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Salud y Bienestar

Fortalece IMSS Chihuahua el servicio de urgencias con sistema “Triage”

Con el establecimiento del Sistema Triage, que forma parte del Decálogo establecido por el director general del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), Mikel Arriola, para fortalecer la atención médica, se está logrando que el servicio de Urgencias sea más eficiente mediante su uso óptimo.

En el estado de Chihuahua, a través de este programa, se cataloga y se da prioridad a la atención de las emergencias, mejorando el tiempo de la primera atención del paciente, que comprende desde el momento en que se presenta la persona al área de Urgencias hasta que es evaluada la gravedad de su padecimiento, para su posterior atención médica, según el grado de urgencia.

Lo anterior lo dio a conocer la titular de la Jefatura de Prestaciones Médicas de la delegación estatal, Doctora Martha Avitia Talamantes, quien precisó que este programa permite que los casos de eminente emergencia sean atendidos de manera inmediata.

Indicó que en la entidad, este sistema fue implantado en el Hospital General de Zona No. 35 y el Hospital General Regional No.66, ambos de Ciudad Juárez, el pasado mes de marzo. En tanto que en la Ciudad de Chihuahua se estableció en el Hospital General Regional No. 01, “Morelos”, el pasado mes de mayo.

Explicó que esta medida se rige por dos principios fundamentales: salvar el mayor número de vidas y hacer el mejor uso de los recursos disponibles; mediante un reconocimiento sencillo, completo y rápido a los pacientes para establecer criterios y brindarles atención.

Indicó que con el paciente acude al área de Urgencias y de ahí es pasado a un módulo en donde lo valoran de acuerdo con el Sistema Triage, que establece los tiempos de atención con base al nivel de gravedad del padecimiento, de acuerdo a un esquema diferenciado por los colores.

ROJO: Situación que amenaza o pone en riesgo la vida (shock, estado epiléptico o convulsivo, paro cardiaco o respiratorio, dificultad para respirar, fracturas, traumas graves en cráneo o cadera, heridas graves, parto en curso, intento de suicidio, abuso sexual, embarazo con sangrado).

NARANJA: Emergencia: El paciente requiere atención médica rápida (infarto, fractura expuesta, sangrado a cualquier nivel).

AMARILLO.- Situación poco grave (tos con expectoración y fiebre sin mejoría tras consulta; cuerpo extraño en ojo, en oído, dolor de cabeza, infección de herida quirúrgica, heridas que necesitan puntos que no involucre un órgano vital, embarazadas sin sangrado, dolor en el pecho de más de cinco días).

VERDE.- Urgencia menor (vómito sin sangre, esguince, diarrea sin deshidratación, etc.).

AZUL.- No urgente: (Resfriado común, malestar sin fiebre, etc.).

La doctora Martha Avitia Talamantes resaltó que, tratándose de una urgencia real, ésta se transfiere inmediatamente al área de choque donde se concentran todo lo requerido para reanimar y estabilizar al paciente.

En cambio, dijo, si el padecimiento no pone en riesgo la vida los pacientes permanecen en la Sala de Espera, para que alguno de los médicos en turno los valoren e indique el medicamento a tomar para aliviar sus molestias.

Finalmente, recalcó que la atención de los pacientes con urgencia real siempre será prioritaria y no es dependiente del momento de su llegada. “Si el malestar puede esperar un poco, es recomendable que visiten su médico familiar, quien les indicará el tratamiento a seguir; si así lo requiere, él los canalizará a la especialidad correspondiente. De esta manera evitará largas esperas y el servicio de urgencias será más oportuno para quienes llegan en una situación crítica”, concluyó.

Revista

La grasa abdominal profunda: el enemigo silencioso que envejece tu cuerpo y tu mente

Oculta bajo la piel y rodeando órganos vitales como el corazón, el hígado y los riñones, la grasa visceral representa una de las amenazas más serias para la salud metabólica y cerebral, incluso en personas delgadas. Más que un problema estético, esta grasa activa procesos inflamatorios que pueden desencadenar enfermedades como la diabetes tipo 2, el hígado graso, problemas cardiovasculares y, a largo plazo, deterioro cognitivo.

De acuerdo con el Dr. Andrew Freeman, especialista en prevención cardiovascular, la grasa visceral es un marcador de múltiples riesgos de salud, aun en quienes aparentan estar en forma. El fenómeno conocido como “skinny fat” —personas con peso normal pero con alta proporción de grasa interna— evidencia que la salud no siempre se refleja en el espejo.

El impacto va más allá del metabolismo. La neuróloga preventiva Kellyann Niotis advierte que este tipo de grasa libera compuestos inflamatorios que aceleran la atrofia cerebral y favorecen la aparición de placas beta-amiloides y ovillos de tau, señales asociadas con la enfermedad de Alzheimer, incluso desde los 40 o 50 años.

¿Cómo saber si la grasa visceral está fuera de control? La medida de la cintura es un primer indicio: más de 88.9 cm en mujeres y 101.6 cm en hombres eleva el riesgo, según los CDC. La masa muscular también importa: quienes tienen más grasa que músculo tienden a acumular esta grasa profunda. Estudios como la DEXA o básculas con medición de grasa corporal pueden ayudar a evaluar estos indicadores.

La buena noticia: es reversible. Freeman insiste en un enfoque integral con ejercicio cardiovascular diario (como caminatas rápidas de al menos 30 minutos) y entrenamiento de fuerza con resistencia. Ejercicios como desplantes, sentadillas, lagartijas y peso muerto movilizan grandes grupos musculares, aceleran el metabolismo y estimulan hormonas que mejoran la composición corporal.

Una alimentación basada en plantas, como la dieta mediterránea, también es clave. Rica en frutas, vegetales, granos enteros, aceite de oliva y pescado, esta dieta ha demostrado reducir la grasa abdominal y el riesgo de muerte por enfermedades crónicas, especialmente en mujeres.

El ayuno intermitente —comer solo durante una ventana de seis horas al día— puede ser un complemento efectivo, aunque no es apto para todos. La combinación de alimentación natural, entrenamiento funcional y periodos de ayuno puede “hacer magia” en la reducción de grasa visceral, señala Freeman.

En resumen, mantener el músculo, eliminar alimentos ultraprocesados, moverse cada día y reorganizar los horarios de comida no solo combate la grasa abdominal profunda, sino que extiende la salud física y mental hacia el futuro. Porque el verdadero “elixir de la juventud” no se compra: se construye con hábitos.

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