremenda cantidad de agua» que descargará a su paso por Carolina del Norte, del Sur y Virginia, en la costa este de Estados Unidos.

Según un probable patrón de trayectoria del NHC, el ojo de Florence se aproximará en la tarde hoy a las costas de Las Carolinas y «esta noche y el viernes se moverá cerca o sobre la costa del sur de Carolina del Norte y este de Carolina del Sur».

Resto del mundo

Catástrofe en Ruidoso: al menos tres muertos por inundaciones tras intensas lluvias en zona afectada por incendios

Ruidoso, Nuevo México, 10 de julio de 2025.
Una devastadora inundación repentina dejó al menos tres personas muertas —incluidos dos niños— y decenas de viviendas arrasadas este martes en Ruidoso, una localidad montañosa del sur de Nuevo México que aún no se recuperaba del desastre provocado por los incendios forestales de 2024.

Las lluvias torrenciales, que dejaron 2.5 pulgadas de agua en pocos minutos, provocaron una crecida súbita del río Ruidoso, que subió más de 19 pies en menos de una hora y alcanzó un récord histórico de 20.24 pies, superando por 5 pies la marca anterior. “Fue el aumento más alto desde que se tiene registro en 1978”, informó el meteorólogo Jesse Ferrell de AccuWeather.

Víctimas y rescates dramáticos
Las autoridades confirmaron la muerte de una niña de 4 años, un niño de 7 y un hombre de entre 40 y 50 años, quienes fueron arrastrados por la corriente. Además, se rescataron entre 50 y 60 personas en operativos de rescate en aguas rápidas. Imágenes impactantes muestran casas desprendiéndose de sus cimientos y siendo arrastradas por la corriente entre árboles y escombros.

Desastre agravado por incendios pasados
La topografía modificada por los incendios del año pasado facilitó la catástrofe. Las lluvias se precipitaron directamente sobre la zona quemada por el incendio South Fork, generando deslizamientos de lodo, puentes sumergidos, fugas de gas y daños a infraestructura clave.

“El terreno sin vegetación y el suelo seco crean el escenario perfecto para este tipo de desastre”, explicó el meteorólogo Geoff Cornish. En efecto, el Servicio Meteorológico Nacional emitió una inusual emergencia por inundación repentina, advirtiendo sobre una “situación peligrosa” y urgió a los residentes a buscar terreno elevado.

Una comunidad golpeada sin tregua
El alcalde Lynn Crawford dijo que la fuerza del fenómeno superó las expectativas: “Esta nos golpeó más fuerte de lo que esperábamos”. Apenas el año pasado, los incendios South Fork y Salt causaron la muerte de dos personas y destruyeron más de 850 viviendas. En junio de 2024, las lluvias ya habían provocado inundaciones sobre las cicatrices de esos incendios.

Mark Rushing, un habitante local, describió la frustración: “Pensamos que este verano íbamos a estar bien, habíamos limpiado todo… ahora se ve terrible. El agua movió el suelo, arrancó el asfalto de nuestro estacionamiento.”

Emergencia estatal y llamado federal
La gobernadora Michelle Lujan Grisham declaró el estado de emergencia y solicitó asistencia federal inmediata. “Ruidoso ya sufrió incendios e inundaciones el verano pasado. Ahora esta comunidad resiliente enfrenta otro golpe. Esta crisis exige acción inmediata”, declaró.

Mientras las aguas comienzan a retirarse, se avecina una ola de calor, complicando aún más los esfuerzos de recuperación y la situación de las familias desplazadas.

“Estamos con el corazón roto por las vidas perdidas en esta tragedia”, expresó el alcalde Crawford. “Ruidoso está unido en el dolor, pero también en el compromiso de salir adelante juntos”.

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